Mazón frena el impuesto verde valenciano a grandes superficies, industria y coches: “Es un discurso ‘fake’ de sostenibilidad”
El presidente, del PP, anuncia en Barcelona que no entrarán en vigor las tasas previstas para 2025 por el anterior Gobierno para reducir las emisiones contaminantes
El presidente de la Generalitat valenciana, Carlos Mazón, del PP, ha anunciado que no van a entrar en vigor el impuesto a las grandes superficies comerciales, a la industria y a los coches, aprobados por el anterior gobierno del Botànic de izqui...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
El presidente de la Generalitat valenciana, Carlos Mazón, del PP, ha anunciado que no van a entrar en vigor el impuesto a las grandes superficies comerciales, a la industria y a los coches, aprobados por el anterior gobierno del Botànic de izquierdas para luchar contra el cambio climático y que se iban a aplicar en 2025. Lo ha dicho este miércoles en una conferencia sobre el Corredor Mediterráneo en la sede de Foment del Treball en Barcelona, en el marco de una visita a Cataluña.
Son los llamados “impuestos verdes” que el anterior gobierno del PSPV-PSOE, Compromís y Unides Podem incluyó en la Ley de Cambio Climático Transición Ecológica aprobada en diciembre del año 2022. La intención era grabar la compra de vehículos según contaminen desde 2023; a los centros comerciales a partir de 2.500 metros cuadrados y de alta afluencia de vehículos, y a las industrias más contaminantes que emitan grandes cantidades de CO2. Eran impuestos finalistas que iban a parar a un fondo de transición ecológica. Según estimó el anterior Gobierno, la recaudación por estas tasas no iba a llegar al 0,1% de los Presupuestos de la Generalitat. Mazón no ha cuantificado el ahorro que va a suponer su supresión.
“No lo voy a poner en marcha porque no va a ayudar a nuestra competitividad. Y es, en mi opinión, un discurso fake de sostenibilidad. Y lo único que va a provocar es el colapso”, ha afirmado Mazón, que gobierna en coalición con Vox, que niega el cambio climático como una consecuencia directa de la actividad económica. La Confederación Empresarial de la Comunidad Valenciana (CEV) pidió a la Generalitat que no entraran en vigor los tres impuestos descritos.
En su intervención, el jefe del Consell ha afirmado que desde la Generalitat Valenciana apuestan “por una política de puertas abiertas, de alianza y de complicidad, donde no se demoniza a los empresarios, y se favorece la inversión” y ha puesto “a disposición de los inversores la administración valenciana, que ya no va a ser un problema, para acompañarlos en la búsqueda de suelo industrial, capacidad energética, desarrollo urbanístico o incentivos”.
Así, Mazón ha asegurado que “buscamos que la inversión responda a la capacidad de la Comunidad Valenciana, a sus activos, complementaria a los sectores emergentes, estratégica, y que brotará en un terreno fértil: en automoción, en la industria biomédica, en el sector aeroespacial o la aeronáutica”.
Además, ha apuntado que la Comunidad Valenciana “suma su ubicación, sus conexiones, su ecosistema emprendedor de alto valor añadido a una agenda política que está trabajando para atraer nuevos proyectos”.
Por ello, el presidente ha señalado que la acción del Gobierno valenciano está en “resolver problemas como el agua, la energía, la financiación, la movilidad o los puertos y aeropuertos y en apoyar a nuestros sectores para potenciar la actividad empresarial”.
Durante su intervención, Mazón ha puesto en valor los cambios que está llevando a cabo el Consell para favorecer “el dinamismo económico desde la libertad, la sensatez y el equilibrio”. Así, ha explicado que “ahora la política fiscal es un instrumento que está aumentado la capacidad de gasto de las familias, el consumo y la inversión”.
En esta línea, ha reiterado la supresión del impuesto de sucesiones y donaciones que “beneficiará cada año a unas 15.000 personas en el caso de sucesiones y 3.000 en donaciones”. También ha explicado otros ejemplos como la derogación de la tasa turística o la rebaja en el impuesto de transmisiones patrimoniales a diversos colectivos, especialmente a los jóvenes, que en los dos primeros meses de vigencia ya ha beneficiado a 800 personas y está reactivando el mercado de la vivienda.
Además, el jefe del Consell también ha apuntado que se está avanzando en el Plan Simplifica que permitirá agilizar los trámites burocráticos para las empresas. Así, ha señalado la reducción de los plazos de las empresas fotovoltaicas que ahora “obtendrán su licencia en un año o las licencias de edificación que se rebajarán de tres años a un mes.”
En esta línea, ha señalado que el Consell “ha reducido la grasa de la administración, pasando del gobierno más caro de la historia a un ahorro de 20 millones de euros en personal de confianza” y ha pasado “de un gobierno que llevó la deuda pública y el déficit a máximos históricos a uno que ha mejorado en más de ocho décimas su déficit acumulado hasta finales del año pasado”. Además, ha señalado que agencias internacionales como Standard&Poor’s, que ha elevado la calificación de la Generalitat “de estable a positiva”, han reconocido esta labor.
Mazón ha apelado “al equilibrio, la lógica y la coherencia para sumar oportunidades y aprovechar la coincidencia, eliminando el ruido, para resolver reivindicaciones comunes que benefician a la Comunitat Valenciana y Catalunya”. Por eso, ha hecho un llamamiento a que ambas regiones “trabajen desde la proximidad respetuosa e inteligente”.
Así, el jefe del Consell ha reclamado “coherencia en todo frente a la demagogia” y ha puesto como ejemplo la gestión en el agua o la financiación. Además, ha reivindicado la nueva terminal de contenedores del Puerto de Valencia, las ampliaciones de los aeropuertos de Manises y Alicante-Elche o la prioridad en la ejecución del Corredor Mediterráneo.