Ayuso defiende no haber trasladado a ancianos de las residencias a los hospitales en la pandemia: “No se salvaban en ningún sitio”
La Asamblea vive una bronca sesión por el choque entre el PP y Más Madrid por las muertes de los residentes en 2020
Dos preguntas desatan este jueves una tormenta en la Asamblea de Madrid. “¿No hicieron nada mal? ¿Entonces es que lo volverían a hacer?”, inquiere durante la sesión de control al Gobierno Manuela Bergerot, la portavoz de Más Madrid, desatada en su denuncia de las 7.291 muertes de ancianos que no fueron trasladados desde sus residencias a los hospitales en lo peor de la pandemia del coronavirus; encendida en sus críticas a ...
Dos preguntas desatan este jueves una tormenta en la Asamblea de Madrid. “¿No hicieron nada mal? ¿Entonces es que lo volverían a hacer?”, inquiere durante la sesión de control al Gobierno Manuela Bergerot, la portavoz de Más Madrid, desatada en su denuncia de las 7.291 muertes de ancianos que no fueron trasladados desde sus residencias a los hospitales en lo peor de la pandemia del coronavirus; encendida en sus críticas a la presidenta, Isabel Díaz Ayuso, y lista para adelantarse a la respuesta que espera, pues piensa que la líder regional le dirá que todo se hizo bien. Pero se equivoca. Porque Ayuso cumple con su previsión, pero luego va un paso más allá y, mientras el hemiciclo se llena de gritos, protestas, zapateos y golpes contra los escaños, suelta: “Cuando una persona mayor estaba gravemente enferma, con el covid, con la carga viral que había entonces, no se salvaba en ningún sitio”. Y la bronca se multiplica, porque así el PP admite indirectamente la aplicación de unos protocolos que durante largo tiempo negó haber activado.
Es un día como ningún otro en la Asamblea regional. Como adelantó EL PAÍS, la jornada empieza con la dimisión de Ana Cuartero (Vox) como presidenta de la comisión de la vigilancia de las contrataciones, en protesta por las trabas que le pone la mayoría absoluta del PP a su labor fiscalizadora. Continúa con agitadas conversaciones en los pasillos sobre el fiasco gubernamental de la víspera, fichar y cesar en solo unas horas del miércoles al exgeneral de la Guardia Civil Arturo Espejo por su relación con el caso Zabalza. Y alcanza su punto de ebullición cuando, en el pleno, se afea al Gobierno que se oponga a hacer públicas las actas policiales de inspección de las residencias durante la pandemia, o que este celebre a lo grande que un juzgado haya archivado, amparando su trabajo, una de las causas abiertas por las muertes en esas instituciones.
“Señora Ayuso, sus protocolos condenaron a morir a miles de mayores sin ir a un hospital, murieron ahogados, sin medicación para el dolor”, describe Bergerot, mientras en la bancada del PP empiezan a agitarse los diputados. “Por eso ustedes esconden las actas”, añade mientras muestra y lee una. “Tienen el descaro de presumir de que un juzgado de Parla ha archivado su causa, cuando tienen más de 150 querellas abiertas”, sigue. “¿No hicieron nada mal? ¿Entonces es que lo volverían a hacer?”, pregunta. Y se adelanta a la respuesta: “No me lo diga a mí. Dígaselo a los familiares de los 7.291 mayores que murieron sin ir al hospital por culpa de sus protocolos. Más pronto que tarde habrá justicia”.
El dato de 7.291 muertos al que se refiere Bergerot este jueves procede del diario InfoLibre, que analizó las muertes por cualquier causa dentro de residencias madrileñas en los meses de marzo y abril de 2020. Fue en esos meses cuando los protocolos hicieron mayores estragos. Este medio publicó datos de derivaciones a hospitales de la Consejería de Sanidad que muestran que las exclusiones fueron más intensas entre el 9 de marzo y el 5 de abril y, con especial intensidad, entre el 16 y el 29 de marzo. Conforme los hospitales liberaron camas, los geriatras dejaron de actuar de filtro y los residentes enfermos volvieron a ser admitidos, aunque esa situación varió de un hospital a otro. Según un análisis que publicó EL PAÍS, en toda la primera ola (de marzo a junio de 2020) murieron 11.389 mayores que vivían en residencias, de los cuales 8.338 (el 73%) no fueron trasladados a un hospital.
Mientras Bergerot habla, Ayuso la escucha, toma notas, y las comparte con su segundo de a bordo, el consejero Miguel Ángel García. Cuando llega su turno de réplica, dispara con todo, pues hace tiempo que decidió que en este tema la mejor defensa es un buen ataque. Y por eso presume de que Madrid fue la primera región en cerrar los centros educativos para frenar la expansión del virus, pese a que en realidad se le adelantó el País Vasco. Y por eso culpa al Gobierno de Pedro Sánchez de no haber hecho “nada”. Y por eso desliza que en Aragón, entonces gobernada por el PSOE, también hubo protocolos de triaje que impedían el traslado de los residentes a los hospitales para que estos no colapsaran por un exceso de afluencia de pacientes.
“La gestión que realizó el Gobierno de la Comunidad nos puso primero con una amplia mayoría y luego con una mayoría absoluta, y no lo soportan”, argumenta Ayuso, como si las urnas absolvieran cualquier problema de gestión, todos los pecados y errores. Y entonces, lanza: “Mucha gente mayor, cuando iba a los hospitales, también fallecía. Porque cuando una persona mayor está gravemente enferma, con el covid, con la carga viral que había entonces, no se salvaba en ningún sitio, y ustedes, sin humanidad, niegan la verdad”.
Habría dado igual, viene a decir la presidenta de la Comunidad de Madrid. El impacto de esas palabras casi apaga la bronca que rodea hasta entonces su intervención. Se empieza a oír entonces la admonición del presidente de la Asamblea, Enrique Ossorio (PP), a la bancada de Más Madrid. Les pide a los diputados del principal partido de la oposición que dejen de interrumpir. Les ronronea que tienen buenos oradores, pidiéndoles que en consecuencia usen la palabra, pero cuando sea su turno. Pero ya da igual, porque el recuerdo de los ancianos fallecidos ha dejado agotados a los diputados, como si sopesaran en sus cabezas lo que significan 7.291 muertes, una a una, solos, casi todos, en una residencia.
Suscríbete aquí a nuestra newsletter diaria sobre Madrid.