¿Quién apoya la independencia en Cataluña? Seis claves por edad, renta y origen

El 51% prefiere permanecer en España, frente al 41% que quiere separarse. Desde 2017 baja el apoyo a la secesión en general, pero más entre los jóvenes

Manifestación en la plaza de España de Barcelona en la Diada del 11 de septiembre de 2023.Gianluca Battista

El Centre de Estudis d’Opinió (CEO, organismo dependiente de la Generalitat) lleva casi una década preguntando a los catalanes por la independencia. A continuación extraemos seis claves de lo que dicen esos datos.

Las encuestas del CEO evidencian un retroceso paulatino del independentismo desde octubre de 2017. Entonces los partidarios de salir de España se imponían por cinco puntos (49% a 44%), pero luego han ido reduciéndose, hasta darse la vuelta aquel equilibrio: hoy los que rechazan la independencia son la mayoría (51%) y superan por 10 puntos a sus partidarios (41%). El resto no s...

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El Centre de Estudis d’Opinió (CEO, organismo dependiente de la Generalitat) lleva casi una década preguntando a los catalanes por la independencia. A continuación extraemos seis claves de lo que dicen esos datos.

1. El 41% de los catalanes querría que Cataluña fuese un Estado independiente, pero una mayoría del 51% se opone

Las encuestas del CEO evidencian un retroceso paulatino del independentismo desde octubre de 2017. Entonces los partidarios de salir de España se imponían por cinco puntos (49% a 44%), pero luego han ido reduciéndose, hasta darse la vuelta aquel equilibrio: hoy los que rechazan la independencia son la mayoría (51%) y superan por 10 puntos a sus partidarios (41%). El resto no sabe o no contesta.

2. El deseo de independencia ha caído en casi todos los grupos de edad, sobre todo entre los jóvenes

En 2015, la mayoría de los catalanes de 18 a 24 años apoyaba la independencia (53,2%), según el CEO. Ahora solo el 39,4% de ese grupo la ambiciona.

La única franja de edad en la que el independentismo no baja desde 2017 es la de los mayores de 65 años: entre ellos, el apoyo a la independencia ha pasado del 36% al 42%. El motivo posiblemente no es que se haya convencido a mucha gente, sino un efecto reemplazo: ha cumplido 65 años más gente partidaria de la independencia de la que ha fallecido en edades avanzadas.

3. Hay más independentistas en los pueblos y menos en las ciudades

El anhelo por ser un Estado separado solo se impone en los municipios de menos de 10.000 habitantes. En las ciudades de entre 50.000 y 150.000, quienes defienden que Cataluña siga formando parte de España son mayoría (56% a 37%); y en las grandes, todas del cinturón de Barcelona —Sabadell, Tarrasa, Badalona y L’Hospitalet—, se imponen 62% a 30%. La capital catalana está un poco más dividida, aunque allí también rechaza la independencia una mayoría: 53% frente a 42%.

4. ¿La variable que mejor predice la opinión sobre la independencia? El origen familiar

Entre los catalanes cuyos progenitores han nacido ambos en Cataluña, los que quieren la independencia son el doble que los que no. En cambio, entre aquellos con padres venidos de fuera, esa proporción es justo la contraria: el rechazo se impone dos a uno. Esta relación entre origen e ideología es clara, duradera en el tiempo y apreciable incluso si nos remontamos a los abuelos.

Además, en el grupo de ciudadanos que nacieron en otra comunidad autónoma o en otro país el apoyo a la independencia cae al 19% y 24%, respectivamente.

En el gráfico anterior, el ancho de las barras es proporcional al tamaño del grupo. Por ejemplo, los nacidos en Cataluña con dos padres de Cataluña son el 33%, mientras que los extranjeros representan el 8% del total.

5. La independencia tiene más apoyo de rentas medias-altas, aunque eso tiene que ver, en gran medida, con el origen familiar

Como muestra el gráfico, el apoyo a la independencia aumenta entre las rentas medias-altas y altas. Solo se impone con claridad entre aquellos entrevistados que declaran unos ingresos familiares netos mensuales por encima de los 4.000 euros. Entre quienes ingresan menos de 1.200 euros, en cambio, el rechazo a la separación supera el 55%.

Las diferencias por renta parecen haberse reducido en los últimos años. En comparación con 2019-2021, el independentismo apenas cae entre las rentas de menos de 1.200 euros, pero sí en las rentas por encima de esa cantidad.

En todo caso, estos patrones de renta se explican en parte por los que vimos con el origen familiar: las personas que emigraron a Cataluña desde otras partes de España, y los hijos de esas personas, combinan a menudo dos características: tener rentas más bajas y un menor deseo de independizarse de España.

Para analizar ambas características al mismo tiempo, podemos hacer un doble cruce. El gráfico siguiente muestra el porcentaje de apoyo a la independencia para cada combinación de origen familiar y renta del hogar:

El gráfico sugiere que el origen es un factor más importante que la renta para explicar la posición sobre la independencia (por eso hay mucha variación dentro de cada columna). Pero cabe fijarse también en las filas: a igual origen, tener más ingresos sigue prediciendo cierto apoyo extra a la independencia. Entre las personas con ambos padres catalanes, por ejemplo, ese apoyo sube del 64% al 75% al crecer la renta. Y lo mismo ocurre con los nacidos en otras comunidades: en ese grupo los partidarios de la independencia suben del 16% entre los más pobres al 25% de los más ricos. Esto puede ser un efecto causal de la renta o explicarse por otra variable omitida, como por ejemplo el círculo social.

6. El sentir nacionalista también cambia: más gente se dice “tan catalán como español”

El porcentaje de encuestados que se siente “solo catalán” ha bajado de manera muy sensible, pasando del 29% al 17% desde 2017. Y, del resto de opciones, solo hay una que sube de manera clara: quienes se sienten “tan catalán como español” pasan del 35% al 44%.


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