Cementerio de árboles: el 77% de los plantados por el Ayuntamiento en Ensanche de Vallecas está muerto

Basta con mirar el color de las hojas de un árbol recién plantado para saber si está seco. El verde es sinónimo de salud y el amarillo, rojizo o marrón son síntomas de falta de agua. Si la deshidratación se prolonga, las ramas se resquebrajan y el ejemplar deja de crecer. Esto es en lo que se han fijado los vecinos del barrio de Ensanche de Vallecas (distrito de Villa de Vallecas, en el sur de Madrid) para determinar si los árboles plantados por el Ayuntamiento de la ciudad el verano pasado siguen vivos. De los 2.723 revisados, solo han sobrevivido 616, un 22,6%. Rosa Pérez, presidenta de la a...

Basta con mirar el color de las hojas de un árbol recién plantado para saber si está seco. El verde es sinónimo de salud y el amarillo, rojizo o marrón son síntomas de falta de agua. Si la deshidratación se prolonga, las ramas se resquebrajan y el ejemplar deja de crecer. Esto es en lo que se han fijado los vecinos del barrio de Ensanche de Vallecas (distrito de Villa de Vallecas, en el sur de Madrid) para determinar si los árboles plantados por el Ayuntamiento de la ciudad el verano pasado siguen vivos. De los 2.723 revisados, solo han sobrevivido 616, un 22,6%. Rosa Pérez, presidenta de la asociación vecinal del barrio, describe así el paisaje: “Es como un cementerio”.

Entre 10 y 15 vecinos de la zona salieron el 24 de septiembre a contar y revisar árbol a árbol los ejemplares plantados en uno de los muchos parterres que hay en Ensanche de Vallecas. Hasta la plantación, esta parcela se encontraba vacía, salvo por un área canina y varios bancos repartidos por el terreno. “No hace falta ser técnico para darte cuenta de que algo falla. Han puesto los árboles muy a lo bestia, de forma caótica y sin respetar el espacio. Donde había un hueco, ahí han ido a rellenar”, se queja Rosa Pérez. En la explanada, resalta el verde de los tubos de plástico que protegen los troncos y ramas incipientes. En algunos casos están bien colocados, en otros se pueden retirar con la mano o el viento los ha tirado y esparcido por el suelo: “Se nota que está todo seco y muy poco mantenido”

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, anunció el pasado julio “la mayor plantación del Ayuntamiento de su historia”: 100.000 árboles en diferentes distritos de la ciudad para reparar los destruidos a causa del temporal Filomena. De los 16 grandes parques de Madrid, entre los que se incluyen Casa de Campo, El Retiro o Dehesa de la Villa, el temporal dañó 269.166 de los casi 830.000 mil ejemplares que había, tal y como publicó este periódico en diciembre de 2021. Además, de esos, 186.125 tuvieron que ser podados. Uno de los barrios donde más superficie se ha cubierto es en Ensanche de Vallecas ―algo menos de 700.000 metros cuadrados―, aunque en las zonas donde se han colocado los árboles antes no había nada.

“¿Por qué han plantado aquí tanto?”, se pregunta Pérez. La asociación matiza que no está en contra, pero que debería haberse realizado de otra forma: “La plantación tiene que ser lógica. Si te imaginas el espacio vacío sí que resulta árido, pero no se soluciona llenándolo todo. Ahora no hay ni una zona para que los chavales jueguen”. Lo mismo ocurre en otros parterres del barrio y los ejemplares analizados, explica la vecina, son una muestra extrapolable al resto de zonas. El colectivo vecinal estima que en el Ensanche han plantado hasta 8.000 árboles, pinos y encinas en su mayoría. Y que solo un 20% del total sigue vivo.

Lo habitual en una plantación de tal envergadura es que 2 de cada 10 árboles no prosperen, indica Ignacio Benito, concejal socialista del Ayuntamiento y portavoz de Medio Ambiente y Movilidad. “Aquí ha sido al revés”, critica, y añade que hay “errores infantiles” en la replantación: “No tiene sentido que plantes árboles en verano y no los riegues. Eso es fruto de una mala previsión y de falta de sentido medioambiental. No ha habido rigor”.

La presidenta de la asociación vecinal del barrio recuerda ver un camión cisterna durante los días en que fueron plantados, pero asegura que desde entonces no ha vuelto a verlo. El concejal, vecino del barrio, corrobora el relato: “Es un milagro que todavía haya ejemplares vivos”. Benito ya denunció hace un mes que los árboles plantados en el distrito de Carabanchel se encuentran en las mismas condiciones.

En total, el Ayuntamiento ha plantado 90.620 árboles de los 100.000 prometidos, según indicó en una nota de prensa en julio, y tiene previsto colocar el resto este otoño. El delegado de Medio Ambiente, Borja Carabante, no ha respondido a las preguntas de este periódico y alude a lo recogido en el acta del pleno municipal del pasado 5 de octubre. En ella, justifica que la deshidratación de los árboles es “consecuencia de las tres olas de calor que ha habido este año, el más duro desde 1961″, y se compromete a “reponer en la próxima plantación todas las marras [plantas que han muerto] y árboles que no han prosperado”.

Es lo que reclama la asociación de vecinos de Ensanche de Vallecas, que con las nuevas plantaciones se recuperen las zonas verdes del barrio. “Imagina pasear por las zonas verdes del barrio y que el verde sea el del plástico. Así es ahora”, se queja Pérez.

Para Benito, el objetivo de la replantación era “anunciar una cifra ―los 100.000 árboles― y con ella un titular”. “No es de recibo que planten en verano, no los rieguen y después culpen al cambio climático. Los pusieron unos pegados a otros, disparados contra el suelo, y ya se han olvidado de ellos”, lamenta.

En julio, el concejal preguntó en el pleno qué seguimiento realizaba el área de Medio Ambiente para garantizar la viabilidad de los nuevos árboles. Entonces, el delegado no respondió a la pregunta, pero anunció que iba “a poner al servicio del mantenimiento de esos árboles todos los recursos” de los que disponen. “Pero ahora aluden al calor. El calor influye, sí, pero era salvable si les daba el riego adecuado”, concluye Benito.

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