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Nuevo gran negocio ilegal en Madrid: empadronar a extranjeros en domicilios o locales por hasta 300 euros

El documento, gratuito y esencial para cualquier trámite, se ha convertido en un dolor de cabeza para los inmigrantes que alquilan habitaciones o comparten piso

El empadronamiento en Madrid se ha convertido en un lucrativo negocio. Cuesta entre 50 y 300 euros. Los anuncios son cristalinos, pero ofrecen un servicio ilegal. “Empadrónate en Madrid de manera presencial y sin pagar por adelantado. Confiable y eficaz. Deja tu mensaje”; “Empadronamiento en M...

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El empadronamiento en Madrid se ha convertido en un lucrativo negocio. Cuesta entre 50 y 300 euros. Los anuncios son cristalinos, pero ofrecen un servicio ilegal. “Empadrónate en Madrid de manera presencial y sin pagar por adelantado. Confiable y eficaz. Deja tu mensaje”; “Empadronamiento en Madrid centro, hay cupos para quien necesite empadronarse”; “Buenas, si alguien necesita empadronamiento, que avise”. Estos son algunos de los primeros mensajes que pueden leerse entre decenas al teclear “empadronamiento Madrid” en redes sociales como Facebook. El trámite, cuando se hace de manera oficial, es completamente gratuito, por lo que suelen caer en la trampa del pago las personas desesperadas que sienten la necesidad de oficializar su situación en la capital: los extranjeros.

Ejemplos hay por docenas. Alejandro Martínez, de 28 años, recuerda que él y su esposa pagaron 200 euros para poder empadronarse en Madrid apenas llegaron, mientras vivían temporalmente en un Airbnb. “Lo hicimos solo para iniciar los procesos de residencia”, explica. El trámite lo gestionó la esposa de un amigo, que actuaba como gestora y consiguió la cita con la persona que los empadronaría. “La primera vez nos devolvieron porque en ese piso ya no permitían empadronar más personas; seguían registradas aunque ya no vivieran allí”, cuenta. Finalmente, lo lograron. “No lo recomiendo, dependes de que la persona te avise si llega alguna comunicación, y me preocupaba la ilegalidad de la situación, que se te pueda caer todo el proceso por eso”, añade. En el otro extremo está Daniela C., que alquila habitaciones en el centro de Madrid con contrato e incluye una cláusula que obliga a pagar 100 euros extra si se desea empadronarse. Eso también es ilegal. Pero no la única que lo hace. A través de WhatsApp, Daniela ofrece dos opciones: solo el padrón, 100 euros, o la habitación con los papeles extra, 500, según la necesidad del cliente.

Fue así, con un anuncio en Facebook, como Mateo Salcedo contactó a la persona que lo empadronó en un piso ubicado en la calle de Atocha, en pleno centro de Madrid. Este colombiano de 28 años llegó a la capital con su pareja y su perro ―un chihuahua llamado Andy―. A la dificultad para encontrar empadronamiento se le sumaba la de conseguir una habitación en la que admitieran a una pareja con una mascota. Llegaron en octubre de 2024 a un piso en Hortaleza y solo tenían 90 días para regularizarse. Salcedo hace una pausa en su trabajo en un local del Mercado de Vallehermoso, se quita los guantes tras haber preparado un plato de carpaccio de bacalao y recuerda cómo inició el proceso: “Me metí a Facebook y empecé a buscar la palabra padrón”. La oferta de anuncios era amplia y le escribió a varias de las personas que ofrecían los empadronamientos, quienes se presentaban como supuestos gestores.

A pesar de que el empadronamiento es un trámite gratuito, a Salcedo no su casero no le facilitó ninguno de los documentos necesarios para hacerlo por la vía legal. Además, según le dijo la persona que le alquilaba el piso, no podía empadronarlo por “un problema burocrático”. El Ayuntamiento de Madrid indica que, para empadronarse, solo se necesita el contrato firmado por el propietario de la vivienda y el comprobante de pago del alquiler. También se puede presentar la escritura de propiedad o la factura del agua o el gas. El Consistorio precisa que toda persona que viva en España, sea española o extranjera, “está obligada a inscribirse en el padrón del municipio en el que resida habitualmente, con independencia de que tengan regularizada o no su situación administrativa en España”. Sin embargo, el desconocimiento o que hay caseros que no entregan esos documentos deriva en que aquellos que no logran empadronarse acudan al mercado negro.

Una vez se establece el primer contacto con los supuestos gestores ilegales, quienes también acaparan las citas para empadronamiento en los ayuntamientos, los interesados reciben un mensaje predeterminado por WhatsApp con las condiciones. En el caso de un perfil que se hace llamar Gestoría Alianza, el coste es de 160 euros por empadronarse en algún punto del distrito de Ciudad Lineal. No es el más caro.

— Hola, necesito un empadronamiento en Madrid.

— Gracias por comunicarte con nosotros. El trámite del padrón tiene las siguientes características: agendamiento de cita, trámite presencial, sin adelantos de dinero, pago en efectivo al salir del Ayuntamiento después de recibir tu certificado, asesoría gratuita en otros trámites si lo necesitas.

—¿Cuánto cuesta?

—El valor del servicio son 160 euros por persona y tiene una vigencia de dos años. Nos podemos ver mañana mismo en el Ayuntamiento.

—¿Qué necesito llevar?

— Solo el documento con el que deseas quedar empadronada.

Este modelo de conversación se repite con todos los supuestos gestores. Salcedo fue citado por la persona que contactó. Llegó puntual a una oficina del Ayuntamiento y diligenció la hoja padronal junto a otro hombre, también extranjero y, según la información que entregarían, su compañero de piso. Antes de entrar, el supuesto gestor les dio indicaciones sobre qué responder en caso de que les hicieran preguntas, una suerte de tutorial para no despertar sospechas. Pero el plan no resultó. La trabajadora del Ayuntamiento les negó el padrón. Salcedo recuerda la razón que les dio: “Si ustedes realmente viven allá, llamen a la policía. Porque en el sistema aparecen más de 70 personas empadronadas”.

El primer intento no resultó, pero el mercado negro de empadronamientos no tardó en mostrar otra opción. Salcedo recibió la respuesta de otro de los perfiles de Facebook a los que les había escrito. Le cobraron 150 euros. En su segundo intento, todo fue más rápido y sencillo: el supuesto gestor lo citó en otra oficina, él mismo diligenció la hoja padronal con los datos de otros dos extranjeros que se presentaron en esa misma cita. A los pocos minutos, ya tenía el padrón en sus manos. Poco después, aunque con otro proveedor, la pareja de Salcedo también tuvo que pagar para empadronarse. A ella le cobraron 80 euros, pero le dieron de baja después de ocho meses.

Un trámite necesario y gratuito se ha convertido en un obstáculo para los inmigrantes que necesitan con urgencia un documento que acredite su arraigo, les permita escolarizar a sus hijos, acudir al centro médico y empezar a poner en regla sus papeles. Su desesperación es la base de un negocio clandestino e ilegal para quienes buscan ganar dinero a costa de la necesidad ajena y del atasco administrativo.

Este atasco tiene su origen en algo tan sencillo como que el número de personas que se quieren empadronar “ha subido sustancialmente en el último año”, explica Mayte Zabalza, portavoz de Padrón por Derechos.

En Madrid, a 1 de enero, había 3.527.924 empadronados, según el Área de Economía del Ayuntamiento de Madrid. Solo en el último año se han inscrito 67.433 personas más. “El Ayuntamiento de Madrid está realizando los trámites de empadronamiento con total normalidad, siempre que los solicitantes cumplan los requisitos que la normativa establece”, aseguran desde el Consistorio. Sin embargo, decenas de madrileños se quejan de la falta de citas disponibles.

El problema es tan grave que más de 800 personas están actualmente empadronadas, por ejemplo, en centros sociales del barrio de Lavapiés, como la comunidad Bangla. Hace dos meses, la justicia anuló el decreto del Gobierno de Almeida que impedía empadronarse en dichos centros. La sentencia señala que “se ha omitido el trámite de audiencia vulnerando con ello derechos y libertades susceptibles de amparo constitucional”, y condena en costas al Ayuntamiento.

No obstante, según el Consistorio, ellos mismos facilitan esta gestión a personas en situación de vulnerabilidad, como migrantes o personas sin hogar. En las dos oficinas municipales de Información, Orientación y Acompañamiento para la Integración Social de la Población Inmigrante se ofrece asesoramiento para realizar el trámite, y los profesionales de programas y centros de acogida también apoyan a quienes viven en la calle. Desde 2022, más de 3.800 personas se han empadronado en la ciudad mediante este mecanismo. En 2024, último año completo, se registraron 1.330 personas por esta vía.

La abogada de extranjería Mariana Ríos, directora de la consultora ExtranLex, explica que el empadronamiento es el trámite mediante el cual una persona comunica al Ayuntamiento el lugar donde reside habitualmente. Aunque puede parecer un simple requisito administrativo, este registro tiene una importancia fundamental para todos los ciudadanos, especialmente para los extranjeros que viven en España.

“Para muchos extranjeros, empadronarse no es tarea sencilla. Aquellos que alquilan habitaciones o comparten piso suelen encontrar reticencias por parte de los propietarios a permitirles registrarse en el domicilio. En ocasiones, incluso los propios ayuntamientos rechazan empadronamientos en viviendas donde ya constan numerosas personas, aunque es cierto que en los últimos años esta política se ha flexibilizado”, asegura Ríos. La abogada subraya que el empadronamiento es mucho más que una formalidad burocrática: es la llave de acceso a derechos básicos, un indicador de integración social y, al mismo tiempo, un campo donde convergen la necesidad, la normativa y la realidad social de miles de personas que buscan construir su vida en España.

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