Una enfermera de las urgencias extrahospitalarias de Madrid: “La ambulancia va a acabar teniendo que venir a por mí”
Este sábado se han registrado protestas espontáneas a las puertas de consultorios cerrados por falta de personal y los sanitarios denuncian que les avisan de su horario con poco tiempo
La vuelta de las urgencias extrahospitalarias a la Comunidad de Madrid continúa sumida en los problemas. Si el primer día, el 60% de los profesionales renunció a su puesto por incompatibilid...
La vuelta de las urgencias extrahospitalarias a la Comunidad de Madrid continúa sumida en los problemas. Si el primer día, el 60% de los profesionales renunció a su puesto por incompatibilidades varias después de que a muchos de ellos les notificaran su incorporación esa misma madrugada, los fallos en la comunicación del puesto de trabajo y horarios continúan. Esto genera situaciones problemáticas para los trabajadores y tensión entre los pacientes. Una enfermera que prefiere que no se identifique su centro relata que este sábado, cuando ha llegado a su puesto de trabajo, se ha visto sola, cuando a ella le habían notificado que habría, al menos, un médico. “Ha habido algún momento de tensión, había pacientes que no lo entendían y alguno se ha puesto un poco agresivo y a dar voces. Tiene razón, pero es que esto no depende de mí, también somos víctimas”, cuenta con cierto tono de miedo en su voz. “Antes he atendido un ataque de ansiedad y cuando ha venido la ambulancia he pensado que la próxima vendría a por mí”, apunta la enfermera.
Las situaciones límite se repiten en varios puntos, como la que se produjo en San Agustín de Guadalix el sábado por la mañana. El personal que acababa su turno salía del centro de salud sin que nadie les remplazara. Los trabajadores procedieron a notificarlo a la Administración y a entregar las llaves a la Guardia Civil. Cuando se dirigían al aparcamiento encontraron a un paciente con dolor torácico, por lo que han recuperado las llaves, han abierto y le han atendido hasta que ha llegado la UVI móvil. “Todos los sábados y festivos va a pasar lo mismo y no siempre con un final feliz”, ha defendido un portavoz del sindicato de médicos, Amyts.
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, anunció el jueves que los 78 centros que se cerraron durante la pandemia se reabrirían el 27 de octubre, con dos centros más incluidos en la nueva red, los situados en El Molar y Alcalá de Henares, para sumar un total de 80. Sin embargo, este anuncio vino acompañado de una amenaza de huelga de los sanitarios por el modo en el que el Gobierno quería llevar adelante este plan con mucho menos personal que antes de la pandemia y con unas condiciones peores. Las negociaciones frenaron in extremis el paro de los trabajadores, pero el desastre de la reapertura fue inevitable. Centros sin médicos, doctores a los que avisaban de su nuevo puesto y horario con horas de antelación, descansos y jornadas reducidas que no se respetan, un nuevo esquema de guardias hasta final de año...
A lo largo de toda la tarde se fueron sucediendo los avisos municipales de diversos ayuntamientos en los que se especificaba que en horario nocturno las urgencias permanecerían cerradas y que era necesario acudir al hospital más cercano. Así sucedió el Cercedilla, que hasta las ocho de la mañana de este domingo no ha estado abierto. Lo mismo sucedió en Navacerrada, donde el consistorio ha avisado a los vecinos de que cada día mandará una notificación para alertar de los turnos en los que no hay servicio. El Ayuntamiento de Robledo de Chavela, que también mantuvo su centro de salud cerrado este sábado, el anuncio incluía un recordatorio de que el consistorio emprenderá acciones legales para “defender los derechos de los pacientes”.
Esta situación ha motivado protestas ciudadanas espontáneas, como la vivida en Torrelaguna, donde decenas de vecinos se concentraron a mediodía frente al centro sanitario al grito de “Sanidad pública”. En Rascafría, un cartel de colores al lado de una puerta cerrada anunciaba que este sábado no había médico de urgencias. Algunos médicos también han referido que a su llegada a su puesto de trabajo se han encontrado con algunos pacientes enfadados por la falta de personal. “Esta mañana he esperado a que llegara algún sanitario, no ha llegado nadie, he notificado la incidencia y me he ido a descansar porque mañana tengo de nuevo 24 horas, probablemente en las mismas circunstancias de trabajo o peores”, es uno de los testimonios que ha recogido el sindicato de médicos.
Pese a que el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, y diferentes representantes de la Comunidad de Madrid han deslizado la idea de que los médicos se estaban organizando para boicotear el nuevo plan de las urgencias extrahospitalarias de Isabel Díaz Ayuso (que consiste en abrir los mismos centros que antes de la pandemia, pero con la mitad de sanitarios), los facultativos insisten en que no hay organización ni premeditación en el aluvión de bajas.
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