Junqueras logra el apoyo de los dos sectores rivales de Esquerra en Barcelona
La exconsejera y ahora diputada Ester Capella y la excandidata a dirigir la agrupación más poderosa del partido, Patrícia Gomà, defienden al ‘expresident’
Los tres candidatos que aspiran a presidir ERC (Oriol Junqueras, Xavier Godàs y Helena Solà) participan este martes en el único debate previo a la votación del próximo sábado. Esquerra encara la recta final de una carrera en la que la federación de Barcelona es clave. ...
Los tres candidatos que aspiran a presidir ERC (Oriol Junqueras, Xavier Godàs y Helena Solà) participan este martes en el único debate previo a la votación del próximo sábado. Esquerra encara la recta final de una carrera en la que la federación de Barcelona es clave. El exvicepresident Junqueras, candidato con más avales, ha logrado que las dos almas de este partido en la capital catalana aparquen sus diferencias y le den apoyo.
Hace poco más de un año otra votación interna de Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) hacía contener la respiración tanto dentro como fuera del partido. La Federación de Barcelona, la más grande, elegía su nueva cúpula entre la lista liderada por la concejal Eva Baró -bendecida por el entonces presidente del partido, Oriol Junqueras- y una crítica, que encabezó la exsecretaria general de Educación, Patrícia Gomà. La elección se quiso leer como un termómetro sobre la influencia del exvicepresident sobre los críticos. Baró ganó por muy poco (365 votos frente a los 342 , con un 70,82% de participación), dejando en tablas la pugna. Ahora ambas coinciden en apoyar la candidatura de Junqueras a dirigir el partido.
Militància Decidim, la candidatura que lidera Junqueras, no ha ahorrado esfuerzos en mostrar que le apoyan nombres de peso de la candidatura que perdió ante Baró y que se enmarcaban en ese sector crítico. Por ejemplo, el hecho de que la propia Gomà avalara la candidatura del exvicepresident fue ampliamente difundido en sus redes sociales. El pasado sábado, en el acto central de cara al Congreso del sábado, la exconsejera del Govern de Pere Aragonès, Ester Capella, tuvo una intervención destacada. “Somos un partido que no puede excluir a nadie, y menos a todas aquellas personas que han sido clave de las victorias recientes de ERC y que quieren estar”, aseguró la extitular de Territorio.
Incluso Elisenda Alamany, la líder del partido en el Ayuntamiento de Barcelona y ahora candidata a ser la secretaria general por la lista de Junqueras, aprovechó un momento de su intervención en el debate de los número dos de las candidaturas, el pasado domingo, para sacar pecho de esa cierta pax romana. “No hay que esperar para recoser el partido. Estamos encantados de todo el mundo que es de ERC. En Barcelona lo he practicado mucho: gente que antes se peleaba mucho y ahora no lo hace. Y están juntas ahora en un mismo proyecto”, aseguró, en referencia a la pugna local.
El papel de la federación barcelonesa de los republicanos es clave de cara a la elección de la cúpula de ERC, el próximo sábado. No solo por ser la que tiene más afiliados, sino porque su relación con respecto a la dirección nacional del partido ha sido tradicionalmente crítica, en algunos momentos directamente de guerra abierta. Además, tiene sobre la mesa una de las decisiones más peliagudas para el partido y que está en el centro del debate estratégico de la formación tras los malos resultados electorales del último ciclo: decidir si se ha de entrar o no al Ejecutivo socialista del Ayuntamiento de Barcelona, en manos del PSC.
Alamany, por ejemplo, abandera la opción de cogobernar con Collboni. En su día, Gomà criticó que el partido fuera “muleta” de los socialistas y señaló al pacto de la Diputación de Barcelona -una opción tomada por Junquera- como ejemplo de esa sumisión. Mientras que en la lista de Baró casi la totalidad compartía la idea de entrar al Ejecutivo y el apoyo a Junqueras era monolítico, en la de Gomà se aglutinaban diferentes sensibilidades respecto a los pactos y la necesidad de renovar la cúpula del partido. En la Federación generó mucho malestar la intervención de Junqueras en la designación del candidato al Ayuntamiento de Barcelona: defenestró a Alfred Bosch, elegido en primarias 2014, para poner a Ernest Maragall.
En la candidatura de Junqueras creen que tienen asegurado gran parte de los votos en la federación barcelonesa. Las otras dos candidaturas, Nova Esquerra Nacional (que apoya Marta Rovira y encabeza Xavier Godàs) y Foc Nou (que lidera Helena Solà) insisten en que aún hay partido, aunque sí ven movimientos “por intereses personales” de última hora en los apoyos. Esas críticas se centran en la exconsejera Capella, que en su día cerró filas con Aragonès frente a Junqueras y participó en varias reuniones de lo que terminó siendo Nova Esquerra Catalana. En esa candidatura incluso dicen que la ahora diputada dio el paso porque se le ofreció ser portavoz del grupo parlamentario. Capella lo niega rotundamente y asegura que actúa por “convicción”. “No todo se vale”, afirmó a preguntas de este diario.