El ‘Pinar de los Belgas’: ¿dos políticas de conservación enfrentadas?

Este monte de Rascafría está a punto de ser incluido en el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, pero el debate será cómo hacerlo

Panorámica del monte Pinar de los Belgas, ubicado en Rascafría (Madrid).Rafael Bastante (Europa Press/ Getty Images)

Tras la compra por parte el Estado en 2021 del monte Cabeza de Hierro o Pinar de los Belgas, en Rascafría (Madrid), el Ministerio de Transición Ecológica ha confirmado, después de largos estudios técnicos, la idoneidad de incluirlo en el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama y su entorno inmediato. El debate que seguramente se va a ...

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Tras la compra por parte el Estado en 2021 del monte Cabeza de Hierro o Pinar de los Belgas, en Rascafría (Madrid), el Ministerio de Transición Ecológica ha confirmado, después de largos estudios técnicos, la idoneidad de incluirlo en el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama y su entorno inmediato. El debate que seguramente se va a abrir en estos momentos es cómo hacerlo. El organismo autónomo de Parques Nacionales, entidad propietaria del monte, quiere incorporarlo siguiendo la misma vía utilizada en 2013 para incluir el colindante monte de Valsaín, en San Ildefonso (Segovia), también de su propiedad.

Esta fórmula consiste en la aplicación de la figura denominada “área de especial protección”, que permite la continuidad de la explotación forestal tradicional (no admitida por el plan director de la red) sin menoscabo de la protección que garantizan los Parques Nacionales. De esta forma se incorporarían al parque las zonas altas del Pinar de los Belgas no maderables (un 25% de sus 2.016 hectáreas de superficie), acogiéndose el resto bajo esta figura que permite el aprovechamiento maderero.

La Comunidad de Madrid, por su parte, quiere incorporar al parque nacional la totalidad del monte a costa de suprimir su explotación centenaria, lo que puede sonar bien a oídos del conservacionismo, aunque la realidad es más compleja. Y es que un riesgo que hoy amenaza a nuestros bosques, colateral a la crisis climática, es el deterioro o el abandono de la gestión forestal, cuyos costes económicos se han disparado hasta dejar de ser rentable en muchos montes privados. El aprovechamiento maderero tradicional, hoy muy restringido por condicionamientos ambientales, es una forma de gestión sostenible en estos grandes pinares colindantes.

Pero como la gestión de los montes públicos es competencia de las comunidades autónomas, que son las que marcan las líneas de las distintas políticas forestales regionales, los límites administrativos pueden dificultar la conjunción de criterios de protección en ecosistemas forestales compartidos. La inclusión total del Pinar de los Belgas en el parque nacional conllevaría diferentes modelos de gestión para estos dos montes tan próximos e interconectados ecológicamente, con el consiguiente riesgo de discrepancias técnicas y políticas entre administraciones, además de la pérdida de empleo rural en el entorno y la desaparición de valores culturales en el espacio protegido. No todo puede destinarse al turismo en el parque nacional, como parece querer vender políticamente el gobierno madrileño con esta y otras ampliaciones previstas…

El gran Pinar de los Belgas es de importancia estratégica por su función protectora de los recursos hídricos y la biodiversidad, y la mejor garantía para su conservación es incluirlo en el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama siguiendo los mismos criterios aplicados en el pinar hermano de Valsaín, con el que comparte territorio, orografía, historia, valores naturales, paisaje y cultura forestal.

Julio Vías es ambientalista y profesor universitario


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