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Los Jaume I apuestan por la competitividad en un país que piensa como hace 20 o 30 años

EE UU regula para sus empresas, China para su Gobierno, y en Europa para los ciudadanos, señala uno de los galardonados

Los galardonados con los Premios Rei Jaume I 2025, que se entregan mañana en Valencia, han coincidido en destacar la importancia que tiene la competitividad en la investigación y el desarrollo, aunque han advertido de que en Europa nos estamos quedando en la “decadencia” y en España todavía estamos pensando como lo hacíamos “hace veinte o treinta años”.

También han advertido de que la inteligencia artificial (IA) va a cambiar en un breve periodo de tiempo “todos los cimientos que conocemos” y el gran peligro de esta nueva tecnología es la concentración “de un poder económico tan grande” en pocas empresas.

Así lo han indicado este lunes en rueda de prensa los premiados en la 37ª edición, a quienes este martes el rey Felipe VI, en un acto en la Lonja de València, entregará los galardones, dotados con 100.000 euros en cada una de sus siete categorías.

A juicio de Damià Tormo, Premio Rei Jaume I de Revelación Empresarial, todos los cimientos que conocemos “van a cambiar en breve periodo de tiempo” con la inteligencia artificial (IA) pero aquí “estamos todavía pensando como lo hacíamos hace 20 o 30 años”.

Silvia de Sanjosé, Premio de Investigación Clínica y Salud Pública, ha considerado que la IA “va a arrasar si no hay un mínimo de control”, aunque se ha mostrado más “confiada” en la legislación que hay en Europa, no tan “abierta y salvaje” como en EE UU, donde la IA “arrasa como un tsunami”, y se ha preguntado cómo incluir esa tecnología sin perder la profesionalidad y el carácter humanístico de la medicina.

“En Europa tenemos un modelo que es muy privilegiado pero nos estamos quedando en la decadencia”, ha indicado Sanjosé.

También el Premio Economía, Jan Eeckhout, ha advertido de la incertidumbre que a corto y medio plazo habrá con la inteligencia artificial (IA) porque serán cuatro grandes empresas las que ganarán ese control de la tecnología. “El gran peligro de la IA es la concentración de un poder económico tan grande”.

Nuria López-Bigas, Premio de Investigación Biomédica, ha señalado que es “optimista por naturaleza” y ha apostado ante la llegada de la IA por llegar a un balance entre regular para la ciudadanía manteniendo los valores pero sin perder la competitividad, pero no a coste de cualquier cambio de regulación.

Preguntados por si creen que la inversión del 1,5 del PIB en I+D en España es suficiente y si puede afectar a esa inversión la falta de Presupuestos Generales del Estado, Jan Eeckhout, premio de Economía, ha destacado la importancia de que haya una complementariedad entre lo público y lo privado, que se estimulen mutuamente, porque “lo que importa es el total de esa inversión”.

A juicio de Damià Tormo, Premio de Revelación Empresarial, “no somos conscientes de que esto es una supervivencia. O invertimos en innovación y en una economía más productiva e innovadora o este modelo no aguanta de ninguna manera. No es que España esté por debajo, es que Europa está perdiendo esa carrera contra China y Estados Unidos”.

“No se si es el 2, el 5 o el 10 % lo que se tendría que invertir en investigación o desarrollo pero es nuestro futuro”, ha afirmado Tormo, quien en relación con los Presupuestos Generales del Estado, ha indicado que se conformaría con el 100 % de los fondos destinados a I+d “se ejecutara. “Con eso ya iríamos avanzando”, ha dicho.

A juicio de Damià Tormo, EE UU regula para sus empresas, China para su Gobierno, y en Europa para los ciudadanos. “Esa mentalidad es muy difícil cambiarla, y en un momento geopolitico en el que todo cambia nos hace menos competitivos”.

Por su parte, Luis Mascareñas Cid, Premio de Investigación Básica, ha señalado que a pesar de que en política se habla mucho de que hay que invertir, “no suele ser una prioridad en tiempo de crisis” y considera que España no puede ser un país competitivo a nivel internacional “sin una financiación sostenida en el tiempo” y para eso, añade, hacen falta presupuestos.

Silvia Sanjosé Llonguera ha recordado que el recorrido de una investigación no son cinco años, sino que pueden ser 15, 20 o 30 años, y ha lamentado la “poca estabilidad” en la gente joven que quiere hacer una carrera investigadora, “gente valiosa que tienes que salir al exterior” para desarrollarla.

Por ello, Sanjosé Llonguera ha indicado que se necesita una inversión en investigación y desarrollo “lo más estable posible para saber dónde vamos a estar”.

María Jesús Vicent Docón, Premio Nuevas Tecnologías,ha apostado por políticas que permitan trasladar la investigación a la sociedad, y por ello ha defendido no solo que haya inversión en los Presupuestos Generales del Estado, sino también políticas que permitan que esa investigación revierta en la sociedad.

Ha reconocido que si no hay una inversión real “nos vamos a quedar atrás” y por ello ha apostado por la innovación y tener un ecosistema “que se nutra de si mismo y no dependa de otros”.

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