Ayuso quiere que los restaurantes adapten sus horarios a los turistas: “Nuestro grito de guerra es ‘Welcome Tourist”
En plena polémica por la turistificación, que impulsa una manifestación el 13 de octubre, la baronesa adapta el ‘Refugees Welcome’ de Carmena
Hubo un tiempo, allá por 2015, cuando Manuela Carmena era la alcaldesa de Madrid, en el que las paredes del palacio de Cibeles se vistieron con una pancarta que era toda una declaración de intenciones: Refugees Welcome. Bienvenidos los migrantes refugiados. Casi 10 años después, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, recupera este martes el lema y lo resignifica para utilizarlo como parte de la guerra cultural frente a la izquierda que la ha llevado a convertirse en un ref...
Hubo un tiempo, allá por 2015, cuando Manuela Carmena era la alcaldesa de Madrid, en el que las paredes del palacio de Cibeles se vistieron con una pancarta que era toda una declaración de intenciones: Refugees Welcome. Bienvenidos los migrantes refugiados. Casi 10 años después, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, recupera este martes el lema y lo resignifica para utilizarlo como parte de la guerra cultural frente a la izquierda que la ha llevado a convertirse en un referente clave de la derecha. “Acuñamos un grito de guerra, Welcome Tourist”, entona, mientras avanza que su Gobierno trabaja para que los restaurantes adelanten los horarios en los que sirven comidas y cenas para así adaptarse a los extranjeros que visitan la región. Un proyecto que contrasta con las propuestas de la oposición de izquierdas para que los turistas paguen una tasa, o con las quejas por la progresiva turistificación del centro de la capital, tan repleta de visitantes como de pisos turísticos. Ese, precisamente, es uno de los motores de la manifestación convocada el 13 de octubre por la vivienda asequible.
“Acuñamos un grito de guerra, Welcome Tourist”, arranca Díaz Ayuso, que ya utilizó ese lema la semana pasada, por lo que no tiene nada de casual. “Creemos en ellos”, apunta. “Nos necesitamos”, sostiene. “Seguimos trabajando para seducir a todos los públicos”, añade. “Por eso, estamos poniendo en marcha una apertura de nuestros establecimientos, adelantándolos al mediodía, y a la hora de la cena”, argumenta. Y ejemplifica: “Del mismo modo que nos pasa a los españoles, que muchas veces, cuando salimos fuera, a poco que nos descuidamos, no comemos o no cenamos [porque todo ha cerrado ya], pues al revés también. Entendemos que nos tenemos que adaptar a quienes nos visitan, a quienes nos honran con su visita, y confían en nosotros”.
Esto amplía un portavoz gubernamental: “Son conversaciones y una línea de trabajo abierta con el sector. Se está trabajando para facilitar horarios a turistas que vienen de países donde comen a las 12.00-13.00 o cenan tipo 18.00-19.00″. Fuentes del sector entienden que el Ejecutivo llevaría a cabo su proyecto con una modificación de la orden de horarios de 2022. En todo caso, Hostelería Madrid, referente patronal en el sector, aclara que no están en conversaciones con el Gobierno regional para ningún tipo de cambio horario.
Es de suponer que la intervención de Ayuso suena a música celestial en los oídos que la escuchan, pues se produce en la presentación de Madrid, Capital Europea de la Cultura Gastronómica 2024. Ocurre, también, que esa petición de flexibilizar los horarios de un sector tradicionalmente sometido a horarios extenuantes llega en una región que en 2012 se convirtió en el laboratorio de la liberalización de los horarios comerciales, tan apoyada por las grandes superficies y la patronal como criticada por el pequeño comercio. Pero, sobre todo, es una propuesta a favor del turismo que parece hecha a contracorriente.
Así, la confluencia de la llegada masiva de turistas, la proliferación de pisos turísticos y el continuo aumento del precio de la vivienda ha provocado manifestaciones en los dos archipiélagos y en grandes ciudades como Madrid, Valencia y Barcelona, en este caso con una protesta contra la Copa América de Vela que incluye una crítica al modelo turístico y una denuncia de su impacto sobre la vivienda.
20.000 millones de euros
En el caso de la capital, los estudios muestran que la turistificación expulsa lejos del centro a las familias y a la población que busca arraigo, redes comunitarias y coberturas sociales que dan vida propia a la ciudad. No obstante, el Gobierno regional tiene otra perspectiva. Así, las previsiones del Ejecutivo autonómico apuntan a que el año cerrará con un gasto turístico total internacional récord que superará los 16.000 millones de euros, superando ampliamente los 13.000 logrados en 2023, y que unido al de los visitantes nacionales llevará a superar los 20.000.
“La Comunidad de Madrid ama al turismo y dice abiertamente Welcome Tourists”, dijo Ayuso la pasada semana, durante la presentación de la campaña nacional de promoción turística ¿Cuántos días vas a quedarte?, que invita a los visitantes a descubrir la riqueza de sus tres declaradas Patrimonio Mundial de la Unesco: Aranjuez, Alcalá de Henares y San Lorenzo de El Escorial. “Queremos que los turistas se encuentren en casa, en una región alegre, acogedora y amable con todo el mundo, con el que llega por primera vez”, enfatizó la presidenta, que añadió su deseo de que “nos elijan para vivir o que lo hagan sus hijos, y que muchos jóvenes también decidan venir a Madrid a emprender una nueva vida laboral a estudiar”.
Ese interés por potenciar destinos fuera de la capital rima con el plan estratégico 2024-2027 del Ayuntamiento, enfocado en tres verbos, “redefinir, redistribuir y regenerar”, con el que pretende sentar las bases de una nueva relación entre Madrid y sus turistas. En este nuevo modelo se enmarca la llegada de la Fórmula 1 en 2026, potenciar los meses de verano durante los que cae el turismo, o desarrollar nuevos atractivos que saquen al turismo del centro de Madrid. Para empezar, como está negociando Ayuso, adaptando los horarios de comidas y cenas a las costumbres de los visitantes internacionales.