La Fundació Bofill alerta que 13.500 alumnos abandonan bachillerato o FP y piden un plan de choque

Los investigadores reclaman reforzar la orientación y un sistema de becas para los más vulnerables

Alumnos de FP en un instituto de Barcelona.Kike Rincón

Se habla mucho del abandono escolar prematuro, vinculado a la ESO y a los alumnos que no llegan ni a acabar los estudios obligatorios o que no continúan estudiando a partir de los 16 años. Pero se habla poco de los alumnos que dejan colgados los estudios postobligatorios de bachillerato o ciclos de Formación Profesional de grado medio. La Fundació Bofill, una entidad experta en educación, ha hecho los cálculos y cifra en 13.794 los jóvenes que empezaron alguno de estos estudios y no los acabaron.

La fundación considera que el abandono escolar es uno de los mayores problemas de sistema educativo y pide medidas al Departamento de Educación. “Es un problema que se menosprecia, no hemos tenido políticas ni planes de choque contra el abandono, y es raro porque tenemos planes para muchas cosas”, ha asegurado este martes su director, Ismael Palacín, durante la presentación del informe.

El estudio -realizado por investigadores del Departamento de Sociología de la Universidad Autónoma de Barcelona Adrián Zancajo y Carlos Bueno- revela que en el curso 2020-21 (las cifras más recientes disponibles) un 14,8% del alumnado de ciclos formativos de grado medio dejó sus estudios sin conseguir el título, lo que se concreta en 9.167 estudiantes, a los que se suman 4.627 más que no terminó el bachillerato, lo que representa un 4,7% de alumnado.

Según los datos analizados de estudiantes de 1º de bachillerato, el 81% avanzó de curso, mientras el 7,3% cambió a la FP, el 5,5% repitió y el 5,9% abandonó ya en este primer curso. En cuanto a los de ciclo medio, el 64% aprobaron, el 14% repite, el 4,4% cambia a otro ciclo, el 0,6 lo hace a bachillerato y el 16,3% ya abandona sin terminar el primer curso.

La investigación también revela que este fenómeno se concentra en cierto número de centros educativos, básicamente los de alta o máxima complejidad, con mucho alumnado vulnerable. En concreto, el 25% de centros de FP y el 22% que ofrece bachillerato tiene niveles “altos o muy altos” de abandono.

El abandono afecta especialmente a ciertos perfiles de alumnados, como los chicos, los alumnos de origen extranjeros y con alguna necesidad específica. También hay condicionantes que aumenta el riesgo de abandona, como una mala orientación, un bajo rendimiento académico o haber repetido curso.

Con todo, la Bofill considera que se puede actuar y solucionar este problema y para ello propone iniciativas como un refuerzo de la orientación al estudiante, un mayor seguimiento de los alumnos potenciales de abandonar los estudios o un sistema de becas de entre 6.000 y 9.000 euros al año por alumno, en función de la situación económica.


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