Hazañas y fiascos del deporte español
Sombras para dos generaciones luminosas
La eliminación exprés de la Roja en Brasil y la caída en cuartos de la selección de baloncesto en un Mundial en casa tiñeron de decepción la entrega que ambos grupos habían cosechado entre la afición
España se había ido acostumbrando a recordar los últimos años por los éxitos del deporte nacional. En 2014, se han vivido momentos históricos, como la Liga del Atlético, conquistada en la última jornada ante el Barça; La Décima del Real Madrid; la gesta de Carolina Marín, primera española campeona mundial de bádminton; un nuevo Roland Garros, el noveno, de Rafa Nadal; los récords de Mireia Belmonte en los mundiales de piscina corta; el segundo título mundial ganado por Márquez de forma consecutiva... Pero este año será recordado, sobre todo, por dos fiascos de dos generaciones de oro. La pronta eliminación de la selección de fútbol en el Mundial de Brasil, que no pasó de la fase de grupos, y la repentina despedida de la de baloncesto, apeada de su Mundial en cuartos de final contra todo pronóstico.
España pierde su estrella
España ganaba a Holanda en su estreno en el Mundial de Brasil. Un penalti sobre Diego Costa permitió a Xabi Alonso poner por delante al equipo de Del Bosque. A partir de ahí, cinco instantes, cinco mazazos, que retrataron la imagen que dio el equipo español en la defensa del título. La estirada de Van Persie cabeceando un balón que pasó por encima de Casillas fue solo el principio. Luego llegaron los tantos de Robben, dos, De Vrij y, otra vez, Van Persie.
Brasil se convirtió en el escenario del calvario del equipo de Del Bosque. La generación que consiguió encadenar Eurocopa-Mundial-Eurocopa escribió un punto y aparte en su capítulo de éxitos. No hubo respiro para la selección, que también cayó con justicia ante Chile, y entró en el grupo de selecciones campeonas eliminadas en la primera fase del torneo, junto a Brasil, en 1966, Francia, en 2002, e Italia en 2010. España fue la única que tras la segunda jornada de la primera fase ya estaba matemáticamente eliminada. Fue también una despedida cruel para varios de los pilares fundamentales que tocaron la cima con La Roja. Villa puso fin a su trayectoria como internacional después de 97 partidos, tras el triunfo inservible contra Australia en el último partido de la fase de grupos. Ese también sería el último encuentro con España para Xavi, el cerebro de la selección, (133 partidos como internacional); y Xabi Alonso (114), otro pilar del centro del campo, que anunció su decisión justo antes de fichar por el Bayern de Múnich de Guardiola. Desde ese momento, y sin un diagnóstico extendido sobre el fracaso de España en Brasil, Del Bosque comenzó la gestión de la transición y la búsqueda de nuevas figuras como Isco, Callejón o Nolito.
El baloncesto español fracasa en su Mundial
Si el del mundial de fútbol fue un fracaso gestado desde el primer día, el del baloncesto lo fue repentino
Cuartos de final ante Francia. España, la anfitriona, se reencontraba con un rival al que ya había doblegado con contundencia en la fase de grupos. El runrún ya hablaba de un paseo hasta una hipotética final con Estados Unidos. Pero la selección de Orenga, con los Gasol, Navarro e Ibaka, se estrelló y se sometió al dominio francés de principio a fin. Si el del Mundial de fútbol fue un fracaso gestado desde el primer día, el de baloncesto lo fue repentino, en el momento más inesperado, tras un inicio fulgurante y en el sitio más inoportuno, en casa. Pero en esta ocasión el naufragio tuvo consecuencias. Navarro deslizó tras la derrota que el equipo no se había preparado bien para el encuentro. Los focos se dirigieron al seleccionador Orenga, -¡Orenga dimisión!, se oyó en la entrega de trofeos- tras el descalabro en un torneo que acabó llevándose Estados Unidos sin prácticamente oposición. No pasó una semana y el técnico abandonó su cargo. Y emergió la incógnita de cuánto carrete les queda a las figuras de la mejor generación del baloncesto español. “Los años que nos quedan son limitados. Es un privilegio estar en este grupo, nos los pasamos muy bien, pero se van consumiendo kilómetros y a veces se tienen que tomar decisiones complicadas”, aventuró Pau Gasol tras digerir el tropiezo mundialista.