Junqueras anuncia que dejará la presidencia de ERC de forma temporal tras las elecciones europeas

El líder republicano gana tiempo y deja sus funciones hasta el congreso de noviembre del partido, cuando Marta Rovira abandonará la secretaría general “por coherencia”

El líder de ERC, Oriol Junqueras, tras anunciar que dejará la presidencia del partido tras las elecciones europeas del 9 de junio.Foto: MARTA PEREZ (EFE)

La debacle electoral de Esquerra Republicana en los comicios del domingo también se ha llevado por delante al presidente de la formación, Oriol Junqueras. Eso sí, con una fórmula con la que tanto el republicano como los suyos ganan tiempo para rearmarse. Un día después de que él mismo se postulara para seguir manteniendo el liderazgo en plena gestión de la crisis, el partido ha anunciado en una nota de prensa que su...

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La debacle electoral de Esquerra Republicana en los comicios del domingo también se ha llevado por delante al presidente de la formación, Oriol Junqueras. Eso sí, con una fórmula con la que tanto el republicano como los suyos ganan tiempo para rearmarse. Un día después de que él mismo se postulara para seguir manteniendo el liderazgo en plena gestión de la crisis, el partido ha anunciado en una nota de prensa que su líder dejará la cúpula del partido tras las elecciones europeas de junio para poder dedicarse a escuchar el sentir de la ciudadanía. La decisión sobre el futuro del liderazgo se posterga hasta el 30 de noviembre, cuando se celebrará un congreso extraordinario

“Oriol Junqueras ha anunciado que dejará la presidencia del partido después de los comicios del 9 de junio”, dice el último párrafo de la nota de prensa con que el partido informó, sobre las 22.30, de la maratoniana reunión de la ejecutiva. “[Lo hará] para abrir un proceso de reflexión y escucha activa antes de decidir su futuro”, remata el texto. El aún presidente comparecerá en rueda de prensa este jueves.

La presión en ERC era inmensa tras los malos resultados del domingo y el camino del medio pactado por los leales a Junqueras y el círculo del Palau de la Generalitat. En la resaca electoral, el coordinador nacional del partido y president en funciones, Pere Aragonès, compareció para asumir la responsabilidad de que ERC perdiera 13 diputados —de 33 a 20— y fuera incapaz de lograr los escaños necesarios para optar a revalidar la jefatura del Govern. Junqueras, en cambio, anunció al día siguiente en una carta que tenía toda la intención de capitanear la situación de unas filas abatidas por enlazar tres derrotas electorales y perder su condición de fuerza central de la política en Cataluña. “Me veo capaz y con fuerza para seguir trabajando por nuestro país y hacerlo, como siempre, desde el lugar que determine la militancia”, decía.

El contraste en cómo ambas primeras espadas de ERC asumieron la responsabilidad jugó en contra de Junqueras. “La ciudadanía no ha confiado en nosotros o en nuestras propuestas o en la manera de explicarlas”, explicó el presidente en su carta, a manera de autocrítica por la derrota en una campaña en la que participó, pero marcando distancias con Aragonès a quién él mismo dio las llaves del partido cuando estaba en la cárcel. En la ejecutiva, la secretaria general Marta Rovira terció en la polémica y se decantó por promover un cambio. Y ha anunciado que “por coherencia”, no se presentará para revalidar el cargo en el próximo Congreso de noviembre. La secretaria general de los republicanos, que huyó a Suiza para evitar a la justicia española, asegura que superada la etapa de la amnistía, son nuevos liderazgos los que se deben ocupar de la siguiente fase: el referéndum.

La fecha del Congreso no es gratuita. Por un lado, Junqueras quiere ganar tiempo en su pretensión de continuar al frente del partido, aunque el anuncio de Rovira le quita fuerza de cara a intentar repetir. La reflexión de la cúpula, además, se aleja así de momentos turbulentos como las elecciones europeas y, por si acaso, se ajusta al calendario de una eventual repetición electoral. Junqueras, que asumió las riendas del partido en 2012 tras la debacle del partido seguido del tripartito, llevó a las siglas republicanas a su mayor cuota de poder. Ahora lo deja en un momento bajísimo y sin aún explicar qué pasará con la investidura.

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