El gobierno de Carlos Mazón exige que se incluya el valenciano entre las lenguas cooficiales permitidas en el Congreso
La vicepresidenta segunda de la Generalitat Valenciana anuncia un requerimiento para reclamar el mismo estatus que el catalán, el gallego y el euskera
La vicepresidenta segunda de la Generalitat Valenciana, Susana Camarero, ha anunciado que el Gobierno autonómico exigirá al presidente del Gobierno y presidente de turno de la UE, Pedro Sánchez, y a la presidenta del Congreso, Francina Armengol, que el valenciano “tenga el mismo estatus de oficialidad que el resto de lenguas”. Camarero ha adelantado que en la próxima reunión del Consell, en el que hay tres miembros ...
La vicepresidenta segunda de la Generalitat Valenciana, Susana Camarero, ha anunciado que el Gobierno autonómico exigirá al presidente del Gobierno y presidente de turno de la UE, Pedro Sánchez, y a la presidenta del Congreso, Francina Armengol, que el valenciano “tenga el mismo estatus de oficialidad que el resto de lenguas”. Camarero ha adelantado que en la próxima reunión del Consell, en el que hay tres miembros de Vox, se aprobará una declaración institucional y aprobará el envío de un “requerimiento” a Sánchez y a Armengol para exigir “respeto” a la historia, la cultura, la lengua de la Comunitat Valenciana como parte de “la riqueza plural de España”.
Camarero ha leído, en valenciano, esta declaración un día después de que la nueva presidenta del Congreso anunciara que permitirá el uso del catalán, el gallego y el euskera en la Cámara Baja, y dos días después de que Pedro Sánchez se comprometiera a “hacer más” para impulsar el uso de las lenguas cooficiales y garantizar que así lo hará durante la Presidencia española de la Unión Europea. Camarero, que ha calificado la decisión de Armengol de “nefasta” porque, a su entender, se utilizan las lenguas para dividir y no para unir, ha subrayado que el Senado es la cámara de representación territorial donde las lenguas cooficiales “ya pueden ser utilizadas”, por lo que “no tiene sentido” utilizarlas “de manera partidista, el Congreso”. El ente normativo del valenciano, la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL), aprobó en 2005 un dictamen en el que se señalaba que valenciano y catalán son la misma lengua: “La lengua propia e histórica de los valencianos, desde un punto de vista de la filología, es también la que comparten las comunidades autónomas de Cataluña y de las Islas Baleares y el Principado de Andorra”, indica el informe.
“Desde el Consell no permitiremos ni un ataque más ni ser moneda cambio para los que quieren romper España y llegaremos hasta donde haga falta”, ha manifestado la vicepresidenta segunda en una comparecencia sin preguntas en la que ha estado acompañada por la portavoz del Consell y titular de Economía y Administración Pública, Ruth Merino y las responsables de Medio Ambiente, Salomé Pradas, y Justicia e Interior, Elisa Núñez, de Vox.
Camarero ha advertido que el nuevo gobierno de la Generalitat no tolerará “ni un ataque más” a la lengua, a la cultura y a la historia de la Comunidad Valenciana. “La Comunidad Valenciana debe dejar de ser moneda de cambio en los pactos entre Pedro Sánchez y los separatistas catalanes. El anterior Consell lo fomentaba, este no lo tolerará”, ha señalado la vicepresidenta segunda, garantizando “siempre lealtad a la Constitución y fidelidad a España”.
Tras el anuncio de Armengol, varios cargos del gobierno valenciano y del PP valenciano mostraron sus críticas. El PPCV, en su perfil de Twitter le acusó de “olvidarse de la Comunitat Valenciana” al no hacer mención explícita al valenciano en su compromiso de impulsar las lenguas cooficiales. Una publicación que compartió en su perfil el propio ‘president’ de la Generalitat y presidente del PPCV, Carlos Mazón.
La declaración ha provocado la respuesta inmediata del portavoz adjunto del PSPV-PSOE en Les Corts, Arcadi España, que considera que la comparecencia para hablar de señas de identidad “es una cortina de humo para tapar la grave crisis interna que atraviesa el Consell de PP y Vox”: “Hemos visto al vicepresidente de la Generalitat insultar en redes sociales al señor Feijóo, el líder del partido con el que han pactado. Este es un gobierno marcado por la inestabilidad”, ha dicho España en referencia al mensaje publicado por el vicepresidente primero de la Generalitat, Vicente Barrera, en el que criticaba al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo: “Que vergüenza Feijó, escupes en la cara de quién es generoso, te tiende la mano y colabora contigo. Ni los votantes del PP entienden al PP de Feijó (sic)”, ha señalado Barrera en un tuit que ha borrado posteriormente.
Proposición no de ley en las Cortes
El otro frente que abrirá el PP será en el próximo pleno ordinario de las Cortes, en septiembre, cuando presentarán una proposición no de ley (PNL) en la que instará al resto de grupos parlamentarios a cerrar filas en torno a la defensa de la lengua valenciana tras la que el portavoz parlamentario del PP, Miguel Barrachina, ha calificado como “declaración de guerra” en la constitución del Congreso, en una comparecencia junto a la portavoz adjunta, Laura Chuliá.
Preguntada por si están a favor de que los diputados valencianos hablen el valenciano en el Congreso, la portavoz adjunta se ha limitado a defender que utilicen “cualquier lengua oficial”. “Cada uno de ellos es libre” ha señalado, y ha garantizado que en el PP abogan por que todos puedan expresarse “en su lengua materna y en la que estiman conveniente y se sienten más a gusto”.
En cuanto a si están de acuerdo con la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL) en que el catalán es una lengua con variantes geográficas, ha insistido en que “por encima está el Estatut d’Autonomia, que dice claramente que el valenciano es la lengua oficial de la Comunitat Valenciana”. La diputada del PP ha reconocido que la reglamentación normativa depende de la AVL, pero ha pedido “no olvidar” la tradición, la cultura y la historia del pueblo valenciano y defenderlas “con todas las herramientas”. Así, ha descartado que simplemente sea una “cuestión semántica” y ha advertido que se está “estirando muchísimo la normativa” sobre la lengua.
“Al final, (el valenciano) es un sentimiento, y más que un sentimiento son nuestras señas de identidad que por desgracia han sido tan denostadas y devaluadas en los últimos años”, ha añadido.