Ayuso, a la caza del voto joven: el PP busca un estudiante para presidir Nuevas Generaciones de Madrid

El futuro se come al pasado en el PP de Madrid durante una jornada primaveral de mayo, en la que Isabel Díaz Ayuso dicta sentencia: “Quiero jóvenes del Partido Popular, no quiero viejos de Nuevas Generaciones (NN GG)”. La presidenta de la región, y del partido, pronuncia la frase durante el congreso autonómico de la formación conservadora, e inmediatamente le interrumpen los aplausos. Entre el público, compuesto por cargos institucionales y orgánicos del PP, hay una mezcla ...

El futuro se come al pasado en el PP de Madrid durante una jornada primaveral de mayo, en la que Isabel Díaz Ayuso dicta sentencia: “Quiero jóvenes del Partido Popular, no quiero viejos de Nuevas Generaciones (NN GG)”. La presidenta de la región, y del partido, pronuncia la frase durante el congreso autonómico de la formación conservadora, e inmediatamente le interrumpen los aplausos. Entre el público, compuesto por cargos institucionales y orgánicos del PP, hay una mezcla de risas y alivio. Ana Pérez, la líder actual de Nuevas Generaciones madrileñas, tiene 35 años. Ella misma, según una fuente que la conoce bien, está deseando dejar un puesto al que llegó en 2013, que debería haberse renovado en 2018, y que desde entonces mantiene porque sucesivos terremotos políticos (la dimisión de Cristina Cifuentes por el caso máster, la salida de Mariano Rajoy de La Moncloa y dos elecciones autonómicas) dejaron en el limbo el asunto. Las dos partes ultiman ahora un congreso en otoño, probablemente en noviembre, para que se produzca el relevo. En 2023 hay elecciones, y Díaz Ayuso está a la caza del voto joven.

“Hay que aprovechar el caudal de voto joven, de gente de la universidad, que se acerca al proyecto de la presidenta Ayuso. ¡Hay que canalizarlo!”, explica una fuente conocedora de la estrategia de la líder del partido de cara a los comicios municipales y autonómicos del 28 de mayo de 2023. “Para eso hay que actualizar y revitalizar una organización que tiene que estar muy pegada a los jóvenes, jóvenes, a los jóvenes de verdad, no a los de 27 años”, sigue este interlocutor. “Para eso se necesita gente joven con hambre y ganas de cambiar las cosas: el futuro de la organización pasa más por alguien de 20 años que de 29, que esté estudiando, y por una dirección en sintonía con la dirección regional del partido”, argumenta. “Hay que revitalizar y rejuvenecer”.

El 26,1% de los jóvenes de entre 18 y 24 años de edad votaron a Díaz Ayuso en las elecciones autonómicas de 2021, según la encuesta poselectoral del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). Ningún otro partido recibió más apoyos en ese tramo etario, aunque Más Madrid de Mónica García se acercó peligrosamente (23,6%) para los intereses conservadores. Y además, se tratan de los votantes más proclives a cambiar de opinión durante cada campaña electoral, según ese sondeo: solo el 4,1% admitía su deseo de votar siempre al mismo partido. Razones de sobra para que Díaz Ayuso y su equipo pongan ahora en la diana al voto joven: el PP tiene estudios demoscópicos que le aseguran la mayoría absoluta, pero ese objetivo es imposible de conseguir sin atraer a votantes de todas las edades y tendencias ideológicas. Como poco, tiene que mantener el resultado del 4-M, cuando captó al 39% de los votantes entre 18 y 34 años (29 puntos más que en los comicios de 2019).

“Presidir Nuevas Generaciones de Madrid es tener un puesto peleón”, resume una fuente de la actual dirección de las juventudes populares. “Hay que pelear por un espacio joven en las candidaturas, en el programa electoral, y que se note el empuje de los jóvenes en la campaña”, describe. “Todo un fregado”, bromea. “La situación interna del partido no ha dado la estabilidad necesaria para que se produjera el relevo hasta ahora, y eso lo ha viciado todo: pasados los 30 años, no tienes ya sintonía con los de 20, y mucho menos con los de 18″, analiza. “La presidenta actual está deseando dejar el cargo”, sigue sobre Ana Pérez. “Es la primera que se quiere ir desde hace años. Y a la presidenta Ayuso razones no le faltan para querer su propio proyecto: tiene que haber sintonía. El congreso autonómico, tras la situación difícil con Pablo [Casado] ha servido para cerrar heridas, y ahora toca ir para adelante, unidos”.

La referencia a la guerra interna que enfrentó a Díaz Ayuso y Casado por el control del PP de Madrid no es menor. El expresidente del partido encontró el trampolín perfecto para la política nacional en Nuevas Generaciones madrileñas. En 2009, se viralizó el discurso con el que llegaba a la presidencia, comparando la actitud de los jóvenes en mayo del 68 y en el histórico 1989 de la caída del muro de Berlín. Además, en la organización madrileña operó durante años, y pese a su edad, Ángel Carromero, uno de sus íntimos. El mismo que años después, este febrero, dimitió de sus puestos orgánicos e institucionales en medio de acusaciones nunca probadas sobre su implicación en un intento de recabar datos sobre el polémico contrato de una empresa con la Comunidad que permitió al hermano de la presidenta ganar más de 55.000 euros. En la batalla consecuente, NN GG de Madrid fueron vistas como casadistas por el ayusismo.

Ahora, con las elecciones en el horizonte, llega el momento del relevo. ¿En favor de quién? La diputada Noelia Núñez ha captado la atención de los asesores de Díaz Ayuso, pero ya es candidata a la alcaldía de Fuenlabrada. Otra representante de la Asamblea, Elisa Vigil, ya ha cumplido los 28 años. ¿Y el hijo de Álvarez Cascos?

“No está aún decidido”, contesta una fuente que cuenta con la confianza de Díaz Ayuso. “Buscamos alguien que siga estudiando, joven y conectado con los universitarios”.

No es la primera vez que el equipo de Díaz Ayuso se centra en el voto joven como parte clave de su estrategia. En las últimas elecciones, convocadas en medio del terremoto de la disolución del Gobierno de coalición de PP y Cs, un partido que competía muy bien con los conservadores en ese sector, la presidenta regional se presentó en el congreso nacional de NN GG. Allí hizo promesas en materia de vivienda, y críticas a la tasa de paro. Quería atraer a los 110.000 jóvenes que se iban a estrenar como votantes en aquellos comicios. Y ahora, de nuevo, busca apoyos para cautivar a unos electores clave en su intento de revalidar el Gobierno.

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