Los médicos de primaria de Madrid viven el día de la marmota: piden la sexta cita para negociar con el Gobierno de Ayuso

De nuevo se repite la misma historia: el comité de huelga de los médicos de familia y pediatras de la Comunidad de Madrid ha pedido formalmente una reunión con la Consejería de Sanidad para desencallar la situación y el Gobierno regional espera ahora para dar una respuesta. Unos piden, otros dan cita y de ahí no sale nada. Al menos hasta ahora. Ya ha pasado cinco veces ...

De nuevo se repite la misma historia: el comité de huelga de los médicos de familia y pediatras de la Comunidad de Madrid ha pedido formalmente una reunión con la Consejería de Sanidad para desencallar la situación y el Gobierno regional espera ahora para dar una respuesta. Unos piden, otros dan cita y de ahí no sale nada. Al menos hasta ahora. Ya ha pasado cinco veces desde que comenzó la huelga el 21 de noviembre. En esta ocasión, eso sí, la petición, registrada oficialmente por el sindicato médico Amyts, ha ido dirigida y enviada directamente a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y a los consejeros de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, y el de Hacienda, Javier Fernández-Lasquetty, los interlocutores que considera que realmente tienen poder real para firmar cualquier acuerdo para que luego se cumpla y no se quede en papel mojado. Aunque tampoco parece que en esta ocasión la presidenta y los consejeros vayan a sentarse a negociar con los médicos, según ha avanzado el mismo Escudero, que sigue insistiendo en que es la Comunidad de Madrid la que debe decidir quiénes son los interlocutores válidos. El cuento de nunca acabar sigue sin final.

Esta es la historia de un fracaso, el de una negociación que comenzó con el inicio de la huelga hace un mes y que no avanza ni un milímetro desde hace semanas. Ya ha dejado atrás cinco encuentros infructuosos (el 18, el 23 y 24 de noviembre y el 2 y 15 de diciembre) con el mismo resultado, la nada, pero con versiones posteriores completamente contrapuestas de los que se sentaban en la mesa. Lo único que por ahora ha rebajado la tensión ha sido la nueva posición del Colegio de Médicos de Madrid (Icomem), que hace una semana dio por buenas las ofertas realizadas por el Gobierno de Ayuso y pidió en un comunicado la desconvocatoria de la huelga. Tras el huracán ocasionado entre los colegiados afectados, ha dado marcha atrás: “Si alguien lo ha interpretado como una injerencia en el tema de la huelga, yo pediría disculpas”, asumió este lunes Manuel Martínez-Sellés, presidente del Icomem en una rueda de prensa. A cambio, la institución publicó otro comunicado en el que pide que se cumplan diez requisitos básicos, los mismos que lleva pidiendo el sindicato desde antes que empezaran los paros.

“Lo siento”, ha dicho Rafael C. Ortega, vocal de la mesa de atención primaria del Icomem, a través de un audio dirigido a los propios médicos. “Os agradezco que nos hayáis dicho a mí y a toda la junta directiva cuáles son los errores que estamos cometiendo. Y los asumimos perfectamente. Saldrá un comunicado en el cual desde luego entendemos que las peticiones que está haciendo el comité de huelga son completamente legítimas”, ha insistido. “Nos hemos equivocado al poner un titular en el que instamos a que finalice la huelga”.

Pese a ese intento de apaciguar las aguas, en la Asamblea de Compromisarios del Icomem de este martes la mayoría de compromisarios se ha dado la vuelta cuando el presidente ha tomado la palabra, como claro reflejo de las tensiones que todavía existen entre los colegiados y su colegio, del que se sienten cada vez más alejados.

Mientras, Ángela Hernández, secretaria general de Amyts, ha recordado que “mañana [por este miércoles] se cumplirá un mes del inicio de la huelga de médicos de familia y pediatras de atención primaria de la Comunidad de Madrid”. En Amyts [...], insiste, son “plenamente conscientes del sufrimiento que esta situación acarrea tanto a profesionales por su repercusión económica [unos 200 euros al día] como a los pacientes”. “Pero están haciendo esto para que no se siga deteriorando la calidad asistencial de la atención primaria madrileña. Necesitamos más médicos de familia y más pediatras y hay que hacer algo diferente a lo que se ha venido haciendo durante la pasada década”, ha insistido. Por eso, Hernández ha recordado que, aunque al comité de huelga no le corresponda pedir la cita con la Administración para seguir con las negociaciones, ha decidido dar de nuevo el paso.

El quid de la cuestión sigue siendo el mismo de siempre: la Administración se ha comprometido con los médicos a que reducirán la carga asistencial y que pasarán de tener una agenda de 50 o 60 pacientes al día a 34 en el caso de los médicos de familia y 24 en el de los pediatras. Pero no se sabe qué va a pasar con ese exceso de pacientes, ya que dependerán de la voluntariedad de los propios médicos, que supuestamente seguirán trabajando por un dinero extra en un turno cambiado.

Pero, ¿qué pasa si no hay voluntarios?

“Ya se dijo qué iba a pasar con los demás pacientes y cómo se iba a retribuir el exceso de demanda cuando el número de pacientes sobrepase esa cifra”, ha insistido Escudero, sin dar más datos.

Y de ahí no salen. Para los representantes del sindicato, no han dado respuesta a esa pregunta clave. Para la Administración, la han dado sobradamente, pero no explica en qué consiste su plan, salvo que dependerá de la voluntariedad. Por eso, insisten desde Amyts, han pedido que en la mesa de negociación se sienten la misma Ayuso o Lasquetty, que ya frenó los acuerdos económicos que se firmaron en 2020 tras otra huelga en atención primaria, o Escudero.

“La Consejería de Sanidad decide quiénes son los que llevan esa interlocución en la huelga y cuentan con toda la confianza y con todo el apoyo y con toda la capacidad de decisión que tiene que tener una consejería de sanidad, que es la directora general de recursos humanos, el director de proceso integral de salud y la gerente asistencial de atención primaria, que cuentan con todo ese apoyo y esa capacidad de decisión”, ha insistido Escudero.

La cuerda, por tanto, sigue sin destensarse. Los interlocutores no parece que vayan a cambiar. La respuesta clave no la responde nadie. Los días pasan. La Consejería de Sanidad acusa al comité de huelga de levantarse de la mesa y no querer negociar. El comité se quedó el jueves pasado 36 horas encerrado, esperando. Y las fichas de ambas partes siguen en la misma casilla.

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