El Papa recibe al cardenal Osoro por el escándalo de las fundaciones de Madrid

Las primeras conclusiones de la investigación interna sobre las ventas de fundaciones de la Iglesia madrileña ya están en Roma. Cerca de 200 hogares que viven de alquiler, más de 100 ancianos y casi una veintena de monjas en una residencia de mayores han sido, por el momento, los grandes perjudicados de esta millonaria trama inmobiliaria eclesiástica ...

Las primeras conclusiones de la investigación interna sobre las ventas de fundaciones de la Iglesia madrileña ya están en Roma. Cerca de 200 hogares que viven de alquiler, más de 100 ancianos y casi una veintena de monjas en una residencia de mayores han sido, por el momento, los grandes perjudicados de esta millonaria trama inmobiliaria eclesiástica destapada por EL PAÍS. Las tres operaciones aglutinan las enajenaciones de 18 edificios. Todas pertenecen a fundaciones tuteladas por el Arzobispado de Madrid. Las ventas se produjeron en los dos últimos años. Juntas han sumado un monto de más de 100 millones de euros. La Iglesia pretendía comprar un solar con este capital para construir una “Ciudad de la Misericordia” al suroeste de Madrid, una especie de mini Vaticano con residencias para mayores y varios colegios católicos. Una quimera. Todas las operaciones están ahora mismo en los tribunales.

El papa Francisco recibió este viernes en Roma la visita del cardenal Carlos Osoro, de su obispo auxiliar, José Cobo y del abogado canónico y encargado de la investigación, Javier Belda. Según fuentes de la reunión, la charla fue cordial y el Papa mostró su apoyó a Osoro en la investigación interna que se inició en junio de este año. La trama monopoliza los mentideros de la Iglesia madrileña. Un colaborador muy estrecho del arzobispo aseguró hace unos días que el representante del Papa en Madrid está “preocupado”, que quiere que “todo se resuelva sin perjudicar a las familias” y que “va a exigir responsabilidades penales a los implicados”.

La primera de las tres ventas se conoció el 17 de octubre del pasado año. La fundación Fusara, tutelada por la Iglesia, vendió los 14 edificios del centro de la capital donde viven más de 100 inquilinos por un importe de 74 millones de euros. La segunda, una parroquia y una residencia de mayores con 163 abuelos en los alrededores del Santiago Bernabéu por 37 millones. Las dos operaciones suponen las enajenaciones de inmuebles muy jugosos en el centro de Madrid. Las dos ventas se han producido en menos de 12 meses y han ascendido a un monto 111 millones de euros. La mecha de la sospecha ha llegado hasta la Fiscalía Anticorrupción.

¿Quién compró los 14 edificios de la primera fundación? Un entramado opaco con letras mayúsculas. Cada uno de estos 14 bloques de viviendas los compró una empresa. Estas 14 empresas se crearon entre el 2 de abril y el 13 de junio de 2019 con un capital de 3.010 euros cada una. Todas ellas tenían en principio la misma administradora: María Elena García Pastrana, que vive en Badalona y que cuenta con 1.012 empresas vinculadas a su nombre por toda España, según el registro mercantil. La venta de esta operación a través de sociedades opacas alcanzó los 74 millones de euros. El Arzobispado de Madrid cobró la mitad, 37 millones, el 30 de julio de 2019 por transferencia de un banco luxemburgués a una cuenta del BBVA, según pudo confirmar EL PAÍS.

La segunda venta se produjo en noviembre de 2018. La Iglesia vendió entonces la parroquia de San Jorge y la residencia de ancianos Santísima Virgen y San Celedonio en los alrededores del Bernabéu por 37 millones de euros a la Universidad Nebrija. La parroquia y la residencia forman parte de otra fundación tutelada por la Iglesia, la fundación San Celedonio.

Y la tercera venta se conoció hace dos semanas. El arzobispado ordenó en octubre de 2019 la venta de los dos edificios de otra fundación, Molina Padilla, por 13 millones de euros a la sociedad limitada Building The Next Success SL. Un precio muy por debajo del mercado, según los expertos inmobiliarios. El cardenal Osoro ordenó revertir la operación tras ordenar la investigación interna, pero el futuro de los 70 inquilinos y de la propia fundación aún es incierto.

Las tres ventas eclesiásticas tienen un punto en común: el bufete Chávarri Abogados. Este despacho intermedió en todas las operaciones con unas comisiones cercanas al 6%. “Solemos trabajar mucho con ellos”, explicaban fuentes del Arzobispado hace meses. Ahora ya no quieren saber nada del bufete. ¿Quién está detrás de este despacho? Este gabinete jurídico madrileño creó una fundación bajo el nombre de Chávarri por el Bien Común en 2018 que tenía como director ejecutivo a David López Royo y como vocal a Julio Lage. López Royo fue nombrado por el arzobispo de Madrid delegado de las 64 fundaciones de la Iglesia en Madrid en 2014. El arzobispo también nombró a Lage como interventor de las cuentas de la iglesia madrileña. Tanto Lage como López Royo, que se conocían de antes, no ven ningún conflicto de intereses, pese a estar en ambos lados de la operación. López Royo dimitió de su cargo en el Arzobispado cuando este periódico destapó la segunda venta. Lage anunció su marcha como interventor de las cuentas del Arzobispado el pasado 9 de octubre.