La zona del centro de Madrid a la que no llegan las medidas para controlar los pisos turísticos

El Plan Revive de Almeida, que limita la concesión de licencias para apartamentos vacacionales dentro de la almendra central, afecta a distritos como Chamberí, pero no a Tetuán, pese a que tienen casi el mismo número de ellos

Un edificio convertido entero en viviendas turísticas, en la Avenida del Dr. Federico Rubio y Galí de Tetuán, en Madrid.Álvaro Sánchez Martín

Los vecinos de Tetuán no entienden cómo es posible que les hayan dejado fuera del plan para regular la oferta de pisos turísticos, cada vez más disparada en Madrid. El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, presentó en noviembre el plan Reside, con el que promete mejorar la vida de los madrileños que viven en algunas zonas tensionadas. Entre las medidas está, por ejemplo, prohibir las viviendas turísticas en comunidades de vecinos. En su lugar, tendrán que funcionar en edificios reservados exclusivamente a los apartamentos de alquiler vacacional. Pero estas medidas solo se aplicará en la zona registrada como APE 00.01, que cubre casi toda la almendra central. Dentro de esa área está el distrito de Chamberí, que tiene 936 pisos turísticos entre los legales e ilegales, según los datos del INE de 2024 usados por el Ayuntamiento. Un poco más al norte, en Tetuán, nada va a cambiar en la normativa sobre este asunto, a pesar de que el número allí es muy similar, 903 en total. De los que hay en Tetuán, solo 99 operan con licencia. Esta mañana, la vicealcaldesa, Inma Sanz, no se ha cerrado a atender la demanda de los vecinos. “El proyecto está todavía en fase inicial”, ha recordado. “Puede haber algunas alegaciones y desde el área de Urbanismo las atenderemos”.

La Asociación de Vecinos de Cuatro Caminos-Tetuán ha redactado un comunicado pidiendo que esas restricciones se apliquen en toda la ciudad o, al menos, se amplíen a su distrito. Temen que si se endurecen los criterios para poner pisos turísticos en el centro de Madrid, los inversores desplacen sus operaciones inmobiliarias a otros barrios bien situados, como el suyo, donde los criterios son mucho más flexibles. Para hacerse oír, irán este jueves por la tarde al pleno de su distrito y pedirán que desde allí se inste al gobierno municipal a replantearse ampliar el plan también a sus barrios.

El Ayuntamiento de Madrid es consciente de que en toda la ciudad hay 16.250 pisos turísticos de los cuales solo 1.131 operan de manera legal. No llega al 7% del total. A pesar de que ese desajuste indica que la normativa casi nunca se respeta, Almeida anunció en noviembre un plan para endurecer los criterios a la hora de conceder licencias en el centro de la ciudad, donde el metro cuadrado está en 6.397 euros, su máximo valor histórico. Las inmediaciones a la Puerta del Sol, a la Gran Vía o a la Plaza Mayor son los destinos preferidos por los turistas y, por tanto, los lugares más jugosos para invertir en alquileres de corta duración. En 2024 había ofertados 6.814 apartamentos de ese tipo entre legales e ilegales, un 41% del total de la ciudad.

En un mercado que se mueve en internet a través de grandes plataformas de alcance internacional, como Airbnb, cualquier tipo de control desde una Administración municipal es muy limitado. Sin embargo, todos los grupos políticos del Ayuntamiento coinciden en que si no se ponen topes al negocio, puede transformar gravemente la fisionomía y la vida de los barrios. Por eso, entre las medidas estrella del plan por el que apuesta Almeida, no solo está la de no permitir viviendas de uso turístico en edificios residenciales, sino también la de no conceder licencias para montar apartamentos en locales que fueron fruterías, peluquerías u otros comercios de barrio. Según los datos del propio Consistorio, de 2015 a 2024 se han transformado 3.306 locales en viviendas y/o pisos turísticos en Madrid.

Viviendas turísticas en Tetuán (Madrid).Álvaro Sánchez Martín

Antonio Granero, portavoz de la Asociación de Vecinos de Cuatro Caminos-Tetuán lo explica basándose en su propia experiencia: “El comercio por el que has pasado toda tu vida un día cierra y, en solo unos pocos meses, te encuentras la sorpresa. Se ha convertido en una vivienda turística”. Maite, que no quiere dar su apellido, es la dueña de uno de los pocos comercios que quedan en Tetuán. Tiene un taller de neumáticos en una esquina de la calle de Castilla. Desde allí señala todas las casas a pie de calle que puede ver sin desplazarse de su puerta: “Eso de allí antes era una imprenta. Eso otro, un bar. La de las rejas blancas que ves un poco más allá, eso era una tienda de electrodomésticos”. De las tres casas que ha señalado, una es un apartamento vacacional. Así lo delata una caja con candado pegada al marco de la puerta, donde los huéspedes depositan sus llaves cuando su estancia concluye.

Según los datos del portal del Ayuntamiento, de las 99 viviendas de uso turístico que hay en Tetuán, 77 están a pie de calle. “Todo lo que acaba en ia desparece. Las jugueterías, fuera. Las peluquerías, las fruterías, las lavanderías”, lamenta Maite. “En cuanto se cierra un negocio aparece una casa. No falla”, señala. “El barrio sin negocios pierde vida. Esto está cada vez más muerto”.

A pesar de que los que están a pie de calle son los más evidentes, porque se pueden distinguir a simple vista, hay muchos diseminados en diferentes comunidades de vecinos que se han acostumbrado a convivir con el ruido del traqueteo de las maletas en el rellano. Antonio Granero explica el experimento que hizo junto a sus vecinos hace seis meses: “En la aplicación de Airbnb había entonces 600 ofertas. En solo estos pocos meses ya son 700″. Sin embargo, la plataforma Inside Airbnb da una cifra mucho más alta: 1.616 viviendas turísticas. Granero y varios miembros más de la Asociación Vecinal de Cuatro Caminos-Tetuán se van a presentar en el pleno de distrito este jueves para pedir que se inste a Almeida a que proteja también los barrios en los que viven de un mercado descontrolado.

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