La campaña electoral de Junts: los militantes viajan en bus para ver al líder Puigdemont en el sur de Francia
La estrategia de la formación para el 12 de mayo se fía a una sucesión de mítines del expresidente en Argelers
Cuando Carles Puigdemont confirmó el pasado 28 de marzo que presentaba candidatura para volver a presidir la Generalitat anunció que automáticamente ponía en marcha “la cuenta atrás del retorno” a Cataluña. De momento, el reloj está en punto muerto y Junts per Catalunya ha comunicado que quien quiera ver de cerca a Puigdemont deberá desplazarse al sur de Francia. La campaña electoral de Junts y Puigdemont se tra...
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Cuando Carles Puigdemont confirmó el pasado 28 de marzo que presentaba candidatura para volver a presidir la Generalitat anunció que automáticamente ponía en marcha “la cuenta atrás del retorno” a Cataluña. De momento, el reloj está en punto muerto y Junts per Catalunya ha comunicado que quien quiera ver de cerca a Puigdemont deberá desplazarse al sur de Francia. La campaña electoral de Junts y Puigdemont se traslada a Argelers, un municipio de 10.000 habitantes que se halla a media hora de la frontera con España. “Todos los actos se van a hacer allí”, manifiestan desde Junts per Catalunya. Solo la última ceremonia de campaña, el viernes 10 de mayo, se celebrará en Barcelona. Puigdemont se marchó a Bélgica en 2017 para evitar ser juzgado por su participación en la organización del referéndum del 1 de octubre y, a la espera de que se despliegue la ley de amnistía, entrar en España le supone asumir el riesgo de ser detenido. Junts ha optado por priorizar que sean los seguidores quienes vayan al encuentro del candidato, porque él no puede salir en busca de los votantes. Los mítines de Puigdemont, uno diario durante las dos semanas de campaña, serán en suelo francés. “En la Catalunya nord”, precisan desde la candidatura, abonando la idea de que el Rosellón forma parte de unos supuestos Països Catalans.
El partido pone de relieve que esta va a ser una “campaña sin pantallas” y se encomienda a las intervenciones presenciales de su líder. Para asegurarse la presencia de público, Junts fleta autocares para que los seguidores de Puigdemont puedan ver los mítines en directo. Los buses, no menos de cinco, saldrán cada mañana desde varios puntos de Cataluña para acudir al sur de Francia. El pabellón deportivo de Argelers, con un aforo aproximado de 300 personas, será el escenario habilitado para las conferencias públicas del expresidente. El partido asegura que llevará a cabo una campaña de sostenibilidad para mitigar el impacto medioambiental que puedan tener los desplazamientos por carretera de sus partidarios desde Cataluña hasta el sur de Francia. La dirección de Junts descarta que el plan implique más costes económicos que una campaña electoral.
La mecánica de campaña que ha impuesto Puigdemont focaliza toda la estrategia electoral sobre su persona. Incluso la marca del partido ha quedado reducida en la candidatura para dar preeminencia a su figura, “Junts+Puigdemont per Catalunya”. Se trata de una apuesta a todo o nada. El expresidente de la Generalitat ha avanzado que dejará la “política activa” si no es elegido presidente tras los comicios del 12 de mayo. “Tiene poco sentido que yo me dedique a hacer de jefe de la oposición”, ha dicho.
Junts asegura que no tiene un plan B a Puigdemont y, de hecho, el partido ha pedido a TV3 y Catalunya Ràdio, la televisión y radio públicas catalanas, celebrar el debate electoral con todos los cabezas de lista en Perpiñán (Francia), para que su candidato pueda estar presente. El director de campaña y presidente del grupo parlamentario de Junts, Albert Batet, ha planteado esta solicitud en una carta dirigida al director de TV3, Sigfrid Gras, y de Catalunya Ràdio, Jordi Borda. Junts asegura que no ha recibido una contestación oficial, pero el candidato del PSC Salvador Illa ya ha anunciado que no tiene ninguna intención de celebrar un debate fuera de Cataluña. La número 2 la lista, la empresaria tecnológica Anna Navarro, no tiene experiencia previa en política y lleva más de 30 años residiendo fuera de Cataluña.
Pese a las intenciones que exhibe en público su partido, Puigdemont ha descartado celebrar un debate electoral con el presidente de la Generalitat y candidato de ERC, Pere Aragonès. “No nos hace falta un cara a cara entre independentistas”, alega. Tampoco ve útil un debate a tres con Aragonès y el candidato del PSC, Salvador Illa. Su intención, ha dicho, es debatir directamente con el presidente del Gobierno, aunque las elecciones sean autonómicas: “Con quien nos tendremos que pelear para defender los intereses de Cataluña no es con Salvador Illa, sino con Pedro Sánchez. Si Sánchez quiere un cara a cara, estoy dispuesto. Si Sánchez y Feijóo quieren un cara a cara a tres bandas, encantado”, apostilla Puigdemont.