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Oriol Nolis: “Las televisiones que atendemos al audiovisual en catalán hemos de colaborar”

El director de La 2 Cat admite estar asustado ante las expectativas generadas por el nuevo canal de TVE

Desde hoy, en Cataluña, La 2 de TVE pasa a llamarse La 2 Cat. No es un cambio cosmético de nomenclatura, una ocurrencia. La frecuencia que ahora ocupa La2 ofrecerá inicialmente hasta un 70% de programación en catalán y mantendrá unos pocos espacios del actual segundo cana...

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Desde hoy, en Cataluña, La 2 de TVE pasa a llamarse La 2 Cat. No es un cambio cosmético de nomenclatura, una ocurrencia. La frecuencia que ahora ocupa La2 ofrecerá inicialmente hasta un 70% de programación en catalán y mantendrá unos pocos espacios del actual segundo canal. Además, La 2 Cat podrá verse en directo o a la carta en la plataforma de RTVE Play. Y también ahí, quien quiera, esté donde esté, podrá seguir la programación de La 2. Oriol Nolis (46 años) es el director de La 2 Cat. Periodista y escritor, conoce las esquinas de la casa donde ha tenido distintos desempeños. Por ejemplo, presentar informativos. Afronta el reto sin temores. “Con ilusión y responsabilidad, pero sin miedo. Para hacer bien un trabajo como este, no hay que tener miedo a perderlo”. Desde que recibió el encargo de levantar La 2 Cat dejó de tejer su tercera novela, aunque no ha abandonado algún alivio intelectual como matricularse en el Institut d’Humanitats en un curso sobre Thomas Mann.

Pregunta: En 2023 renunció a su puesto de director de RTVE en Cataluña. ¿Qué pasó entonces y qué ha pasado ahora para que regrese a un cargo directivo?

Respuesta: En 2023 tuve la certeza de que el proyecto que quise poner en marcha estaba acabado. Aumentamos las horas en catalán, un programa en este idioma ganó el Ondas, dimos otra imagen de TVE, etc. Y había cierto cansancio por mi parte después de haber puesto en marcha una quincena de programas en aquellos dos años y medio. Nunca he sido una persona prisionera de un cargo o de un sueldo. Funciono por objetivos. Cuando el presidente de RTVE, José Pablo López, me propuso esta nueva tarea, a pesar de que quería volver al periodismo, pensé que era un proyecto singular y que ciertos trenes únicamente pasan una vez o nunca. Algunos amigos me advertían de que era temerario, pero es más importante intentarlo, aunque pueda salir mal, que rechazarlo por miedo. De momento está yendo bien. Había las ganas y la necesidad de un proyecto de esta envergadura.

P. El consejo de administración aprobó el proyecto de La 2 Cat con la única abstención del PP, sin votos negativos. ¿Esto le da tranquilidad política?

R. Sí. Era necesario que la televisión pública normalizase una oferta que existe en otros países con similar mapa lingüístico. Estar atento a él. Corregir el retroceso del catalán es algo que debería preocuparnos a todos y todos hemos de sentirnos responsables. También el operador audiovisual más importante de España. Me siento respaldado por el consejo de administración. No soy ajeno a la política corporativa y al debate sobre si La 2 Cat debía emitirse en lugar de La 2 o en otra frecuencia, pero no es mi responsabilidad. A mí me preocupa cumplir con el encargo de ampliar la oferta existente en Cataluña. Soy un periodista independiente y defiendo con uñas y dientes las decisiones que tomo en mi ámbito competencial. A lo otro le dedico el tiempo justo.

P. En alguna ocasión ha dicho que desearía para las televisiones públicas una autonomía parecida a la de las universidades. ¿Cree que eso llegará o los políticos siempre tendrán la apetencia de controlar los medios públicos?

R. Nunca llegará. Tengo buenos amigos en los partidos y nadie quiere para los medios públicos una autonomía como la que deberían tener. Los medios públicos estamos para fiscalizar al poder y si éste nos controla demasiado… se dificulta esta función. No hemos de ser transmisores de los mensajes políticos, sino espejo del público potencial al que nos dirigimos. Hemos de dar instrumentos para opinar a la ciudadanía y rebatir las mentiras. Los políticos desconfían de los periodistas que dirigen los medios. Ahora bien, los periodistas también hemos de practicar la autocrítica.

P. ¿Se ha olvidado el papel de TVE en Cataluña en los años setenta del siglo pasado cuando introdujo contenidos críticos y en catalán, varios en pleno franquismo, en la televisión?

R. Hemos de poner en valor el legado audiovisual de RTVE en Cataluña y proyectarlo hacia el futuro con nuevas maneras de hacer televisión. Por ejemplo, con el programa Temps enrere.

P. ¿La exportación de programas con profesionales como Marc Giró o Tània Sarrias a la parrilla en castellano de TVE debilita o fortalece el centro de producción de Sant Cugat?

R. Es un orgullo que formatos que empiezan en catalán se hagan luego en toda España. Y ahora haremos la operación inversa. El manresano Jacob Petrus, sin abandonar Aquí la Tierra, grabará una versión en catalán. No será una traducción. El mismo prescriptor y la misma marca presentarán contenidos distintos para el público en Cataluña.

P. ¿Qué ha convencido a Jordi Basté, Xavier Bundó, líderes de la radio en catalán, o a Cristina Villanueva, que ha dejado La Sexta, a comprometerse en este proyecto?

R. Hemos sido capaces de transmitir ilusión. Me espantan las expectativas que hemos generado.

P. El lema de La 2 Cat, “la que parla com tu (“la que habla como tú”), no debe entenderse únicamente en clave lingüística.

R. Debe entenderse en clave de proximidad. Una televisión pública lo más transversal posible donde todos se vean reflejados.

P. También dice que será complementaria…

R. Ahora no hay suficiente espacio para todos los contenidos en catalán imaginables. Nosotros lo ampliaremos con cosas que no se hacen o haciéndolas de manera distinta. Ser complementario no quiere decir vampirizar a nadie. Se pueden hacer cosas de otra manera, ni mejor ni peor. Poder escoger en catalán como pasa en la radio (SER Catalunya, RAC 1, Catalunya Ràdio…) no pasa en televisión y queremos que pase.

P. Hacer lo que anuncian, con 11 millones de presupuesto para 2026, suena a milagro. ¿Va a ser una televisión pobre o es que hay una cultura del derroche en muchas televisiones públicas?

R. Estamos en una fase de rodaje. El Consejo de Administración aprobó el proyecto a finales de marzo y en octubre estrenamos el canal. Hemos ido muy deprisa, pero es una carrera de fondo. En televisión, los resultados, las audiencias, no llegan rápidamente. Terminaremos 2025 con un 60-70% en catalán. Cómo acabaremos el 2026 y empezaremos en 2027, cuánto creceremos, no lo tengo claro. No sé cuál será el presupuesto y la capacidad productiva de Sant Cugat en el 2027. Hacer televisión es caro. No haremos Masterchef ni OT. Hemos ajustado los formatos a un presupuesto modesto, pero eso no quiere decir que no sean de mucha calidad. La colaboración con las productoras privadas está siendo provechosa.

P. ¿Será amigable la competencia con TV3? ¿No hay resquemores onomásticos tras el cambio de marca de la Corporación Catalana de RTV que ha lanzado el 3Cat?

R. Ya es totalmente amigable. Viniendo de La 2 tiene toda la lógica que nos llamemos La 2 Cat. El nombre manifiesta una identidad. No podíamos renunciar a llamarnos como nos llamamos. Por otra parte, en un momento con tanta oferta audiovisual, y mucha que llega de fuera, quienes atendemos al audiovisual en catalán hemos de crear sinergias. Cada uno desde su propia identidad. De hecho, ya existen y me gustaría avanzar. Además de la coproducción de documentales y series… por qué no pensar en colaborar, por ejemplo, para convocar un debate electoral. Hay un precedente de colaboración entre TV3 y TVE que fue muy bien: el Canal Olímpico. Dialogar y pactar fortalece, no debilita.

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