Las décimas del Madrid y el Atlético
Año de celebraciones en Madrid
La décima Champions del Madrid (conquistada ante el Atlético) coincidió con la décima liga del equipo colchonero
El Atlético fulmina el bipartidismo
Atlético y Barça se citaron en la última jornada para dirimir el título de Liga en el Camp Nou. Los rojiblancos llegaron al descanso por debajo en el marcador, después de que el tanto de Alexis hiciera soñar a los azulgrana. Pero en el minuto 49, Gabi lanzó un córner y Godín lo mandó a la red para lograr un empate que llevó a la cumbre al Atlético, 18 años después.Partido a partido, el Atlético culminó en 2014 una hazaña gigantesca. Ganó su décima Liga y acabó con el bipartidismo en la Liga española. Además, como casi todo lo que hizo el equipo rojiblanco, el relato de su éxito siguió un guión cargado de giros. La competición llegaba a sus dos últimas jornadas con un pulso limitado a Atlético y Barça. El conjunto de Simeone dejó escapar el título en la penúltima jornada ante el Málaga, tras no aprovechar el pinchazo del equipo azulgrana ante el Elche. La visita al Camp Nou resucitó a un Barça que parecía haber dimitido de la lucha por la Liga. Hasta el gol de Godín. Euforia atlética. Una conquista que dejó atrás la frase que acompañaba cada triunfo rojiblanco, el “no aguantarán hasta el final” de aquellos que veían imposible acabar con la hegemonía de Real Madrid y Barça. 90 puntos, 28 partidos ganados, seis empates y cuatro derrotas para la historia rojiblanca.
La Décima del Madrid
A la Copa de Europa se le borraron las franjas rojas en el minuto 93 de la final de Lisboa, convertida en un derbi madrileño en la cumbre continental. El conjunto de Simeone estaba a dos minutos de sumar la Liga de Campeones a su flamante título liguero. El gol de Godín a la media hora se mantuvo vigente hasta la última página del tiempo reglamentario. Entonces llegó Ramos, el hombre de La Décima, como le dijo tras el gol Casillas, y mandó un potente cabezazo a la red de Courtois.
El sevillano heló a los rojiblancos y volvió a escribir un capítulo a la épica blanca, esa que se presume abonada a las remontadas imposibles y gestas a contracorriente. El Atlético, fundido, se rindió al equipo de Ancelotti en la prórroga, y acabó goleado tras los tantos de Bale, Marcelo y Cristiano.
El Real Madrid acabó en 2014 con la obsesión que rondaba el imaginario blanco desde que en 2002 consiguiera La Novena con Del Bosque en el banquillo. Tras la era Mourinho, Ancelotti consiguió fortalecer y alimentar el hambre de un grupo que le brindó más de un rompecabezas para encontrar “el equilibrio”. Lo encontró. De ahí, seguramente, su paso firme por la Champions. 11 victorias, un empate y una derrota; 41 goles y un Cristiano desatado, con 17 tantos europeos. Apeó al Schalke, al Dortmund, finalista de la pasada edición, y al Bayern, vigente campeón, al que además endosó una goleada en Múnich. Ancelotti se convirtió, sin alardes, en el entrenador que devolvió La Décima a Chamartín. Encontró el equilibrio en el vestuario y en el campo y lo tradujo en éxito.