Un vigilante protege por fin el palacete histórico Villa Menchu en Madrid
Vecinos y activistas que piden la conservación del inmueble denunciaban la inacción del Ayuntamiento de Madrid y el banco propietario
Desde este miércoles Villa Menchu tiene por fin vigilancia las 24 horas. Este palacete de 1920, candidato a ser incluido en el catálogo de edificios protegidos de Madrid, era objeto de un enredo kafkiano. Llevaba meses sufriendo invasiones de personas que se aprovechaban de que el dueño, el banco Caixabank, no había puesto alarmas ni otras medidas de seguridad. El banco culpaba de la situación a la lentitud de la justicia, que había abierto un procedimiento de ...
Desde este miércoles Villa Menchu tiene por fin vigilancia las 24 horas. Este palacete de 1920, candidato a ser incluido en el catálogo de edificios protegidos de Madrid, era objeto de un enredo kafkiano. Llevaba meses sufriendo invasiones de personas que se aprovechaban de que el dueño, el banco Caixabank, no había puesto alarmas ni otras medidas de seguridad. El banco culpaba de la situación a la lentitud de la justicia, que había abierto un procedimiento de desahucio. Hasta que no concluyese, el juez no les iba a entregar la llave, alegaba una portavoz. Finalmente, el juez fue este miércoles en Villa Menchu y comprobó que allí no vivía nadie de modo que ha entregado la posesión del inmueble a la entidad financiera, como adelantó el diario Abc.
Ahora, un vigilante pasa la noches leyendo con una linterna novelas históricas de Juan Eslava Galán. La primera madrugada, a las tres de la mañana, notó que tres jóvenes se aproximaron a la valla: “Me acerqué y se fueron”, cuenta de buen humor. Le toca aguantar 12 horas en una butaca, sin luz eléctrica, agua corriente o baño, hasta que llegue su relevo en el amanecer.
Dentro no hay objetos de valor, pero el edificio estaba sufriendo desperfectos, visibles por todos en varios puntos de la fachada. Una empresa contratada por el Ayuntamiento para actualizar el catálogo de edificios y bienes protegidos ha incluido recientemente a Villa Menchu en su lista de candidatos. El proceso de revisión concluirá en 2023. El inmueble, en el este de la capital, es uno de los que han sobrevivido como parte del proyecto inacabado de principios del siglo XX de Ciudad Lineal. El urbanista Arturo Soria pretendía rodear Madrid con una sola calle de viviendas para obreros y burgueses. De ese modo quería evitar la exclusión de las clases bajas en arrabales.
A los vecinos y conservacionistas de la asociación Legado de Arturo Soria les costaba entender la inacción por parte del banco y las autoridades. Los bancos suelen tener muchos más obstáculos para hacerse con la posesión de inmuebles ocupados, debido a que no fueron incluidos en una ley de 2018 que agilizaba los trámites. Las mafias de la ocupación se aprovechan de esta situación para ofrecer estos inmuebles a inquilinos durante los dos o tres años que suele durar el proceso de desahucio.
Sin personas vulnerables
Pero en Villa Menchu no había personas vulnerables a las que proteger. La evidencia indicaba que el edificio era objeto de invasiones esporádicas por parte de jóvenes que saltaban la valla y hacían fiestas. La policía había activado un dispositivo de vigilancia para cazar a quienes se saltaban la valla.
Entre tanto, la líder de Vox en Madrid, Rocío Monasterio había aprovechado la atención mediática para usar Villa Menchu como parte de su campaña de mano dura contra “los okupas”. Decenas de personas la aplaudieron cuando hizo una visita el mes pasado.
Finalmente, el banco recurrió a un notario para demostrar ante el juez que el palacete estaba vacío, según una portavoz.
Ahora, Caixabank ya puede poner a Villa Menchu en el mercado inmobiliario. El banco planea sacarlo a subasta en septiembre, según una portavoz. Si el edificio es finalmente protegido por el Ayuntamiento, el comprador deberá respetar la arquitectura original. A la presidenta de la asociación Legado de Arturo Soria, Cristina Keller, le preocupa que el edificio entre en manos de un especulador antes de que se le otorgue esa protección. Han hecho varias propuestas, como destinarlo a museo del proyecto de Ciudad Lineal.
“Hasta que no llegue una protección máxima para estas Villas de principios del Siglo XX, el riesgo de especulación existe, y la perdida patrimonial también”, dice Keller.
“Es una Villa que podría ser de interés para la propia obra de la Fundación de la Caixa. O tal vez, les apeteciese escuchar algunas propuestas que cumplan ese objetivo social y al tiempo sirva para conservar el arraigo e historia de la Ciudad Lineal”.
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