Ciudadanos se desploma en Andalucía y Marín dimite
El partido no consigue ningún escaño con el 3,29% de los votos y en torno a 120.000 apoyos
El peor de los escenarios para Ciudadanos se ha cumplido: la nada. El partido que lidera Juan Marín en Andalucía no ha conseguido ningún escaño en las elecciones de este domingo, y se hunde tanto a nivel autonómico como nacional. Pese al empeño del candidato de Cs y vicepresidente en funciones de la Junta en reiterar ...
El peor de los escenarios para Ciudadanos se ha cumplido: la nada. El partido que lidera Juan Marín en Andalucía no ha conseguido ningún escaño en las elecciones de este domingo, y se hunde tanto a nivel autonómico como nacional. Pese al empeño del candidato de Cs y vicepresidente en funciones de la Junta en reiterar que las urnas darían la vuelta a los sondeos, Ciudadanos se ha dado de bruces con la realidad, y queda borrado del mapa andaluz. El partido que en 2018 consiguió un resultado triunfal con 21 diputados —con el 18,27% de los apoyos y 660.000 votos—, y ha gobernado en coalición con el PP desde entonces, se ha desplomado en estos comicios autonómicos hasta el 3,29% y en torno a 120.000 apoyos. Marín ha asumido la responsabilidad del batacazo y ha dimitido tras el escrutinio. “Me pongo al servicio de mi partido como un afiliado más de base. En política hay que entrar con dignidad y hay que salir con dignidad”, ha subrayado en su comparecencia, tras la que ha salido entre lágrimas.
El candidato de Cs ya había adelantado en esta campaña que abandonaría la política de no conseguir un resultado favorable, que para la formación suponía lograr en torno a tres escaños y sumar con el PP, o grupo parlamentario propio, con al menos cinco diputados. Marín ha cumplido su promesa tras confirmarse que Ciudadanos desaparece del Parlamento andaluz. El candidato, eso sí, seguirá como vicepresidente en funciones hasta la conformación del nuevo Gobierno.
“Creo abiertamente que lo hemos hecho muy bien en todos los ámbitos, pero no lo hemos conseguido. Y llega el momento sencillamente de pasar y dejar que otros compañeros y compañeras asuman la responsabilidad”, ha abundado Marín, visiblemente afectado, en el hotel NH Collection de Sevilla, desde donde ha seguido el escrutinio junto a varios miembros de la cúpula del partido, como el portavoz en el Congreso, Edmundo Bal; el secretario de Comunicación, Daniel Pérez, y el director de campaña y diputado, Miguel Gutiérrez. En 2018, el entonces líder de Cs, Albert Rivera, acompañó a Marín en el mismo lugar y con resultado muy distinto. Hoy, la presidenta del partido, Inés Arrimadas, se ha quedado en Madrid y ha evitado la foto de la derrota.
Desde la formación llevaban días intentando transmitir el mensaje de que los sondeos internos apuntaban a un voto “al alza”, en un intento por desprenderse de la “etiqueta del muerto” que disuadiera a sus hipotéticos electores de elegir una papeleta condenada al fracaso. En privado, sin embargo, miembros de la formación incluso hacían bromas sobre su posible desaparición. Una desaparición que se ha materializado este domingo. El Partido Popular, que en 2018 obtuvo el peor resultado de su historia en Andalucía al lograr solo 27 diputados y ahora ha logrado la mayoría absoluta con 58, se ha comido por completo el voto de quienes entonces apoyaron a Ciudadanos.
Marín arrancó la campaña enfatizando el trabajo que los cinco consejeros de su partido habían desempeñado en el Gobierno, con carteras tan importantes como Empleo o Economía. Y en esa línea se ha mantenido su discurso y el del resto de los dirigentes. “Le hemos hecho la campaña a Juanma. Marín tendría que haberse desmarcado más de él en los debates y no ir tanto a por Olona. La gente está ya muy nerviosa porque hay muchos cargos públicos en el partido que se quedan sin trabajo”, afirma un miembro de la dirección, que critica la intervención del candidato de Cs durante ambos debates por no dirigirse directamente contra el presidente de la Junta y recordarle que los datos de los que el candidato del PP presumía, como el descenso del paro o la aceleración económica, eran competencia de Ciudadanos.
Otras fuentes del partido y el entorno del propio Marín sostienen que, pese al nefasto resultado de este domingo, están “tranquilos” y “orgullosos” del trabajo realizado en el Palacio de San Telmo, y acusan al PP de haber sabido “vender” mejor los “éxitos” del Gobierno de coalición porque se han dedicado al “marketing” en lugar de a gestionar. Desde Ciudadanos se niegan a asumir la desaparición del partido y apelan a los en torno a 3.000 ediles que Cs conserva como excusa para afirmar que la formación sigue a flote. En el Congreso, Ciudadanos tiene nueve diputados. Voces discordantes piden un “replanteamiento” de la situación tras este nuevo golpe. Marín no ha querido achacar la debacle en Andalucía a la profunda crisis que vive el partido.
Varios exdirigentes de Ciudadanos y cargos orgánicos de la formación han empezado ya este lunes a pedir un congreso extraordinario que plantee una refundación del partido. Algunos, incluso, exigen la dimisión de Arrimadas. La presidenta del partido ha tardado en reaccionar un par de horas desde que Marín anunció su dimisión y lo ha hecho a través de su cuenta de Twitter: “Muchas gracias a Juan Marín y al conjunto de compañeros de Cs Andalucía por su esfuerzo y gran labor, en la Junta de Andalucía y en esta campaña. Y gracias a los más de 120.000 andaluces que siguen confiando en el proyecto liberal, que debemos reimpulsar entre todos”.
El batacazo de Ciudadanos en Andalucía se suma a la cadena de derrotas electorales que el partido de Arrimadas viene sufriendo en los últimos meses. Ya pasó en febrero en Castilla y León, donde, al menos, mantuvieron el escaño de Francisco Igea. O en la Comunidad de Madrid, donde el naranja también desapareció del dibujo de la Asamblea autonómica. La formación ahonda así su crisis a nivel nacional tras la pérdida de todos los gobiernos autonómicos que tenía hasta la fecha —el último, el de la Junta—. Cs Andalucía no ha podido frenar el efecto del huracán negativo que arrastra la marca a nivel nacional, muy denostada por las continuas debacles electorales y el abandono de cargos del partido. En Andalucía, además, varios exdiputados autonómicos anunciaron que dejaban la formación tras la convocatoria de las elecciones. Los que se han mantenido fieles a Marín han arropado al vicepresidente y lo han despedido con un fuerte aplauso mientras el perdedor se marchaba entre lágrimas.