Con M del Madrid de María Moliner
Desde hace unos días, una placa en la casa de la lexicógrafa recuerda el lugar donde vivió y escribió su diccionario
Almeida. Alcalde de Madrid. Bajo su Gobierno, el pasado 24 de septiembre, se descubrió una placa en recuerdo a María Moliner, en el edificio donde vivió y escribió su Diccionario de uso del español.
Brillar. Hasta que empieza a brillar. Biografía novelada de la bibliotecaria escrita por Andrés Neuman, quien la humaniza y la hace brillar. El título de la obra procede de una cita de Emily Dickinson que nos remite a doña María, como la llama Neuman: “A veces escribo una palabra y me quedo mirándola hasta que empieza a brillar”.
Cibeles. La fuente con la representación de la diosa madre de la naturaleza en un carro tirado por dos leones es uno de los símbolos de la capital. Es una palabra que está estrechamente vinculada a Madrid. Entiéndase este particular y osado diccionario que está leyendo como un homenaje a Moliner ―figura fundamental de las letras españolas en el 125º aniversario de su nacimiento― con las definiciones que ella dio a términos que tienen relación con la capital.
Diccionario. Obra magna de la bibliotecaria. Conocido como el María Moliner, total identificación y simbiosis de la autora con su obra.
“Ej que”. Cinco entradas de este pseudodiccionario y ninguna palabra original de la homenajeada. El objetivo, por ahora, está fracasando, pero había que traer a colación el acento madrileño, eses pronunciadas como jotas. No en vano, ‘acento’ en el María Moliner es el “conjunto de todas las modalidades fónicas del lenguaje, o sea la intensidad, el tono, la cantidad o duración y el timbre de los sonidos, las variaciones (...) que caracterizan no solo a los distintos idiomas, si no a la manera de hablar de uno mismo en las distintas regiones, al habla de cada persona...”. En Madrid no se come pescado, se come pejcao. Lo de que sea el mejor puerto de España, lo dejo para otro texto, si eso.
Fetén. Muy bueno, excelente.
Gallinejas. Menudillos de gallina fritos, plato típico de Madrid.
Hijo. Un animal con respecto a sus padres. Puede también aplicarse a las plantas. / Descendientes. / Una persona con respecto a la localidad o país donde ha nacido: Los hijos de Madrid / Obra hecha por alguien o producto de su inteligencia. [En el texto que Gabriel García Márquez escribió para este periódico tras la muerte de Moliner en 1981, contó que uno de los hijos de la bibliotecaria a la pregunta de cuántos hermanos tenía contestó: “Dos varones, una hembra y el diccionario”. La dedicatoria lo confirma: “A mi marido y a nuestros hijos les dedico esta obra terminada en restitución de la atención que por ella les he robado”].
Institución Libre de Enseñanza (ILE), o mejor: La Insti, como la llamaba ella. Allí estudió y conoció a Manuel Bartolomé Cossío, al “mismísimo” Menéndez Pidal y a la “intrépida” María Goyri. [Entrecomillados de Hasta que empieza a brillar]
Jeta. Labios abultados de una persona / Cara con gesto de enfado / Cara dura (desvergüenza, frescura) / Persona fresca, desvergonzada. [Qué se puede esperar de un chulo o chula madrileños: que tengan jeta]
Kilómetro. Medida de longitud equivalente a mil metros. [¿Hay algo más madrileño que el kilómetro cero? Y no, no hay kale borroka ni en las calles de la ciudad ni en el diccionario de María Moliner].
Libertad. Facultad del hombre para elegir su propia línea de conducta, de la que, por tanto, es responsable. [En esta primera acepción de libertad, Moliner usa ‘hombre’ para decir personas, término que usa en otras definiciones. Por otro lado, es incalificable que Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, presuma y se apunte tantos de libertad por doquier y, a la vez, prohíba símbolos a favor del pueblo palestino en los centros educativos. ¿Libertad sí, pero paz, no? Vaya cocido de difícil digestión].
Mini. Vaso de cerveza u otra bebida de aproximadamente un litro.
Nardo. Planta agavácea de jardín, de flores blancas en espiga llamada “vara de nardo”, muy aromáticas. [“Por la calle de Alcalá / con la falda almidoná / Y los nardos apoyaos en la cadera...“, un himno de Las Leandras]
Ñ. Contiene la eñe: vino muy dulce y oloroso elaborado en Cariñena, ciudad de la provincia de Zaragoza. [Así incluyó en su diccionario lo más famoso de su comarca de nacimiento, el Campo de Cariñena, territorio maño siempre presente en su vida madrileña. El guiño a Pasapalabra es porque quizá, si hubiera escrito su diccionario hoy, Moliner incluiría este título de programa televisivo como nombre común, ya que se hacía eco de las nuevas palabras que se usaban, y este término ya está más o menos generalizado. Cuando se pregunta algo de lo que se desconoce la respuesta, no es raro contestar “pasapalabra”].
Osa. Animal mamífero de varias especies de plantígrados del género Ursus; son pesadas, de andar lento, con pelaje largo y espeso. [Los dos seres vivos que forman parte del escudo de la ciudad, osa y madroño, parecen hoy pura mitología].
Pellas. Hacer pellas: hacer novillos.
Quijote. Por alusión a Don Quijote de la Mancha, se aplica como nombre calificativo a la persona que está siempre dispuesta a intervenir en asuntos que no le atañen, en defensa de la justicia. Generalmente, no se emplea con sentido admirativo, y puede tenerlo despectivo. [El personaje más importante de las letras españolas da nombre a la calle donde se encuentra la casa en la que Moliner vivió y construyó su diccionario. Al inaugurar la placa recién colocada en este inmueble, el número 1 de la calle de Don Quijote, Andrés Neuman dijo que la lexicógrafa allí “acometió la quijotada de escribir un diccionario de 80.000 palabras cargadas de inteligencia atrevimiento y sutileza. Con sencillez y tardía justicia, muy al estilo de María Moliner, (... ) se reparan unos centímetros de nuestra memoria pendiente”].
Real Academia Española. No sé si consciente o inconscientemente, Moliner desafió a la institución que limpia, fija y da esplendor a la lengua. Ella sola creó un diccionario más extenso y humano que el oficial. Los académicos no la admitieron, aunque fue candidata y muchos admiraban ―y usaban― su obra, nunca fue miembro de la RAE. La polémica que causó su figura y el rechazo por parte de algunos académicos, probablemente sirvió para que, por fin en 1979, Carmen Conde abriera las puertas de la Academia y fuera la primera mujer que ocupara uno de sus asientos. Gracias a todas las pioneras que llamaron a puertas, incluso, que intentaron derribarlas.
Sanz, Marta. ¿Por qué aparece aquí la escritora Marta Sanz? Porque la autora de Amarillo, poemario que acaba de publicar, cuando dejó de escribir su columna, Analfabecedaria, en las páginas de este diario, se despidió explicando su relación con las palabras y con la escritura. Un texto sincero con el que muchas nos sentimos identificadas y me gusta pensar que María Moliner estaría entre ellas. “En estos casi ocho años de Analfabecedaria prometo haber pensado cada palabra que escribía desde un compromiso simultáneo con la vida y la literatura”.
Torrespaña. Popularmente conocida como el Pirulí. Caramelo sostenido por un palito del que se agarra para chuparlo. [Imprescindible en el skyline de la capital].
Uso. Acción de usar. Cosa para la que se usa algo. [Ahí nos dejó su Diccionario de uso del español. Para que lo usáramos, el diccionario y el español].
Villaverde. Distrito donde se encuentra la Biblioteca Pública María Moliner, qué mejor homenaje que bautizar una biblioteca con el nombre de una mujer que tanto hizo por ellas, impulsó la apertura de muchísimas en la España rural.
Wanda / WiZink. Nombres efímeros que toman algunas de las más importantes instalaciones deportivas de la capital. Hoy en día, ninguno de los dos existen, tanto el Metropolitano como el Palacio de los Deportes, usando sus nombres originales, van cambiando de apellido al mejor postor.
Xenofobia. Aversión o desprecio hacia los extranjeros. [Cada vez, por desgracia, más extendida en la capital. Aunque, la realidad es que no es xenofobia, es aporofobia: molestan los pobres, no los ricos. Hay quien dice que también está creciendo el sentimiento xenófobo hacia el madrileño fuera de la capital].
Yesería. Fábrica de yeso. [Seguramente, Moliner conoció la cárcel de Yeserías, en Arganzuela, primero como centro para presos políticos del franquismo, posteriormente como prisión de mujeres, y hoy, como Centro de Inserción Social Victoria Kent. Toma el nombre de la política y jurista que le dedicó estas palabras a María Moliner: “Ante la labor realizada por esta mujer a lo largo de toda su vida tenemos todos, españoles intelectuales, españoles que se mueven o se han movido en el campo cultural, o hayamos necesitado ayuda suplementaria en el conocimiento de nuestro idioma, todas, tenemos el imperioso deber de rendir un homenaje a su recuerdo y a la obra de toda su vida”.
Zaragozano. De Zaragoza, ciudad y provincia españolas. Cesaraugustano. [Moliner nació hace 125 años en una localidad al sur de la provincia de Zaragoza. Por tanto, es una madrileña nacida en Paniza].