El Ayuntamiento de Madrid decide qué funcionarios trabajan con una PCR positiva en covid según su carga viral
El Ayuntamiento de la capital explica que tiene que ver con el dato de la carga infectiva, pero el análisis de esta única variable entraña riesgos si se hace aislado de otras circunstancias
Bomberos, policías municipales y personal del Samur de la ciudad de Madrid trabajan tras dar positivo por covid en una PCR “cuando tienen ciclos altos, es decir cuando están por encima del ciclo 30, porque por encima de ese ciclo no tienen capacidad de contagiar, según el protocolo del Ministerio de Sanidad”, explica un portavoz del consistorio. Con fecha de este lunes, y según ese mismo portavoz, hay de baja por coronavirus 141 bomberos, de una plantilla de alrededor de 1.200; 403 policías, de 5.500 efectivos; y 22 profesionales del Samur, de 950. Aunque se desconoce la cifra de positivos con...
Bomberos, policías municipales y personal del Samur de la ciudad de Madrid trabajan tras dar positivo por covid en una PCR “cuando tienen ciclos altos, es decir cuando están por encima del ciclo 30, porque por encima de ese ciclo no tienen capacidad de contagiar, según el protocolo del Ministerio de Sanidad”, explica un portavoz del consistorio. Con fecha de este lunes, y según ese mismo portavoz, hay de baja por coronavirus 141 bomberos, de una plantilla de alrededor de 1.200; 403 policías, de 5.500 efectivos; y 22 profesionales del Samur, de 950. Aunque se desconoce la cifra de positivos con esos “ciclos altos” que están actualmente trabajando, desde el Ayuntamiento afirman no tener esos datos disponibles. ¿Pero qué es ese umbral de ciclos (ct)? ¿Es suficiente para determinar si una persona puede ser infectiva?
Los ciclos son la cantidad de vueltas que hay que dar a la muestra cogida del paciente en la PCR para detectar el virus. Así, si en pocos ciclos —en pocas vueltas—, se detecta el ARN del virus, significa que la carga viral es alta, porque se han necesitado pocas vueltas para encontrarlo; si se requieren muchos ciclos, indica que es baja. Según la Estrategia de detección precoz, vigilancia y control de covid-19 del ministerio, “según la evidencia científica disponible, se asume que un umbral de ciclos (Ct) >30-35 equivaldría a una carga viral sin capacidad infectiva”. Pilar Catalán, jefa de Virología del hospital Gregorio Marañón, explica que el ct “da una idea de la carga viral que hay en la muestra”, pero hay matices, “otras cuestiones por las que una muestra puede dar ciclos altos”.
Por ejemplo “cómo se tome la muestra o cómo se conserve”, si hay fallos en esas cuestiones, pueden darse ciclos altos aunque la carga viral también lo sea. Además, esos niveles pueden darse tanto al principio (en la fase de incubación de la enfermedad) como al final. “Cuando alguien se infecta lo hace con un poquito de virus, por lo tanto, al inicio, la carga viral es baja y los ciclos altos. Según avanza la enfermedad, el virus empieza a multiplicarse dentro de las células, la carga viral va aumentando y los ciclos por lo tanto bajan. Y llega un momento en el que el organismo se defiende del virus, la carga viral empieza a bajar y los ciclos vuelven a ser altos”, explica la especialista. Por eso, se pueden encontrar ciclos altos tanto al comienzo de la infección, como cuando el enfermo ya está despidiéndose de ella.
¿Cómo saber entonces si alguien está al inicio o al final de la enfermedad? La viróloga aclara que la única forma de saberlo es por los síntomas o repitiendo la PCR. Si con la segunda prueba los ciclos siguen siendo altos o pasan a ser negativos, “significa que estamos al final, y si han bajado, es que estamos al principio”.
En el caso de personas con síntomas, “si alguien te dice que hace una semana tuvo fiebre, por ejemplo, presumiblemente, lo más probable, es que esos ciclos altos sean del final de la enfermedad”, ahonda. Si no se tienen síntomas, algo más frecuente ahora con la variante ómicron —que ya ronda el 95% de los contagios, según ha informado este lunes un portavoz de la Consejería de Sanidad—, la única posibilidad es coger otra muestra y repetir la prueba “a las 24 o 48 horas”. Con eso, se confirma si la infección es pasada o incipiente.
En el Ayuntamiento de Madrid, a la pregunta sobre si se tiene en cuenta el contexto epidemiológico, es decir, cuestiones como las horquillas temporales tras una posible exposición al virus, los síntomas, etc., o si se repiten las PCR, el portavoz afirma que “en caso de duda, sí, se repiten [las PCR]” —no se hace de forma habitual para concretar en que etapa de la infección está la persona en cuestión— y que la decisión es de los médicos que se encargan de estos cuerpos municipales: “La decisión es sanitaria, no de la dirección de Emergencias ni de ningún gestor”.
Madrid se abre a prohibir las macrofiestas de Nochevieja
En la última semana, Madrid ha notificado 68.690 contagios; tantos como los que sumó entre el 10 de agosto y el 30 de noviembre. La explosividad de la variante ómicron –que ya alcanza el 95% de todas las infecciones–, días festivos y de movilidad como el puente de la Inmaculada o las celebraciones prenavideñas, la llegada del frío y la mayor ocupación de interiores en hogares, bares, restaurantes y discotecas, son en parte los motivos de esta avalancha de contagios que comenzó la pasada semana. Ante esta curva ascendente, solo mitigada por la infranotificación que suele darse en el fin de semana, la Comunidad decidirá este martes si autoriza las cinco macrofiestas que habían pedido permiso para esta Nochevieja y que prevén aforos de entre 500 y 1.000 personas, según confirma un portavoz de la Consejería de Presidencia, Justicia e Interior del Gobierno regional, encargada de dar luz verde a este tipo de eventos extraordinarios. "Se dirimirá mañana", dijo la tarde de este lunes.
En la mañana del lunes, el Consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, ya adelantó en una entrevista en esRadio la intención de su área de no permitir estas fiestas masivas. "Yo creo que a lo mejor no es el momento de celebrar eventos extraordinarios con muchas personas y eso es lo que se va a plantear desde la Dirección General de Salud Pública", dijo el consejero en esa entrevista. ”Cuando el alcohol avanza, las medidas se van relajando”, añadió. Aparte de esta cancelación, la Comunidad no tiene sobre la mesa activar otras restricciones, como las relacionadas con el aforo o los horarios.
En parte, explicó Ruiz Escudero, tiene que ver con el impacto asistencial que esta sexta ola está teniendo por el momento en los hospitales: ”En la tercera ola, de todos los contagios, aproximadamente, un 20% ingresaban en planta y, de ellos, un 2,8% iban a la UCI. En esta ola, con más del 90% de la población con la vacunación completa, ingresan un 2% y en la UCI, un 0,2%. Con lo cual, hay una diferencia de casi 10 veces menor presión hospitalaria que entonces”.
Este lunes, según el boletín diario de la Comunidad, los hospitales madrileños tienen 1.181 pacientes hospitalizados y 201 en las unidades de cuidados intensivos. Respecto al pasado lunes, son 457 enfermos más en planta y 43 más en UCI, lo que supone un 43% de ocupación de estas unidades médicas solo por enfermos de covid.
Aunque la avalancha de enfermos no ha ocurrido como en otras olas, los expertos advierten de dos cuestiones. Una, que en un número tan elevado de contagios como el actual, y si continúa subiendo esa curva, por muy pequeño que sea el porcentaje que necesite un ingreso, serán muchos pacientes para el sistema. La otra, que hay un escalón que ya ha colapsado, la atención primaria. En una semana, los médicos de familia han visto casi duplicado el número de pacientes en seguimiento que tienen, de 5.282 a 8.905; se activaron los planes de emergencia en los centros de salud desde comienzos de la pasada semana; y se paralizó la atención a enfermos no covid que no fuera imprescindible.
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