El Gobierno pide a Madrid hacer más sondeos en Montecarmelo tras no encontrar restos de brigadistas

ºLa Secretaría de Estado de Memoria Democrática cree que los restos de los 450 brigadistas internacionales trasladados a una fosa común al final de la Guerra Civil se encuentran en el espacio donde no tienen permiso para trabajar

Inicio de los trabajos de búsqueda de los restos de brigadistas internacionales en la posible fosa común en Montecarmelo.Jaime Villanueva

La Secretaría de Estado de Memoria Democrática ha pedido este lunes al Ayuntamiento de Madrid ampliar las prospecciones arqueológicas llevadas a cabo sin éxito desde el 13 de agosto en la parcela de Montecarmelo, donde el Gobierno municipal de José Luis Martínez Almeida pretende hacer un cantón de limpieza. Hasta el momento no se han encontrado los restos de los 451 brigadistas internacionales que fueron desenterrados del cementerio de Fuencarral al fin de la Guerra Civil para ser trasladados a una fosa común por esa zona. Aunque lo cierto es que el consistorio madrileño solo ha permitido buscar en dos puntos del terreno.

El delegado del Área de Gobierno de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid, Francisco de Borja Carabante, se ha comprometido a través de un audio que ha difundido a la prensa a seguir colaborando con el ministerio de Memoria Democrática, “pero siempre dentro del marco legal”. Esto supone que la solicitud para ampliar las excavaciones del Ministerio deberá estar acompañada “de las pruebas documentales o de la relación de indicios que la justifiquen”, según aparece en el artículo 14 de la Ley de Memoria Democrática. El delegado ha insistido después en que no hay “el mínimo indicio de la existencia de dicha fosa”.

Algo que no es cierto, ya que como ha publicado este periódico la exhumación consta en los documentos digitalizados del Archivo de la Villa. Luis González, historiador y vecino de Montecarmelo, encontró en los libros de actas de las sesiones del Ayuntamiento del municipio Fuencarral ―absorbido por Madrid en 1951― el folio 66, en el que el pleno confirma estar enterado de la orden del gobernador civil Manuel Mora Figueroa de desenterrar a los brigadistas y aprueba la moción de trasladar los restos “a la fosa común del cementerio de esta localidad”. El documento data del 26 de junio de 1941, aunque se archivó, supuestamente por un error, en 1944.

González se ha indignado con las declaraciones de Carabante de este lunes: “Todas esas afirmaciones son rotundamente falsas”. Le ha sorprendido que el delegado haya negado la existencia de documentos precisamente que acrediten la existencia precisamente de esta fosa. “No existe una sola fosa [común] en España que esté regulada, salvo esta, que es absolutamente legal y está totalmente documentada”.

Según el Ministerio de Política Territorial y Memoria Democrática, solo han podido hacer excavaciones en dos puntos que “no presentan elementos de relevancia arqueológica”, pero que son “las únicas donde el Consistorio [el propietario de la parcela] otorgó permiso para realizar excavaciones”. De las nueve hectáreas que ocupa la parcela, el terreno donde se ha excavado es “minúsculo”, asegura un portavoz de la plataforma vecinal No al cantón de Montecarmelo, y encontrarlo a la primera habría sido una “casualidad”. “Es como buscar una aguja en un pajar”, añade.

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Los especialistas encargados de la exploración han llegado a 10 metros de profundidad y solo han encontrado “escombros modernos”. La Asociación Científica ArqueoAntro ―contratada por la Secretaría de Estado para realizar el trabajo de investigación― ha aconsejado “ampliar los sondeos a otras zonas que sí son susceptibles de dar resultados positivos”. El equipo de científicos acumula una década de experiencia en excavaciones y exhumaciones de fosas comunes. Ha trabajado en Paterna, Castellón (Comunidad Valenciana), Teruel (Aragón) y Brunete (Comunidad de Madrid), entre otras.

Desde la plataforma No al cantón de Montecarmelo se quejan de que, independientemente de encontrar los restos de esta fosa común, las obras del cantón “en pleno corazón del barrio” de un “macrobasurero” va a “distorsionar por completo” la vida de los vecinos, que llevan décadas usando ese espacio como zona verde por la que muchos salen a correr, a pasear o a montar en bici.

No es la primera vez que se han hecho obras en esa zona. En 2017, con Manuela Carmena como alcaldesa, hizo una rehabilitación y ampliación del cementerio de Fuencarral. El Ayuntamiento aseguró entonces desconocer la ubicación de la fosa. “La Empresa Municipal de Servicios Funerarios y Cementerios de Madrid, S.A. desconoce la posible ubicación actual de los restos de los brigadistas [...] y no tiene conocimiento de la existencia de ningún indicio, evidencia, información o documento que acredite dicha ubicación”, dice el boletín de prensa publicado en agosto de 2017. Sin embargo, en ese momento no se realizó ningún tipo de estudio para confirmarlo.

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