De Toni Cantó a Villapadierna Sánchez, Ayuso vuelve a cambiar la polémica Oficina del Español

La Comunidad cesa al actual director, aunque un portavoz dice que mantiene sus mismas responsabilidades tras un cambio organizativo para darle mayor rango al organismo

Isabel Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, y Toni Cantó en la presentación de la Oficina del Español y el próximo festival de la Hispanidad 2021, en el Círculo de Bellas Artes. Foto Samuel SánchezSamuel Sánchez

El consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid ha aprobado este martes el cese de José Ramiro Alonso de Villapadierna Sánchez como Director de Área de la Oficina del Español. La decisión llega menos de un año después de que este antiguo periodista accediera a un puesto remunerado con 75.000 euros, aunque continuará en el Gobierno con funciones similares, según un portavoz gubernamental, pues, afirma, “lo que...

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El consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid ha aprobado este martes el cese de José Ramiro Alonso de Villapadierna Sánchez como Director de Área de la Oficina del Español. La decisión llega menos de un año después de que este antiguo periodista accediera a un puesto remunerado con 75.000 euros, aunque continuará en el Gobierno con funciones similares, según un portavoz gubernamental, pues, afirma, “lo que se ha hecho es un cambio de estructura interna para darle mayor rango a la Oficina”. De esta manera, la dirección general de Patrimonio Cultural, que encabeza Bartolomé González, incluye desde ahora el control del organismo bajo sus competencias. Un cambio que el Ejecutivo describe como meramente organizativo, y que vuelve a poner bajo los focos a una Oficina marcada por la polémica desde su misma creación, en 2021, y con el exactor y exdiputado de UPyD y Cs Toni Cantó al frente.

“Lo único que se ha hecho es un cambio de estructura interna en la Consejería de Cultura y se le ha dado un mayor rango a la Oficina del español para potenciarla”, afirma un portavoz del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso, que impulsó personalmente este proyecto al incluirlo ya en su programa electoral para las elecciones de 2021. “El nombramiento de Ramiro no tiene que pasar por consejo de gobierno”, añade este interlocutor, subrayando que el director de área cesado seguirá en el Ejecutivo pese a que no haya trazas documentales públicas al respecto.

La Oficina del español ha sido una patata caliente en los Ejecutivos de Díaz Ayuso desde que echó a andar. Primero, arrancó con polémica: tras quedarse Cantó sin lugar en la lista electoral del PP para las elecciones autonómicas, al no haber cumplido con los trámites administrativos en tiempo y forma, la presidenta regional le recuperó para su Ejecutivo al crear este órgano unipersonal. “El chiringuito soy yo”, dijo el propio Cantó, queriendo desmentir con esas palabras lo que esas mismas palabras parecían describir.

Luego, tras meses de críticas por parte de toda la oposición, de Podemos a Vox, el organismo vivió un segundo momento crítico: Cantó, que había defendido la utilidad de su trabajo, y el impulso que con él le había dado al Festival de la Hispanidad, lo abandonó de la noche a la mañana para incorporarse como presentador a una televisión próxima a Vox (7NN).

Golpe de timón

Díaz Ayuso dio entonces un golpe de timón que parecía una enmienda a la totalidad de lo hecho hasta entonces. Para sustituir a Cantó nombró a Villapadierna Sánchez. De esta manera, la Oficina del Español pasó de estar en manos de un exdiputado sin ninguna experiencia de gestión a pasar a las de un especialista en diplomacia cultural. De un exactor sin ninguna preparación para dirigirla a un exrepresentante del Instituto Cervantes en Praga y Frankfurt. Y de un político que saltó de UPyD a Cs, y de Cs al PP, a un profesional de larga trayectoria en el periodismo que hasta ese momento gestionaba la cátedra Mario Vargas Llosa, dedicada a promocionar el universo cultural del Premio Nobel de Literatura.

El salario, en todo caso, siguió siendo el mismo: 75.000 euros al año a cambio de dar la cara por un proyecto con el sello personal de Díaz Ayuso, pero sin atribuciones claras, ni personal a cargo para ejecutar proyectos.

Ahora, cuando aún no se ha cumplido ni un año desde su nombramiento, y cuando se han cumplido los seis meses de las elecciones, lo que debería haber permitido al Gobierno regional asentar sus estructuras, llega un nuevo cambio en la Oficina del español. Cambio de organigrama.

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