El PP acaricia un Gobierno en solitario en Andalucía
Los populares superarían en escaños a toda la izquierda, según una encuesta de 40dB. para EL PAÍS y la SER
El PP marcha lanzado en Andalucía a tres semanas de las elecciones autonómicas. Los populares pueden aspirar a una gran victoria, de envergadura suficiente para superar por sí mismos en escaños a toda la izquierda y revalidar el Gobierno sin necesidad de acoger a Vox, según una encuesta de 40 dB. para EL PAÍS y la SER. El PSOE, apunta el estudio demoscópico, se estancaría en su resultado de hace cuatro años, los grupos más a la izquierda pagarían su división y Ciudadanos se volvería a precipitar ...
El PP marcha lanzado en Andalucía a tres semanas de las elecciones autonómicas. Los populares pueden aspirar a una gran victoria, de envergadura suficiente para superar por sí mismos en escaños a toda la izquierda y revalidar el Gobierno sin necesidad de acoger a Vox, según una encuesta de 40 dB. para EL PAÍS y la SER. El PSOE, apunta el estudio demoscópico, se estancaría en su resultado de hace cuatro años, los grupos más a la izquierda pagarían su división y Ciudadanos se volvería a precipitar a la irrelevancia extraparlamentaria. Vox confirma su línea ascendente, pero no le reportaría mayor beneficio ante la espectacular crecida de los populares. Todos los datos internos de la encuesta se pueden consultar en las webs de EL PAÍS y la SER.
El PP, según la encuesta, escalaría hasta el 36,5%, 16 puntos más que en 2018, prácticamente lo que pierde Ciudadanos, que pasaría del 18% de entonces a un ínfimo 3%. Los populares reunirían 48 escaños, 22 más que en el Parlamento saliente. Esa cosecha debería bastarle al PP para gobernar en solitario, aun sin alcanzar la mayoría absoluta de 55 diputados. Los populares superarían en cinco parlamentarios a la suma de la izquierda, con lo que Vox solo podría bloquear la reelección del presidente Juanma Moreno uniéndose al previsible frente de rechazo del campo progresista.
Si los populares culminasen el 19 de junio este vuelco histórico en el gran feudo de la izquierda española durante las últimas cuatro décadas, sería en buena medida gracias a la aprobación ciudadana que concitan la gestión de la Junta y de su presidente. Los datos de 40dB. hablan con elocuencia. Moreno es el preferido para dirigir el Gobierno autónomo por el 36,5% de los encuestados, mientras que el socialista Juan Espadas no llega al 10%. El candidato popular incluso es señalado como el mejor presidente por el 20% de los votantes socialistas. Hasta el punto de que el sondeo detecta que el PP podría recoger un considerable 10% de sufragios que antes eran del PSOE.
Con la valoración del Gobierno de la Junta ocurre lo mismo. El 46% la considera buena o muy buena, calificación que le otorga también una quinta parte del electorado socialista y un 12% del de Adelante Andalucía, la formación regionalista de izquierdas encabezada por Teresa Rodríguez. El contraste con la imagen del Gobierno central resulta clamoroso: el Ejecutivo de Sánchez solo es aprobado por el 24% y recibe un rechazo de más del 45%.
¿Se ha vuelto Andalucía de derechas o se trata más bien de un éxito personal de Moreno y de su equipo? La gran influencia de esto último queda de manifiesto también en la clasificación de la simpatía por partidos, en la que el PSOE resiste en primer lugar, con el 19,5%. Pero el PP ya casi le empata y la suma de simpatías por bloques ideológicos arroja una ventaja de la izquierda de únicamente tres puntos. En la autoubicación política de los andaluces, el promedio tiene apenas una leve escora al centroizquierda (un 4,82 en una escala donde el 0 sería la extrema izquierda y el 10 la extrema derecha).
La investigación de 40dB. señala que el socialista Espadas puede sufrir para igualar los resultados de Susana Díaz en 2018. A pesar de que mantendría sus 33 diputados, cedería dos puntos, al pasar del 28% al 26%. En los anteriores comicios, los socialistas aventajaron al PP en ocho puntos y ahora quedarían diez por debajo. El PSOE tendría margen de mejora en las tres semanas que faltan para el 19-J si logra agitar a una parte de su electorado, el más desmovilizado. Solo un 64,5% de los anteriores votantes socialistas dice que acudirá seguro a las urnas, casi 10 puntos menos que entre los fieles del PP.
El crecimiento que la encuesta atribuye a Vox no es nada desdeñable. Aumenta cinco puntos, hasta el 16,5%, y pasa de 12 a 18 escaños. Otra cosa es que su papel político pueda quedar diluido por la magnitud del eventual triunfo del PP.
La marca Adelante Andalucía agrupaba en 2018 a prácticamente todos los grupos a la izquierda del PSOE y salió de las urnas con un 16% de los votos y 17 escaños. Ahora las dos partes en que se ha desgajado sumarían entre ambas un punto y medio menos, una pérdida con mucho mayor coste en diputados, siete en total. La plataforma de Teresa Rodríguez, que se ha quedado con la marca, obtendría tres parlamentarios con el 6% de las papeletas. Le superaría Por Andalucía, la confluencia que ha reunido a IU, Podemos y Más País, con el 8,6% y siete asientos en la Cámara. Pese al borrascoso proceso de elaboración de esta última candidatura, su electorado potencial se muestra tan movilizado (en torno al 73%) como el de los partidos de la derecha y mucho más que el del PSOE.
La inflación ya es el problema que más preocupa
La encuesta de 40dB. pone de relieve que las consecuencias económicas de la guerra de Ucrania, singularmente la escalada de precios, están en primera línea de las inquietudes ciudadanas. Cuando se pregunta a los electores andaluces cuál es la mayor de sus preocupaciones, la inflación se sitúa en el lugar preferente, por encima del paro, tradicional lacra en esa comunidad. El coste de la vida es ahora la gran preocupación para una mayoría de andaluces (65,8%), un poco por delante del desempleo (64,5%). A continuación, un 59,7% responde que la economía en general.
A diferencia de lo que ocurre en el conjunto de España, la corrupción sigue figurando entre las inquietudes principales de los andaluces. Es la cuarta más señalada, con un 56,1% que dice que le preocupa mucho. Los escándalos en esa comunidad han golpeado principalmente al PSOE, pero la desazón ciudadana por ese tipo de comportamientos no es patrimonio de un solo bloque ideológico. Más de la mitad de los votantes de todos los partidos (y más del 60% en el caso de la derecha y de los grupos a la izquierda del PSOE) expresan su gran preocupación por la persistencia de prácticas corruptas.
La inflación y la marcha general de la economía son asuntos más presentes en el electorado de la derecha, y el paro, la desigualdad y la calidad de los servicios públicos, en el de la izquierda. Los votantes de PP y Vox conceden mucha menos importancia al cambio climático que los del bloque contrario.
Entre los 11 posibles motivos de preocupación que presenta el instituto demoscópico a los encuestados, el de la inmigración se sitúa en el décimo lugar. Solo los votantes de Vox muestran una gran preocupación por la llegada de extranjeros. Lo cita así el 61%, el doble que entre el electorado del PP y el triple que entre el socialista.