Ayuso, presidenta de día, candidata de noche

La líder del PP parte en dos su agenda para intentar evitar que la Junta Electoral vuelva a reprenderla por aprovechar la presidencia en favor de su campaña

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, en una cancha de fútbol de Sanchinarro, junto al número 5 de la lista electoral, Toni Cantó.Andrea Comas

Una advertencia obliga a Isabel Díaz Ayuso a vivir una doble vida durante la campaña. “Debería tener más cuidado”, se lee en una resolución de la junta electoral provincial del 25 de marzo que le afea usar el altavoz de la presidencia de la Comunidad de Madrid para pedir el voto para su candidatura como líder del PP. Desde entonces, ha partido en dos su agenda: es presidenta de día y candidata de noche. Ocurrió el miércol...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Una advertencia obliga a Isabel Díaz Ayuso a vivir una doble vida durante la campaña. “Debería tener más cuidado”, se lee en una resolución de la junta electoral provincial del 25 de marzo que le afea usar el altavoz de la presidencia de la Comunidad de Madrid para pedir el voto para su candidatura como líder del PP. Desde entonces, ha partido en dos su agenda: es presidenta de día y candidata de noche. Ocurrió el miércoles. Por la mañana, expone con tono institucional los acuerdos adoptados por su Gobierno en la sede del Ejecutivo regional. Por la tarde, cambio radical. Aparece en el campo de fútbol que ha elegido el PP para un acto electoral, se pone una camiseta roja con el número 19 a la espalda, y se lanza a la lucha partidista con el fervor de un defensa de pierna dura y tacos afilados.

Más información

— Los madrileños saben que en estas elecciones tienen una oportunidad para contestar al Gobierno de España—, dice, mientras le aplauden decenas de personas apretadas contra la valla del campo. Antes, los guardaespaldas de la presidenta se afanan por lograr que nadie le agarre el hombro o le sujete la cintura en las fotos que le reclaman. Son muchas. El CIS señala que los ciudadanos suspenden a la presidenta de Madrid, a la que dan una valoración de 4,9, pero quienes están a favor lo expresan con entusiasmo.

—¡Foto con este señor que se acaba de vacunar en el Wanda!—, le pide una señora en una de las largas avenidas de Sanchinarro, al norte de la capital, uno de esos graneros electorales que el PP espera arrebatarle a Cs en los comicios del 4 de mayo.

—¡Libertad! ¡Libertad!—, grita un padre junto a su hijo, porque el principal mensaje de la candidata ha calado entre sus votantes.

Las emociones que provoca la visita vespertina, similar al de días anteriores en Aranjuez o Alcalá de Henares, contrastan con la contención a la que se ha visto obligada Díaz Ayuso en sus actos como presidenta.

“Podemos hacer anuncios de todo aquello que se ha acordado en el Consejo de Gobierno, pero en el momento en el que hay que ahondar en estrategias electorales es mejor dejarlo fuera [de la rueda de prensa gubernamental] para evitar cualquier malestar o queja por parte de otros partidos”, reconoce la líder del PP.

“Todo esto está aprobado en el Consejo de Gobierno”, intercede un día antes un alto cargo del Ejecutivo, cuando se señala que presentar en medio de la campaña las obras de remodelación del 12 de Octubre y La Paz —valoradas en 700 millones, subraya la presidenta— puede ser problemático, porque se asocian dos proyectos pagados con dinero público a la imagen de una candidata.

Más información

Por eso, la agenda de Díaz Ayuso ha quedado partida en dos, aunque tenga un elemento común: la presidenta y la candidata critican cada decisión del presidente Pedro Sánchez.

La pandemia ha dejado más de 23.000 muertos y más de 646.000 contagiados detectados en la región. Como la mayoría de los encuestados por el CIS critican las decisiones de Díaz Ayuso para luchar contra la pandemia (el 62% las ve regulares, malas o muy malas), el PP sabe que se juega las elecciones en la capacidad de su candidata para atraer a los antiguos votantes de Vox (el 64,6% la querría como presidenta) y Cs (61%). Por eso sus estrategas no hacen ningún esfuerzo por construir un discurso transversal que se acomode a cuantos más ciudadanos mejor o que intente convencer de que las cosas se han hecho bien a quien no lo cree.

Choque con la izquierda

Todo lo contrario. El choque con la izquierda es la meta volante diaria del tour electoral que terminará el 4 de mayo.

“El electorado de la izquierda está decepcionado con todo lo que se le ha prometido y no se ha hecho: cuando mandas al paro con decisiones erróneas a tantísimos ciudadanos...”, dijo Díaz Ayuso en Sanchinarro.

“La gente quiere estar con ella”, afirma Carlos Izquierdo, responsable de la campaña del PP. “Es lo que vamos a priorizar”, añade.

Porque la campaña de Díaz Ayuso es Díaz Ayuso. Al contrario que otros barones territoriales, la líder conservadora no ambiciona la presencia de presidentes autonómicos, exministros o exlíderes populares que la lancen en el esprín hacia las urnas, según una fuente de su confianza. La presencia de esos nombres de relumbrón, tan codiciada en otras ocasiones, queda sometida al efecto Ayuso. Si quieren, dicen en el equipo de la presidenta, estarán. Lo que no es lo mismo que ponerse a llamarles frenéticamente para que estén.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, junto al líder del PP, Pablo Casado, durante la presentación de la candidatura. Andrea Comas

Con Pablo Casado como excepción a la regla, la decisión fotografía cuántas cosas han cambiado desde que aquella candidata desconocida del PP debutó en 2019. Nadie descarta apariciones de los presidentes populares de Andalucía, Galicia o Murcia; o de exministros como Fátima Báñez en actos sectoriales. Todos lo harían, sin embargo, como teloneros. Una situación impensable hace dos años.

En 2021, todo ha cambiado. Díaz Ayuso ya manda en la Real Casa de Correos y en el PP madrileño, y por eso tiene que ser presidenta de día y candidata de noche.

Sobre la firma

Más información

Archivado En