Sus señorías no tienen prisa por recoger su maletín de diputado
Tan solo dos parlamentarios del PP acuden al Congreso a entregar sus credenciales en el primer día del plazo, que termina el 16 de agosto
Con el cartel de “cerrado por vacaciones” colgado en media España, los termómetros por encima de los 35 grados en la capital y buena parte de los partidos ya a medio gas, el Congreso abría este lunes el plazo de entrega de credenciales a los diputados electos el 23 de julio. Por delante, dos semanas y media hasta la sesión de constitución de Cortes para que los parlamentarios realicen el trámite obligatorio antes de ocupar su escaño. Pese a l...
Con el cartel de “cerrado por vacaciones” colgado en media España, los termómetros por encima de los 35 grados en la capital y buena parte de los partidos ya a medio gas, el Congreso abría este lunes el plazo de entrega de credenciales a los diputados electos el 23 de julio. Por delante, dos semanas y media hasta la sesión de constitución de Cortes para que los parlamentarios realicen el trámite obligatorio antes de ocupar su escaño. Pese a la aparente calma, opuesta al bullicio habitual de otros meses en la Cámara baja, una decena de miembros de la prensa —muchos más que políticos— aguardaban ansiosos desde las 9.30 de la mañana la llegada de sus señorías.
La realidad defraudó las expectativas. Con el enredo aún de la petición por parte del PSOE a la Junta Electoral Central para que se revisen los 30.000 votos nulos en Madrid, tan solo dos diputados, los dos del PP y elegidos por Castilla y León, solventaron la gestión pasado ya el mediodía. Concentrados en lo suyo, además, evitaron las declaraciones a medios. Se trata de Héctor Palencia, cabeza de lista por Ávila y hasta hace poco jefe gabinete del presidente autonómico Alfonso Fernández Mañueco, y de Tomás Cabezón, que se presentaba por Soria y fue una figura próxima al exlíder popular Pablo Casado.
Por los pasillos del Congreso, varios carteles orientaban a los recién llegados. “Primera planta, Sala 1: presentación de credenciales y datos de retención del IRPF. Sala 2: Protección Social. Sala 3: Medios de transporte”. Un piso más arriba, informática, telefonía y foto”. Todo está dispuesto para recibir a los 350 cargos electos en las urnas hace ya ocho días. El político en ciernes recibe nada más llegar el lote de diputado. Un maletín de piel color marrón que se recupera ahora después de haber estado ausente tras la repetición electoral de noviembre de 2019 y que contiene un libro con la Constitución y el Reglamento de la Cámara, la guía de funcionamiento del Congreso y la documentación a cumplimentar. Posteriormente, los parlamentarios completan el trámite de protección social y reciben la tarjeta de transporte que les corresponde. El Congreso cubre los gastos de desplazamiento en medio público (avión, tren, automóvil o barco) de los diputados, así como los gastos derivados del aparcamiento en las estaciones de tren y aeropuerto, según consta en el Régimen económico y ayudas de los miembros de la Cámara. Por último, recogen su teléfono móvil —un iPhone 14 PRO—, queda pendiente la entrega del iPad por falta de existencias y se hacen el retrato oficial para los próximos años.
Los diputados electos pueden realizar el procedimiento de manera presencial o delegar en alguien más, como está previsto que haga el presidente en funciones, Pedro Sánchez. Fuentes de Sumar aseguran que su líder, Yolanda Díaz, planea acudir en persona a entregar las credenciales el miércoles 16 de agosto, un día antes de que se constituyan las Cortes. Aunque aún no esta convocada de forma oficial, con probabilidad ese día tenga lugar por última vez la reunión de la Diputación Permanente antes del inicio de la nueva legislatura. El reglamento del Congreso establece que después de la celebración de elecciones generales, este órgano dará cuenta al Pleno del Congreso, “una vez constituido”, de los “asuntos que hubiere tratado y de las decisiones adoptadas”. Será un día de despedidas y recibimientos. Hay quienes temen que también se registren colas para despachar el trámite de todos aquellos que, en medio de las vacaciones, decidan dejarlo para última hora.