Sánchez: “No tienen nada contra mí. No soy perfecto, pero soy un político limpio”

El presidente trata de deconstruir el discurso del “antisanchismo” en una entrevista con Ana Rosa Quintana

Ana Rosa Quintana y Pedro Sánchez, esta mañana, durante la entrevista en Telecinco.EFE

La periodista y presentadora de televisión Ana Rosa Quintana, que este martes ha entrevistado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en Tele 5, ha sido un gran quebradero de cabeza para La Moncloa durante este mandato. La conductora estrella de Tele 5, siempre muy crítica con Sánchez, llega con su programa matinal a centenares de miles de hogares en un sector de la población donde el PSOE siempre logró muchos votos: mujeres y jubilados. Algo parecido sucede con Susanna Griso, la otra gran estrella de la mañana, en Antena 3, a cuyo plató también acudirá el presidente en breve. Sánchez, que...

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La periodista y presentadora de televisión Ana Rosa Quintana, que este martes ha entrevistado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en Tele 5, ha sido un gran quebradero de cabeza para La Moncloa durante este mandato. La conductora estrella de Tele 5, siempre muy crítica con Sánchez, llega con su programa matinal a centenares de miles de hogares en un sector de la población donde el PSOE siempre logró muchos votos: mujeres y jubilados. Algo parecido sucede con Susanna Griso, la otra gran estrella de la mañana, en Antena 3, a cuyo plató también acudirá el presidente en breve. Sánchez, que durante cuatro años decidió no acudir a estos programas, algo que ahora admite como un grave error, ha aprovechado cada minuto de la entrevista con Quintana —más de una hora ha estado, retrasando el Consejo de Ministros— para tratar de deconstruir el “antisanchismo” y, sobre todo, para despejar esa imagen de político malvado alejado de la gente y dibujarse como un presidente educado y serio. Tan cómodo estaba que hasta la propia conductora se ha revuelto en un momento dado contra el equipo del presidente, que la apremiaba a terminar: “Está a gusto, dejadle en paz”, les ha espetado cuando estaba acabando la entrevista.

En los últimos meses, Sánchez ha dejado que crecieran en las redes sociales y en ciertos programas de televisión algunas supuestas noticias que se difundían sin aportar pruebas; entre ellas, la de que él cambió de posición en la política con Marruecos porque los espías de ese país encontraron cosas inconfesables cuando, presuntamente, hackearon su móvil con el programa Pegasus. Y ahora ha decidido salir al contraataque. “Le agradezco muchísimo que me haga esta pregunta”, ha arrancado Sánchez cuando Quintana le ha preguntado por qué cambió la postura de España respecto al Sáhara. “He tenido que escuchar en algunos medios conservadores que el cambio de posición tiene que ver con que mi mujer pertenece a una red de narcotráfico vinculada a Marruecos”, ha protestado el presidente, tras recordar que el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, en una entrevista la víspera también en El Programa de Ana Rosa, había sembrado la duda con un “No sabemos lo que hay en el móvil del señor Sánchez”. “El problema es que venimos de un presidente que sí tuvo problemas con su móvil porque envió un SMS de apoyo a un corrupto como Luis Bárcenas”, ha proseguido el líder socialista. “Lo que pasa es que no tienen nada contra mí. Porque no soy perfecto, pero soy un político limpio. No es aceptable, para hacer daño, decir ‘a ver qué tiene Sánchez en su móvil, a ver qué tiene la mujer de Sánchez en Marruecos”.

Pero la crítica que más daño está haciendo a Sánchez, según las encuestas, la que está detrás de buena parte de las fugas de voto del PSOE al PP que detectan los sondeos, está en sus acuerdos con EH Bildu y ERC y sus cambios de posición en cuestiones muy sensibles como los indultos a los líderes del procés independentista catalán o la reforma del Código Penal pactada con ERC para rebajarles la condena. Y ahí Sánchez, de nuevo, ha buscado desactivar la crítica, pero sobre todo convencer a los espectadores y a la propia presentadora de que esos acuerdos los ha hecho por el bien de España y de la convivencia y sobre todo de que no ha tenido más remedio que buscar votos “debajo de las piedras”, es decir, también de EH Bildu y ERC, para sacar adelante reformas sociales.

Cuando Quintana le preguntaba si cree que entonces el fin (aprobar sus leyes) justifica los medios (apoyarse en los votos de Bildu), Sánchez ha sido claro: “Si es para revalorizar las pensiones, sí”. En cualquier caso, el presidente insiste en que él no tiene ministros ni un pacto de investidura con Bildu, mientras que el PP sí está metiendo a Vox en gobiernos autonómicos y municipales. “Feijóo dijo ayer en este programa que ha pactado más ayuntamientos con el PSOE que con Vox. Es mentira. Por eso yo creo que hay que volver al sentido común en el debate político. Y por eso quiero la reelección. Porque quiero consolidar las reformas y para evitar un retroceso con la entrada de la ultraderecha en el Gobierno”, ha aseverado.

En todo momento, el líder del PSOE se ha presentado como una víctima de insultos y ataques completamente desproporcionados. Y ha insistido en que él es una persona educada que no insulta. Cuando la conductora le ha recordado que él llamó “indecente” a Mariano Rajoy en un debate en 2015, Sánchez ha admitido que sí, que lo hizo y que poco después admitió públicamente que eso había sido un error. “Sin embargo, Feijóo me llama ‘personaje’, Esperanza Aguirre dice que sumo muertos, Isabel Díaz Ayuso dice que estamos convirtiendo España en Venezuela”, se ha quejado.

Y ha sido el propio Sánchez quien ha sacado la cuestión del Falcon (el avión oficial en el que se desplaza el presidente), otra de las críticas más repetidas por la oposición. “Se dice que soy un obseso del poder, filoetarra, golpista, y un obseso del Falcon. El Falcon lo compró Aznar. Cuando lo utilizaban Aznar y Rajoy nadie decía nada. Entiendo que para PP y Vox yo tendría que ir en autoestop, porque me consideran ilegítimo”. Ana Rosa ha admitido su legitimidad como presidente y ha censurado todos los insultos. De nuevo, como con la entrevista con Pablo Motos en El Hormiguero la semana pasada, Sánchez sale de una entrevista en principio difícil con más comodidad de lo previsto. Y muchos socialistas, también dirigentes del máximo nivel, no paran de hacerse la pregunta: ¿por qué no lo hizo antes?

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