Pedro Sánchez: “Teníamos razón. El perdón tiene efecto sanador”

“Teníamos razón”. Así de contundente y tajante ha comenzado Pedro Sánchez su análisis en la Ejecutiva del PSOE del resultado de las elecciones catalanas, en las que el PSC ha obtenido una victoria holgada tanto en escaños como en votos que sitúa a Salvador Illa en la mejor posición de los candidatos que han concurrido para ser el próximo president de la Generalitat. El presidente del Gobierno ha reivindicado “el efecto sanador del perdón”, han adelantado a EL PAÍS fuentes de la dirección socialista, en referen...

“Teníamos razón”. Así de contundente y tajante ha comenzado Pedro Sánchez su análisis en la Ejecutiva del PSOE del resultado de las elecciones catalanas, en las que el PSC ha obtenido una victoria holgada tanto en escaños como en votos que sitúa a Salvador Illa en la mejor posición de los candidatos que han concurrido para ser el próximo president de la Generalitat. El presidente del Gobierno ha reivindicado “el efecto sanador del perdón”, han adelantado a EL PAÍS fuentes de la dirección socialista, en referencia a la que entienden como política de distensión y de reencuentro de los últimos años para poner fin al procés, primero con los indultos, a continuación con la reforma del Código Penal para la derogación del delito de sedición y la reforma de la malversación y por último con la ley de amnistía que se aprobará en el Congreso en las próximas semanas.

Otra de las conclusiones que el líder del PSOE ha sacado del 12-M es que los catalanes “se quieren quedar y formar parte de la España atractiva” que los socialistas están “construyendo”. Por primera vez desde 1984, los partidos nacionalistas catalanes —luego independentistas— no sumarán mayoría absoluta en el Parlament. Frente a las dudas de quienes sostienen que estaría dispuesto a sacrificar a Illa a cambio de asegurarse la gobernabilidad en el Congreso, Sánchez ha negado esa posibilidad. “El Gobierno de Cataluña se decidirá en Cataluña”, ha sentenciado, al tiempo que ha insistido en darle todo el protagonismo en las negociaciones para lograr los apoyos necesarios para que sea investido Salvador Illa. El líder socialista catalán, ha subrayado, cuenta con “la absoluta confianza y respaldo” de la Ejecutiva del PSOE. Pero en Ferraz piden calma y tiempo y dan por hecho que las negociaciones, que Illa pilotará, llevarán su tiempo. Mientras tanto, Sánchez ha aconsejado a la Ejecutiva socialista que saboree el resultado. “A disfrutarlo un montón”, ha dicho el presidente, según varios asistentes a la reunión. En referencia al PP, que ha pasado de 3 a 15 escaños, el presidente del Gobierno ha observado que pese a su mejora será “intrascendente” para la gobernabilidad de Cataluña, como ya le ha sucedido en Euskadi.

El ambiente en la ejecutiva federal, que trasladaban los rostros sonrientes de su medio centenar de integrantes, ha sido plácido y relajado. Sánchez, que ha llegado al cónclave acompañado de María Jesús Montero, número dos del Ejecutivo y del PSOE, y del secretario de Organización, Santos Cerdán, ha sido recibido con una salva de aplausos. Ha sido la primera de otras muchas, a diferencia de la celebración, más comedida, tras las elecciones vascas, en las que los socialistas crecieron y reforzaron su posición con vistas a la reedición de un Gobierno de coalición con el PNV. En aquella Ejecutiva Sánchez ya incidió en esta idea: “No se ve el cambio de ciclo por mucho que algunos se empeñen”. Lo hizo en referencia a los pronósticos incumplidos de Alberto Núñez Feijóo.

El mismo Sánchez se ha declarado “feliz” en varios momentos de la reunión, que ha durado hora y media. El secretario general del PSOE también ha recordado el “sufrimiento” que cargos de todo el escalafón del partido han padecido desde octubre del año pasado, desde los pactos previos a su investidura a los acuerdos con los independentistas para tramitar la ley de amnistía. Desde entonces cientos de casas del pueblo, sedes locales del PSOE, han sido objeto de actos vandálicos y cuadros socialistas han sufrido agresiones —como el exalcalde de Ponferrada, Olegario Ramón— e incluso han vuelto a tener que llevar escolta como ya hicieron en los tiempos en que eran objetivo de ETA, como le ha sucedido a Santos Cerdán.

Tras Sánchez, una docena de miembros de la dirección del PSOE han pedido la palabra. La tónica ha sido similar en todas ellas. Los mensajes centrales se han referido a la victoria de Illa como el triunfo de la “moderación” y como muestra de que los catalanes han dejado de una forma rotunda en las urnas “que quieren pasar página y se acabó el procés”. “Se abre un nuevo momento en Cataluña y la ciudadanía ha respaldado la agenda del PSC, la agenda socialista de la convivencia, del entendimiento. Ahora es el momento del diálogo y de mirar al futuro en Cataluña”, ha señalado Iratxe García a su llegada a Ferraz. La actual presidenta del Grupo de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas en el Parlamento Europeo y número dos en las listas del PSOE para las elecciones europeas ha incidido en que el resultado les servirá de impulso en los comicios del 9 de junio: “Por supuesto, vamos a por la victoria”. Este ha sido precisamente otro de los mensajes centrales del análisis que ha realizado la cúpula del principal partido del Gobierno. Según el sentir general de quienes han intervenido en la reunión a puerta cerrada, el 12-M deja “el mejor resultado posible para encarar las próximas elecciones europeas”. El Partido Popular, que logró 13 eurodiputados en 2019 frente a los 21 del PSOE, pretende convertirlas en un nuevo plebiscito contra Sánchez. Los socialistas, en cambio, creen que el resultado será más igualado de lo que el PP espera y vaticinan que Feijóo puede tener de nuevo un problema si no cumple con las expectativas.

Para Elma Saiz, ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, “los catalanes han hablado claramente y lo que han hecho ha sido avalar las políticas basadas en el diálogo, en la búsqueda de consensos y poner en valor la pluralidad”.

La ex vicelehendakari Idoia Mendia ha incidido en que el resultado del PSC “es una clara muestra de que la apuesta que hizo Pedro Sánchez desde el principio, por la convivencia, por las relaciones institucionalizadas con los partidos catalanes y por el diálogo, y ha pedido calma y tiempo antes de abordar los pactos para que haya un Govern con un presidente socialista.