El PP recela sobre el pacto valenciano que hace vicepresidente a un torero: “Nos falta poner de portavoz a una tonadillera”

La dirección del partido defiende el acuerdo programático pese a las cesiones a Vox con la violencia machista, que el pacto denomina como “violencia intrafamiliar”

El portavoz de campaña del PP, Borja Sémper, el lunes durante la rueda de prensa posterior a la reunión del comité de dirección del partido.Foto: Javier Lizón (EFE) | Vídeo: EUROPA PRESS

El acuerdo de gobierno entre PP y Vox para la Comunidad Valenciana desvelado el jueves ha provocado cierto estupor en las filas populares, donde hay hasta choteo por el hecho de que un torero retirado vaya a convertirse en el nuevo vicepresidente autonómico. “Nos falta poner de portavoz a una tonadillera”, ironiza un barón popular, que advierte de que en la formación “nadie quería este acuerdo en estos térmi...

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El acuerdo de gobierno entre PP y Vox para la Comunidad Valenciana desvelado el jueves ha provocado cierto estupor en las filas populares, donde hay hasta choteo por el hecho de que un torero retirado vaya a convertirse en el nuevo vicepresidente autonómico. “Nos falta poner de portavoz a una tonadillera”, ironiza un barón popular, que advierte de que en la formación “nadie quería este acuerdo en estos términos tan contundentes”, por las importantes cesiones a la extrema derecha, que tendrá una vicepresidencia y dos consejerías y ha conseguido imponer al PP parte de su agenda ideológica. La dirección del partido, por su parte, defiende el pacto programático valenciano, pese a que asume el discurso de los ultras sobre la violencia de género y la diluye en el término de “violencia intrafamiliar”, pero sí marca distancias con el perfil elegido para la vicepresidencia: “No es el Gobierno que habría hecho Feijóo”.

La dirección nacional del Partido Popular asegura que no ha dado el visto bueno de antemano al pacto de gobierno que ha suscrito el PP de la Comunidad Valenciana con Vox, aunque el vicesecretario Territorial, Miguel Tellado, sostuvo en RNE que “por supuesto” que la dirección en la sede nacional de la madrileña calle de Génova supervisa y se corresponsabiliza de lo firmado. En todo caso, el equipo directo de Alberto Núñez Feijóo defiende los términos del acuerdo, a pesar de que el pacto obvia la violencia machista y califica de “violencia intrafamiliar” la que sufren las mujeres a manos de sus parejas y exparejas, en línea con el negacionismo de la extrema derecha. “No hemos visto nada que rebaje la intensidad punitiva contra la violencia contra las mujeres. Nos preocuparía si se dieran pasos en esa dirección”, arguyen fuentes de Génova.

Sobre el veto parental que contempla el pacto para las actividades extracurriculares, en Génova precisan que “habrá que ver cómo lo aplican”. Con todo, el equipo de Feijóo rechaza tener problemas con lo firmado en Valencia. “No estamos preocupados por este acuerdo”, zanjan.

Otra cosa es el perfil elegido para el vicepresidente y consejero de Cultura del nuevo Gobierno valenciano, el torero retirado Vicente Barrera, objeto hasta de chanza en el PP. Fuentes del equipo de Feijóo defienden que Barrera es también licenciado en Derecho, “mucho más que algunos secretarios de Estado”, y arguyen que “una cajera era ministra de Igualdad”, en referencia a Irene Montero, licenciada en Psicología. Aunque la dirección nacional del PP sí pone más distancia sobre el vicepresidente valenciano e insiste en que “es el Gobierno de [el futuro presidente de la Generalitat, Carlos] Mazón, y el PP no elige a los consejeros de Vox”. “Esto de los toreros ya se vio que no funcionaba con Casado. Son perfiles mediáticos que no tienen por qué ser de gestión”, opina por su parte un miembro de la dirección popular.

En la cúpula popular el acuerdo valenciano no ha caído bien por la sensación de que el candidato popular, Carlos Mazón, ha cedido mucho ante Vox. “Por lo menos, los de Abascal no han conseguido educación o servicios sociales, se ha rebajado su capacidad de decisión en asuntos sensibles”, se consuela un miembro de la dirección. “Mazón lo ha precipitado todo mucho, tenía que haber aguantado más el tiro, ha sido muy agradecido con Vox”, analiza otro dirigente. “El problema es que al resto de los candidatos los condiciona”, advierte, porque el partido de extrema derecha se ha envalentonado y ahora exige un precio alto por sus votos en el resto de autonomías donde todavía está por negociar la investidura, como en Murcia.

Mientras, Feijóo se afana en defender los acuerdos del PP con Vox tratando de justificarlos porque si no, los populares no podrían gobernar. “Cuando pierde el PSOE hay que repetir las elecciones, y cuando el PP gana no puede pactar con nadie”, sostuvo el jueves en un acto de partido en Palma de Mallorca. El líder popular insiste en que el partido no tiene más remedio que pactar con la extrema derecha para que no gobierne la izquierda, pese a que los populares están suscribiendo acuerdos en ayuntamientos aunque no hayan sido la lista más votada. “El planteamiento de [Pedro] Sánchez es: tenemos que gobernar nosotros o que no gobierne nadie”, se quejó Feijóo, que ya había defendido el miércoles de forma específica el pacto de gobierno PP-Vox en la Comunidad Valenciana.

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