Radiografía de las empresas catalanas: el “sudor” de nuevas contrataciones sustenta un modelo de bajo coste
El anuario de Pimec ratifica que los servicios le ganan la partida a la industria y lastran la productividad
Contrataciones al alza y productividad a la baja. La economía catalana tiende a un modelo empresarial low cost, condicionado por un contexto donde el sector servicios se impone a la industria. Lo ha alertado la patronal de la pequeña y mediana empresa, Pimec, en la presentación de los datos de su informe anual sobre el estado de forma del tejido empresarial catalán, una radiografía que detalla, con cifras definitivas correspondientes al año 2023, la realidad de un sector crucial para el mercado de trabajo y que engloba negocios de menos de 250 empleados y hasta 50 millones de euros de facturación. “Hacen falta políticas públicas que incentiven la ocupación de calidad”, ha advertido el presidente de Pimec, Antoni Cañete, en una intervención donde ha aparecido acompañado de Oriol Amat, catedrático de Economía Financiera y Contabilidad. “Crecemos en sudor. Es decir, crecemos porque se incorpora más gente al mercado de trabajo. Pero, con más personal, baja la productividad”, ha señalado Cañete.
Las pymes suponen el 99,8% de las más de 530.000 empresas que operan en Cataluña. “Tres de cada cuatro personas que trabajan lo hacen en una pyme”, ha recalcado el presidente de Pimec, para dibujar a la pequeña y mediana empresa como un actor clave para hacer carburar la economía. “Continúa teniendo un papel dominante e imprescindible en la estructura productiva del país”, ha abundado Cañete.
El alza de contrataciones en las pymes es del 2,2%, hasta situarse ligeramente por encima de los dos millones de empleos. En el caso de las grandes empresas, el tirón registrado en el número de ocupados es del 11,7%. “¿Cómo es posible que creando ocupación, la renta per cápita baje?”, ha lanzado a modo de reflexión Oriol Amat. “La productividad, o sea la riqueza generada por cada persona empleada, cae”, ha revelado. Él mismo se ha encargado de aportar pistas para hallar respuestas: “Aumentan más los empleados que el valor añadido”, ha desvelado. El desplome medio de la productividad es del -2,2%, pero se trata de una caída desigual, en función del tamaño de las empresas. Así, en las grandes compañías es del -5,8%, mientras que en las pymes es del -0,7%.
“Cae el peso de la industria y aumenta el del sector servicios y una economía basada en los servicios reduce el valor añadido por empleado”, retrata el informe de Pimec. Oriol Amat ha detallado que, a diferencia de lo que pasa con el turismo o la hostelería, la industria tiene la capacidad para aumentar el valor añadido por empleado, porque además de contrataciones de trabajadores más cualificados suele implicar la inversión en maquinaria u otros bienes. Antoni Cañete, por su parte, ha evitado señalar al sector turístico como el culpable de la cojera que muestra el modelo económico de Cataluña. “Hay muchas empresas que están haciendo un esfuerzo para dar más productos de valor añadido”, ha dicho.
“El primer problema que tenemos las empresas, y principalmente las pymes, es encontrar trabajadores. Y esto contrasta directamente con las cifras de paro. Hacen falta ajustes, porque si el mercado laboral tiene demanda y, por el contrario, hay gente en el paro, algo no se está compensando”, ha observado Cañete. En un momento en que la formación racista y de ultraderecha Aliança Catalana amenaza con ganar terreno en Cataluña, Cañete ha afirmado que “sin inmigración no se hubiera podido dar respuesta a las necesidades de ocupación”.
Pimec también ha ratificado su oposición a la manera como se han abordado los intentos por aplicar una reducción de la jornada laboral y Cañete ha manifestado que el tema no es un clamor de la sociedad. Cuando se le ha advertido que una encuesta del CEO, el CIS catalán, cifra en un 86% el porcentaje de catalanes que está a favor de las 37,5 horas semanales, Cañete ha dicho que “todo el mundo quiere trabajar menos y cobrar más”.
El Consejo de Ministros aprobó hace más de un año que dentro del órgano consultivo del Consejo económico y social (CES) deben estar las organizaciones empresariales consideradas “más representativas” en el ámbito autonómico, como Pimec, aunque las patronales CEOE y Cepyme se han opuesto a la incorporación. Cañete ha asegurado que Pimec acudirá a los tribunales si no entra en el CES antes de fin de año.