Los chicos y el feminismo

¿A ti te parece justo que las chicas puedan tardar más décimas de segundo que los chicos en recorrer una distancia y tener la misma nota? Esta pregunta se la hacía un chico de 14 años a su padre la tarde después de hacer una evaluación de carrera. Un chico crecido en un hogar donde desde pequeño ha oído hablar de la igualdad entre hombres y mujeres, donde la ha visto... El padre le responde que si se fija en los récords del mundo hay diferencias en los tiempos en que chicos y chicas corren los 100 metros, que pod...

¿A ti te parece justo que las chicas puedan tardar más décimas de segundo que los chicos en recorrer una distancia y tener la misma nota? Esta pregunta se la hacía un chico de 14 años a su padre la tarde después de hacer una evaluación de carrera. Un chico crecido en un hogar donde desde pequeño ha oído hablar de la igualdad entre hombres y mujeres, donde la ha visto... El padre le responde que si se fija en los récords del mundo hay diferencias en los tiempos en que chicos y chicas corren los 100 metros, que podemos ser iguales y diferentes a la vez, y que a veces hay que tratar de diferente manera a las personas que son diferentes para considerarlas iguales y que no haya discriminaciones.

Institutos y universidades son los principales lugares donde chicos y chicas se relacionan, y donde aparecen conflictos relativos a la desigualdad entre ellos. No es algo nuevo, pero lo nuevo está en que en las últimas décadas se ha alterado el orden habitual que había dominado durante siglos. La inmensa mayoría de los chicos han asumido la idea de que chicos y chicas son iguales, deben tener los mismos derechos, deben poder acceder a los mismos trabajos, deben poder cobrar lo mismo por ellos... (Enquesta Sociopolítica del CEO 2024). Aquí encontramos un gran éxito del feminismo que ha conseguido llevar al núcleo de la sociedad una idea que nunca antes lo había estado: la igualdad entre hombres y mujeres para evitar la dominación y la discriminación.

Todo cambio genera reacciones contrarias. Olas feministas transforman nuestra sociedad y olas reaccionarias intentan evitar esos cambios. Le ha pasado y pasa al feminismo y a otras reivindicaciones de igualdad y justicia. A finales del siglo XVIII y principios del XIX hubo quien contestó a las nuevas propuestas de reconocimiento de derechos de las mujeres que entonces se debería hablar también de los derechos de los animales. Hoy ya no se compara a las mujeres con los animales, y también estamos entendiendo que los animales no son objetos a nuestro servicio. Esto no evita que chicos digan que el feminismo ha ido demasiado lejos, lo dicen más que sus abuelos. Mientras que las abuelas lo dicen más que sus nietas (Enquesta sobre valors a Catalunya del CEO). Pero hoy los chicos son más feministas que sus abuelos o que sus padres. Otra cosa es qué ideas contrarias al feminismo exitoso se están asentando. Ideas que presentan al hombre como víctima, discriminado...

Ante el auge de posiciones de ultraderecha que pueden resultar atractivas, debemos evitar que los chicos caigan en victimismos, cambien sus ideas de igualdad... Eso no pasa por menos feminismo, pasa por hacerles ver que son feministas y que eso les hará bien a ellos y a su sociedad, y que tenemos que serlo más. La idea de la igualdad entre hombres y mujeres parece bien asentada, pero debe permitir eliminar discriminaciones y violencias que persisten.