Los centros públicos de FP de Madrid, “desesperados” por la falta de prácticas sanitarias para sus alumnos

Los institutos denuncian que cada vez es más difícil que los hospitales de gestión privada acepten a sus estudiantes, que muchos piden una compensación económica a cambio y que las plazas quedan reservadas para los que pagan

Edificio del hospital de la Fundación Jiménez Díaz, en Madrid.Kike Para

En los centros públicos de formación profesional (FP) de la Comunidad de Madrid que ofertan grados sanitarios ―como dietética o imagen de laboratorio― están “desesperados”. Desde hace un par de años, les es cada vez más difícil conseguir prácticas para sus alumnos, porque las empresas sanitarias no los aceptan y, si lo hacen, es con cuentagotas o tras mucho pelear. El motivo principal, denuncian docentes y directores, es que algunas de estas entidades ―en su mayoría ...

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En los centros públicos de formación profesional (FP) de la Comunidad de Madrid que ofertan grados sanitarios ―como dietética o imagen de laboratorio― están “desesperados”. Desde hace un par de años, les es cada vez más difícil conseguir prácticas para sus alumnos, porque las empresas sanitarias no los aceptan y, si lo hacen, es con cuentagotas o tras mucho pelear. El motivo principal, denuncian docentes y directores, es que algunas de estas entidades ―en su mayoría hospitales públicos de gestión privada― piden una compensación económica por admitir a los estudiantes y priorizan a los centros que pagan, los privados. De hecho, una veintena de institutos de la región envió hace apenas dos semanas un escrito a la Consejería de Educación en el que alertan de la situación y solicitan la ayuda de la Administración, porque, sin esas prácticas, los estudiantes no pueden graduarse.

“Es algo generalizado”, asegura por teléfono la jefa de estudios de uno de los institutos públicos más grandes y con más alumnos de FP de Madrid, que prefiere no decir su nombre por temor a posibles represalias. La profesional indica que la pérdida de plazas de prácticas ha sido progresiva y ha coincidido con el bum de los centros privados en la región. “A partir de 2015-2016 empiezan a surgir muchos [centros] privados y ahí nace el problema de las prácticas en hospitales con los siempre que habíamos trabajado. De admitir a 12 alumnos de prácticas un curso, pasaron a ocho el siguiente, y de ocho, a seis, de seis, a cuatro, y así hasta llegar a cero”, cuenta. Entre estos hospitales se encuentran, por ejemplo, el Hospital Central de la Cruz Roja San José y Santa Adela, el Infanta Elena o la Fundación Jiménez Díaz.

El director de este mismo instituto, al este de la comunidad, señala que algunas especialidades están más afectadas que otras ―aunque no hay una que no tenga dificultades―, y pone el ejemplo del grado superior de Anatomía Patológica y Citodiagnóstico: “El año pasado fue tremendo, teníamos dos grupos y logramos colocar solo a la mitad de uno”. Este curso deben encontrar prácticas para unos 280 alumnos de diferentes ramas y estiman que alrededor de 105 estudiantes se quedarán sin ellas. “Estamos todos los centros así. Fatal”, lamenta.

Los docentes comentan que también han percibido una bajada en la oferta de plazas en los hospitales 100% públicos y que el año pasado, por ejemplo, algunos institutos consiguieron las prácticas para todos sus alumnos después de mucho insistir a Educación y de animar a las familias a que interpusieran una queja. Un portavoz de la Consejería de Sanidad asegura que en los hospitales públicos de gestión directa por parte de la Comunidad de Madrid “el modelo de colaboración en materia formativa y de prácticas de FP es el mismo tanto para la pública como para la privada” y que no hay compensación económica. “Se prioriza por orden de solicitud y por la capacidad docente del centro”, señala.

El nombre oficial de estas prácticas es Formación en Centros de Trabajo (FCT), un módulo obligatorio que se desarrolla en entornos reales de trabajo y se cursa en todos los ciclos de grado medio, superior y FP básica. Para llevarlo a cabo, los centros de FP y las empresas deben firmar un convenio, donde queden establecidos el lugar de trabajo, las fechas, los horarios y el número total de horas. “La normativa dice que es obligación de los tutores buscar las prácticas, y al final tenemos que mendigarlas, llorar y pedir favores. Antes, como no había tanta oferta privada, nos cogían alumnos y no había ningún problema”, critica la jefa de estudios. Si los estudiantes no cursan la FCT, no pueden obtener el título ni trabajar, explica.

Hasta 500 euros

Aunque ahora, cuentan profesores y directores, el pago por las prácticas sanitarias es un secreto a voces en el sector, muchos centros se enteraron de lo que ocurría gracias a sus alumnos. “Empezamos a ver que algo pasaba, porque no había motivo para retirarnos plazas. Los propios estudiantes nos decían al volver de las prácticas que sí había huecos, porque veían a alumnos de otros centros, todos privados. Preguntamos y nos dijeron que, claro, eso era porque los privados pagaban y nosotros no”, relata la jefa de estudios. En algunos casos, sigue, uno de los alumnos preguntaba por las prácticas a título personal en el propio hospital, donde le respondían que sí aceptaban a nuevos estudiantes y que le enviarían el convenio por correo electrónico. “Nos quedamos alucinados”, dice la docente.

Uno de los convenios que recibieron ―que no es el que facilita la Comunidad de Madrid― se titula así: “Convenio marco para el desarrollo de un proyecto formativo de cooperación educativa”. En el texto aparecen mencionados cuatro hospitales públicos de gestión privada y 24 cláusulas donde especifican las normas del acuerdo. En la vigesimotercera se indica que el centro de FP “destinará a los hospitales una cantidad de 500 euros por alumno y curso académico que realice sus prácticas”.

Isabel Galvín, secretaria de la Federación de Enseñanza de CC OO en Madrid, considera que esto es “resultado de la burbuja de la FP”: “Han llegado a la formación profesional muchas empresas que no provienen del ámbito educativo, pero que encuentran en el modelo de Madrid un nicho de negocio muy grande”.

Según el buscador de la Comunidad de Madrid, existen, por ejemplo, 23 centros públicos que ofertan grados superiores de la rama sanitaria. Mientras, la lista de privados y privado-concertados incluye 83 centros. “Es una competencia desleal entre centros. Puede que sea legal, pero no es ético ni moral. Si algunos centros pagan porque algunos hospitales cobran por recibir estudiantes en prácticas, la Consejería debería regular esta situación para garantizar que todos los estudiantes de FP de estos grados sanitarios tan demandados por su empleabilidad tengan las mismas oportunidades y los mismos derechos”, añade la responsable sindical.

Un portavoz de la Consejería de Educación, preguntado por si la Comunidad está al tanto de los pagos a los hospitales por las prácticas de FP, solo responde que “la Comunidad de Madrid no paga a estas entidades para que los alumnos realicen prácticas”.

En el escrito enviado a la Administración ―dirigido, en concreto, al Subdirector General de Centros de Formación Profesional y Régimen Especial― los institutos públicos sí advierten de que “en numerosas ocasiones los centros sanitarios donde sus alumnos realizan prácticas muestran preferencia por estudiantes de centros educativos privados, debido a las compensaciones de tipo económico, formativas o en renting [alquiler en inglés] de equipos sanitarios que ellos ofrecen”.

Aunque no en todos. En el hospital universitario Infanta Cristina, en Parla, indican por teléfono que actualmente admiten para prácticas a alumnos del grado medio auxiliar de enfermería y a técnicos de farmacia de “institutos públicos de la zona” y que estos no tienen que pagar nada por ello.

“Los estudios de la rama sanitaria de FP han experimentado un gran incremento de alumnos en los últimos años, y los hospitales tienen que compaginar sus prácticas con otros programas como el MIR. La Consejería de Educación se está reuniendo tanto con los directores de centros educativos sostenidos con fondos públicos que las imparten como con la Consejería de Sanidad para buscar fórmulas que permitan incrementar el número de plazas disponibles”, añade el portavoz de la Comunidad.

Otro de los convenios que ha llegado a los centros públicos, por ejemplo, incluye una cláusula adicional: “La cuantía de la compensación económica derivada de las prácticas a realizar en el centro que deberá abonar el Centro Educativo queda fijada en 0,60 euros por alumno/a por hora”. Si la duración habitual de la FCT es de unas 370 horas, el precio total a pagar por curso y estudiante sería de 222 euros. En algunos grados, en cambio, tienen que llegar a las 440 horas de prácticas, con lo que los centros terminarían abonando 264 euros.

“Los convenios no suelen ser así. Nosotros rellenamos el convenio con las condiciones de la Consejería de Educación, lo firma la empresa, lo firma el centro y por último la dirección de área [el órgano directivo de gestión territorial en la región]. Es la primera vez que veo que me piden dinero por alumno”, señala otra docente, que imparte clase en un instituto al norte de la comunidad.

En su centro, cuenta, de 60 estudiantes de Anatomía Patológica y Citodiagnóstico ―uno de los grados con más dificultades― por ahora solo han conseguido plaza de prácticas dos. “No podemos pagar a los hospitales por hacer las prácticas y los gerentes te lo dicen: ‘Nosotros cogemos de la privada”. La directora de otro instituto público, al sur de Pozuelo de Alarcón, cuenta por teléfono que a la hora de pedir prácticas para los alumnos, a los suyos “les ponen al final de la lista porque primero van los centros privados”. “Todo son problemas”, se queja.

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