El deporte femenino sigue abriendo caminos
Carolina Marín, Mireia, fútbol y balonmano
Las mujeres le han seguido dado alegrías al deporte español, consolidando una tendencia que aspira a perpetuarse
Historia en el bádminton
Marcando otro hito en la impresionante era del deporte femenino español, Carolina Marín se infiltró en la cima de un deporte de eterno dominio asiático. La onubense se cuela con 21 años en la final del Mundial de Dinamarca. Enfrente se encuentra la vigente campeona olímpica. 78 minutos de final y un 17-21, 21-17 y 21-18 que la encumbró a la cima mundial, con remontada incluida.
La trayectoria de Marín en 2014 apuntaba alto. En abril se convirtió en la primera española campeona de Europa, tras el oro logrado en Kazán. Era la 11ª del mundo, la única de las 20 mejores que no había nacido en Asia. Entonces, su técnico, David Cabello, fue prudente y dejó para los Juegos de 2020 las opciones de subirse a lo más alto en el podio olímpico, “por edad y clasificación”. Fue antes del Mundial.
Mireia alarga su leyenda
Campeonato Mundial de piscina corta en Doha. Mireia competía contra sí misma y sobre todo contra la húngara Katinka Hosszu. En un día, la nadadora de Badalona asombró al planeta y marcó el récord mundial en 200 metros mariposa e hizo lo mismo en los 400 estilos. La proeza, que le valió dos oros, puso a Belmonte, con 24 años, en buen camino para los Juegos de Río 2016.
Con cuatro oros en Doha y tres récords mundiales en apenas 10 días (200m mariposa, 1m 59,61s, 400m estilos 4m 19,86s, ambos en Doha, y en los 1500, 15m 19,71s), en los Campeonatos de España, Mireia cerró un año de ensueño. En agosto se adjudicó seis medallas en los Europeos de Berlín, que inauguró con el bronce en los 5km en aguas abiertas. Una extravagancia que puso a prueba su superación. La plata en los 400m estilos y en los 800 libres, el oro en los 1500 libre y en 200m mariposa y el bronce en los 400m libre la encumbraron a la doble medallista olímpica en Londres. Camino de Río.
El primer Mundial del fútbol femenino
Partido contra Rumanía. Natalia Pablos, delantera de España, cabecea a la red un centro de Marta Torrejón. 0-1. Poco después, y tras una pared entre Vero Boquete y Jennifer Hermoso, la delantera del Bristol Academy hace el segundo. “Ya no nos lo pueden quitar”, pensó Vero Boquete, la capitana del equipo que dirige Ignacio Quereda desde hace 26 años. Lo que no les podían quitar era la clasificación para el Mundial. La primera que conseguía en su historia la selección femenina de fútbol. Se jugará el próximo verano en Canadá, donde España comenzará ante Costa Rica, Corea del Sur y Brasil la fase de grupos en Montreal.
La histórica clasificación puso el foco mediático en un grupo de jugadoras que espera que el hito redunde en mejoras para el fútbol femenino en España, todavía a años luz de países como Estados Unidos, donde es profesional, Inglaterra, semiprofesional, o Suecia y Alemania, donde llenan páginas de periódicos.Se conoció que las dietas de las jugadoras de la selección no pasaban de los 25 euros al día, y la federación se comprometió a mejorar ese apartado e incluso a incluir primas por logros deportivos, aunque sin concretar nada más.
En paralelo, 60 de las mejores futbolistas internacionales del mundo, entre las que se encuentra Vero Boquete, demandaron a la FIFA y a la Federación Canadiense ante el Tribunal de Derechos Humanos de Ontario por la decisión de que el Mundial de 2015 se juegue en césped artificial, lo que consideran discriminatorio.
En un país dominado por el fútbol, había una asignatura pendiente con la selección femenina. Con varios títulos en las categorías inferiores (Europeo sub-19, en 2004, Europeo sub-17 en 2010 y en 2011), los éxitos no llegaban a la absoluta. Ahora, en Canadá, España tiene la oportunidad de darle un impulso histórico con su mejor generación de jugadoras.
Plata en balonmano para cerrar el año
El año de gestas en el deporte femenino culminó el 21 de diciembre con una plata en el Europeo de balonmano. Las Guerreras cayeron ante Noruega en la final pero España conquistó una plata que vuelve a ponerlas en el escaparate internacional tras el histórico bronce en los juegos de Londres.