Heineken pone en marcha en Quart de Poblet la planta termosolar de uso industrial más grande del mundo

Heineken España y la Compañía Solatom Indertec (CSIN) han puesto en marcha este miércoles la mayor planta termosolar de uso industrial del mundo —de tecnología Fresnel— en la fábrica que la cervecera tiene en Quart de Poblet (Valencia). La planta emplea tecnología punta desarrollada en Valencia y generará el 10% del vapor que la planta necesita en la producción de cerveza. El objetivo a medio plazo es proporcionar a la planta un 50% del vapor con esta instalación construida en Castellón. “Todo se ha construido y ensamblado en Castellón, y luego lo hemos traído aquí y desplegado sobre el terreno en apenas un mes”, explica Miguel Fresquet, director técnico de CSIN y responsable de Solatom.

La inversión en la planta asciende a 3 millones de euros, de los que el Instituto para la Diversificación Energética (IDAE) ha aportado 1,4 millones y, según la compañía, cuando esté a pleno rendimiento, la fábrica valenciana funcionará con un 42% de energía renovable, entre eléctrica y térmica. “Es un proyecto muy importante para la descarbonización de la fábrica y del grupo en general pues Heineken España aspira a elaborar toda su producción con energía renovable antes de 2025, cinco años antes del compromiso adquirido a nivel global por la multinacional”, ha explicado Carmen Ponce, directora de Asuntos Corporativos de Heineken.

Con un 83% de componentes de origen local, el desarrollo de esta termosolar ha permitido crear más de 160 puestos de trabajo en el proceso e involucrar a 63 empresas españolas. Entre ellas destacan el socio el partner de Heineken en este proyecto, CSIN (compañía formada por la constructora de proyectos de energía Interdec y la startup tecnológica valenciana Solatom); o la valenciana MIPESA, responsable del mecanizado de la estructura del colector Fresnel. Además, en la construcción de la planta también ha contribuido Fontanería Industrial Mariola de Alcoy, encargada de la hidráulica del campo solar, e Instalaciones Torrijos de Bétera, responsable de la conexión a la sala de la caldera, entre otras empresas.

Este proyecto, considerado un referente a nivel mundial y un ejemplo de colaboración público-privada en la transición industrial hacia una economía baja en carbono, se ha sido financiado al 48% con fondos Feder a través del IDAE.

La planta se compone de 6.000 metros cuadrados de espejos, que reflejan la luz del sol (y se orientan a lo largo del día en su dirección) y conducen toda la energía solar a un tubo, que es donde se genera el vapor, con temperaturas que alcanzan los 220 grados, que conducimos a la fábrica con el resto de procesos. La tecnología se llama Fresnel lineal, el nombre del descubridor, y nuestros diseño se ha construido en Castellón”, describe Frasquet. Ahora suministrará un 10% del vapor necesario para la elaboración de la cerveza pero los planes son alcanzar con este sistema el 50%.

Detrás de Solatom, una pequeña empresa de ingenieros emprendedores, hay toda una historia de innovación y emprendedores. Miguel estudió ingeniería industrial en Valencia pero hizo el doctorado en Sevilla y comenzó a investigar: “Queríamos hacer una termosolar específicamente para la industria y se nos ocurrió un sistema que se construyera en fábrica y se trasladara luego para el ensamblado. El primer prototipo lo hicimos en el garaje de mis padres en Oliva”, recuerda el director técnico de CSIN. Solatom se incorporó al proyecto Lanzadera, consiguieron luego inversión con Enagas y más tarde formaron una joint venture con Indeteca escala real, se incorporaron a Lanzadera, luego consiguieron inversión con Enagas, y luego formaron una joint venture con su socio industrial, Indertec.

El presidente valenciano Carlos Mazón, que ha asistido a la inaguración junto a la alcaldesa de Quart, Cristina Moreno, ha destacado que el hecho de que una multinacional como Heineken haya confiado en la ingeniería y talento valenciano “supone un orgullo y un avance para la sostenibilidad, la ciencia, y la innovación valenciana”. Ha insistido en que este proyecto supone situar “la ciencia valenciana al servicio de la industria, el empleo y el crecimiento económico”.