El Gobierno de Ayuso vendió que su Atención Primaria obtuvo un sello europeo “de excelencia”, pero en realidad es una nota “mediana”
El delegado de la organización EFQM explica que la credencial no significa que la Comunidad tenga los mejores centros de salud: “Sería una exageración tremenda”
La mano derecha de Isabel Díaz Ayuso en el PP de Madrid, Alfonso Serrano, publicó este lunes uno de esos tuits que desatan guerras de zascas. “Así es como ‘nos cargamos’ la sanidad madrileña, según algunos…” dijo con sarcasmo, enlazando a un artículo del medio The Objective en el que se recogía...
La mano derecha de Isabel Díaz Ayuso en el PP de Madrid, Alfonso Serrano, publicó este lunes uno de esos tuits que desatan guerras de zascas. “Así es como ‘nos cargamos’ la sanidad madrileña, según algunos…” dijo con sarcasmo, enlazando a un artículo del medio The Objective en el que se recogía una nota de prensa del Gobierno madrileño: “La Comunidad de Madrid logra en España el primer sello de excelencia europea EFQM 400 para Atención Primaria y sus centros de salud”. La noticia era una bomba que fue rápidamente respondida. Muchos pusieron en duda la credibilidad de este certificado poco conocido por el público general, sugiriendo que Ayuso había comprado este sello para tapar su mala gestión sanitaria. Ya existía un precedente: la presidenta lleva tiempo retorciendo un informe de la UE que evalúa la salud de los ciudadanos (parámetros como la esperanza de vida o la tasa de suicidios) para hacer creer que tiene la mejor sanidad de Europa.
Madrid es la última región de España en gasto sanitario per cápita y también es última en porcentaje de su presupuesto sanitario dedicado a atención primaria. Además, los centros de salud tienen un reto para retener a los médicos MIR por los bajos salarios y según el principal sindicato médico, Amyts, en diciembre 18 centros de salud se encontraban en estado crítico por la falta de médicos y pediatras. ¿Cómo es posible este reconocimiento europeo?
La EFQM (siglas inglesas de Fundación Europea para la Gestión de la Calidad) tiene sede en Bruselas y se define en su web como una entidad sin ánimo de lucro e independiente. Fue creada en 1989 cuando los CEOs de 67 empresas europeas se pusieron de acuerdo para crear lo que llamaron un modelo de excelencia de gestión con la idea de aumentar la competitividad empresarial en Europa. Crearon el modelo EFQM, un marco de gestión que ayuda a las empresas a “gestionar el cambio” y “mejorar su rendimiento”. Según la fundación, 50.000 organizaciones se han beneficiado de este modelo a lo largo de 30 años. En España, en los últimos 20 años se ha reconocido la excelencia en la gestión a más de 3.000 organizaciones, entre ellas muchos hospitales privados y públicos.
El responsable de su evaluación y entrega en España es el Club de Excelencia de Gestión, que es el socio oficial en España de la EFQM. El Club es el único autorizado para otorgar el sello EFQM en territorio estatal. Su sede está en la calle Serrano de Madrid y su director general, Ignacio Babé, responde al teléfono que “quizás la Comunidad de Madrid ha sobrevendido su mercancía”.
Usualmente estos reconocimientos obtienen una difusión limitada o son comunicados por las organizaciones principalmente a sus empleados. Pero en este caso la noticia ha tenido amplia repercusión en los medios de comunicación y puede haber inducido a confusión.
“Decir que tienen unas bases buenas para la gestión es adecuado”, aclara. “Decir que tienen la mejor atención primaria de España sería una exageración tremenda”.
Quizás la Comunidad de Madrid ha sobrevendido su mercancíaIgnacio Babé, director general de Club Excelencia en Gestión
Precio: 18.700 euros
Explica que este sello se da a las organizaciones que toman la iniciativa de pedirlo, a cambio de un precio. En este caso fue de 18.700 euros. La Comunidad solicitó el servicio el 6 de octubre y el Club de Gestión designó a cuatro evaluadores que hicieron su trabajo durante diez días en noviembre, incluyendo cuatro días de visitas a centros de salud, en los que entrevistaron a más de un centenar de profesionales. El director del Club explica que tratan de mantener “la máxima neutralidad”. “Tenemos 150 evaluadores formados en nuestro modelo y siempre usamos un equipo que combine evaluadores que conozcan el sector con otros que no”.
Examinan tres bloques: dirección (el por qué de la organización) ejecución (el cómo) y resultados (los logros). Los evaluadores puntúan a la organización según siete criterios basados en esos pilares. “Nuestro modelo solo mide la calidad de la gestión. De lo que sabemos es de gestión, no de política sanitaria. Yo miro si tu estrategia tiene sentido para una organización como la tuya, pero no puedo entrar a discutir si políticamente eso tiene sentido”, enfatiza el director del Club.
“No miramos si la organización está bien dotada de recursos frente a los ciudadanos. Lo que miramos es que está bien dotado de recursos para hacer el trabajo. Que su gestión sea eficaz o eficiente”, explica Babé.
De este modo, el bajo presupuesto de la Atención Primaria puede haber beneficiado al sistema madrileño. El presidente de la Sociedad Española de Directivos de la Salud, José Soto Bonel explica cómo funciona el cálculo de la eficiencia. “Si los costes bajan y la actividad es la misma, sube la eficiencia”. Es decir, si un médico que debería ver a 34 pacientes al día acaba viendo a 70, con el mismo coste, estará siendo más eficiente.
Soto Bonel está familiarizado con el sello porque su uso está muy difundido en la sanidad española. Dice que todos los grandes hospitales de Madrid lo tienen, incluido el Clínico, donde fue gerente 21 años hasta 2022: “Es un reconocimiento que los hospitales buscan para ganar la confianza de los ciudadanos”.
Nota: 400 puntos
Ayuso ha salido al paso de las críticas diciendo en X (antes Twitter) que la Comunidad ha pagado por ser examinada y no por el resultado, pero lo cierto es que incluso si hubiera sacado la peor nota, también habría recibido el sello EFQM. Todas las organizaciones solicitantes lo obtienen, acompañado de una puntuación que en caso de Madrid ha sido de 400. El puntaje mínimo que otorga EFQM es 200 y el máximo es 1.000, pero nadie en el mundo ha obtenido esa marca, que sería la perfección, añade Babé: “El máximo obtenido es 700, que solo lo han recibido en España unas cuatro o cinco organizaciones”.
“400 es un nivel mediano”, explica Babé. “No es destacable ni por bueno ni por malo”.
La Consejería de Sanidad ha precisado que los evaluadores han destacado la cultura de aprendizaje, el despliegue completo de los objetivos del contrato programa y el seguimiento de sus indicadores y resultados para la toma de decisiones, la cartera de servicios estandarizados, el compromiso con la sociedad a través de su estrategia de salud comunitaria o la apuesta por la investigación y la innovación.
Organizaciones como Amyts han reaccionado con indignación a la noticia. Se preguntan qué centros de salud han visitado los evaluadores. “¿Han ido a Abrantes, Carbanchel Alto o Soldevilla? Porque son centros con plantillas diezmadas donde se está atendiendo estos días a 70 y 80 pacientes por consulta en un solo día”, dice la secretaria general de este sindicato. “Es un titular tan puramente propagandístico como el Zendal”. Ni la Comunidad de Madrid ni el Club de Excelencia de Gestión han revelado qué centros han sido visitados.
Aurora García, portavoz de la sociedad de médicos de familia Semergen y directora del centro Almendral (en Usera, sur de la capital), celebra el reconocimiento pero se pregunta también con quién han hablado los evaluadores. “No es lo mismo que pregunten a profesionales de despacho que a los de los centros de salud”. Y añade: “Han destacado la apuesta por la innovación, pero la verdad es que no tenemos tiempo para eso”.
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