“Esto es una locura”: los trabajadores sociales afrontan la crisis mermados de efectivos

El Gobierno municipal reconoce un déficit del 20% de personal y la oposición urge más contrataciones

Una familia recibe ayuda en alimentos en la Cañada Real durante el estado de alarmaLuis De Vega Hernández

Una mujer y su madre enferma de alzhéimer viven con lo justo. Y lo justo es unos 500 euros al mes. Tienen una vecina que está todavía peor. Se ha quedado en la calle. Es una joven extranjera en situación irregular con un hijo pequeño. La crisis la expulsó de su habitación de alquiler. Las horas que hacía como empleada del hogar se las llevó el estado de alarma. Ahora es una familia de renta cero. La enferma de alzhéimer y su hija, ignorando sus propias estrecheces, los han acogido.

Todo ocurre en un distrito norte de la capital. No es de los más golpeados por la pandemia ni de los que l...

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Una mujer y su madre enferma de alzhéimer viven con lo justo. Y lo justo es unos 500 euros al mes. Tienen una vecina que está todavía peor. Se ha quedado en la calle. Es una joven extranjera en situación irregular con un hijo pequeño. La crisis la expulsó de su habitación de alquiler. Las horas que hacía como empleada del hogar se las llevó el estado de alarma. Ahora es una familia de renta cero. La enferma de alzhéimer y su hija, ignorando sus propias estrecheces, los han acogido.

Todo ocurre en un distrito norte de la capital. No es de los más golpeados por la pandemia ni de los que lidera las cifras de renta más baja. La trabajadora social que les atiende cuenta de forma anónima el caso. “Esa madre es de una vulnerabilidad extrema” y “tratamos de hacer todo lo que legalmente se puede”. Lamenta no poder dar más detalles, pero relata cómo ella y sus compañeros, un 90% mujeres, se enfrentan a este y otros ejemplos de escasez dramática -y solidaridad desinteresada- en un momento tan difícil como el que vive Madrid.

En total no llegan a 500 los trabajadores sociales del Ayuntamiento que, de manera efectiva, están estos días afrontando las consecuencias de la pandemia. La ratio que el Consistorio considera adecuada es de un trabajador social por cada 6.000 ciudadanos. Hoy en día esa ratio se acerca a los 7.000. El colectivo se siente olvidado y denuncia que toda la atención durante la crisis del coronavirus se ha volcado en el frente sanitario. Ellos, que se supone que han de ser los médicos que combatan la actual crisis social, alzan su voz y reconocen que no disponen de medios suficientes. Ninguno de los consultados para este reportaje ha querido aparecer con su nombre.

“En el sistema sanitario ha habido una inyección de recursos, mientras que los Servicios Sociales, no están siendo reforzados adecuadamente”, denuncia en un manifiesto un grupo de trabajadores sociales. El caudal de trabajo en medio de la pandemia “es inasumible con la escasa dotación de recursos humanos de los que disponemos en los centros de servicios sociales, debido a lo cual no se está pudiendo dar una respuesta adecuada a las situaciones de emergencia que se presentan”. Lamentan además que haya vacantes sin cubrir, que en algunos casos se les niega el plus de productividad, el exceso de horas por el teletrabajo o el uso de recursos propios como el teléfono móvil. Piden también una reordenación de los recursos municipales, pues advierten de que se está incluso contratando servicios de comida a domicilio que llegan a cobrar hasta 300 euros mensuales por persona.

“Esto es una locura”, reconoce una de ellas acerca de la sobrecarga de trabajo. “Así no podemos aguantar mucho más porque venimos de un gran déficit de personal”. Cuenta que realiza el triple de atenciones que antes del coronavirus, una cifra que se denuncia en el referido manifiesto, que esperan enviar en breve al Consistorio. “De 26 o 27 citas semanales hemos pasado a unas 75” y de hacer “prevención y seguimientos” a centrar el trabajo en “emergencia pura y dura”. En muchos casos, explica, son personas que antes no tenían que ser ayudadas pero que ahora se han quedado sin ingresos.

Los empleados en los servicios sociales del Ayuntamiento son unas 900 personas repartidas en los 21 distritos. Solo Puente de Vallecas concentra a 94. Algo menos del 10% del total son jefes, directores o coordinadores y más de un tercio de las plazas son vacantes, interinidades o sustituciones. La situación es complicada porque se arrastran carencias de un sistema heredado de los años 80 que ha de ser reformado de manera “profunda”, entiende el delegado municipal del área de Familias, Igualdad y Bienestar Social, Pepe Aniorte, de Ciudadanos. Calcula que hay un déficit de personal del 20%. Desde la oposición, socialistas y Más Madrid piden al Gobierno municipal de coalición de PP y Ciudadanos más personal.

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La última promoción de trabajadores sociales que han opositado, unos 60 según el delegado de Familias, no se ha incorporado a sus puestos. Algunos sí están en el sistema de manera interina, con lo que el colectivo no cree que esto vaya a suponer un vuelco importante. Durante este estado de alarma el Ayuntamiento ha agilizado la burocracia que impedía otorgar de manera ágil algunas de las ayudas a los trabajadores sociales. Ellos mismos han agradecido en el manifiesto este mecanismo que el área de Familias ha bautizado como ayudas exprés.

Aniorte, que durante estos días está visitando los centros sociales de los distritos y escuchando las quejas de los trabajadores, insiste en que cuentan con un plan de refuerzo para incorporar efectivos y hacer frente a lo que él califica de “tsunami social”. La forma en que se distribuye alimentos a los que lo requieren y la colaboración público-privada es otra de las preocupaciones que aborda el Consistorio con el colectivo de trabajadores sociales. “Aniorte es alguien que, por lo menos, nos escucha”, reconoce un trabajador social.

El doble de trabajadores

Ante el aumento de personas en situación de vulnerabilidad, Más Madrid propone en los Pactos de Cibeles doblar el número de trabajadores sociales ideal y que la ratio pase a ser de uno por cada 3.000 habitantes. También piden más recursos materiales e infraestructuras así como menos trámites burocráticos.

El grupo municipal socialista solicita por su parte que, para alcanzar la ratio de 6.000 madrileños por trabajador social, se lleven a cabo 34 contrataciones antes de verano, 49 más antes de que termine el año y 112 antes de finales de 2021, lo que supondría elevar la plantilla en 195 personas. La concejal socialista Maite Pacheco entiende que hace falta una media de tres trabajadores sociales más por distrito y en alguno hasta seis, como Puente de Vallecas, que acoge algunos de los barrios más necesitados de la capital. “Creemos necesario que se cree ya una Mesa de Coordinación Social en cada distrito de Madrid que atienda las emergencias sociales, distribuya mejor los recursos y procure que nadie se quede sin atención”, reclamó el 5 de mayo el portavoz municipal del PSOE, Pepu Hernández, tras el comité de crisis semanal que reúne durante la pandemia a los grupos del Ayuntamiento.

Este viernes Pepe Aniorte anunció que se van a crear esas mesas en los distritos. Lo hizo en la presentación de un informe del Ayuntamiento que destaca que el 38% de las familias de Madrid han visto reducidos sus ingresos por la crisis de la pandemia. Las más de 33.500 peticiones de ayuda que llegaron durante marzo con las mismas que se recibieron en todo 2019.

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