El 22% de alumnos catalanes que obtiene una plaza de FP no acaba matriculándose
El Departamento de Educación cierra el proceso de inscripción en esta etapa obligatoria con casi 8.200 alumnos que han empezado tarde el curso
Después de 18 días desde el inicio del curso en Formación Profesional, el Departamento de Educación ha hecho público el resultado del proceso de inscripción ordinario, que refleja una alta volatilidad, cosa que complica la gestión: De las 79.440 asignaciones de plaza que se han producido desde julio, 17.867 (un 22,5%) no se han materializado en una matrícula, dejando así una plaza vacante. En total, en las tres fases del complejo proceso se han matriculado 61.573 estudiantes y han quedado todavía 11.325 vacantes, que ahora se puede adjudicar automáticamente el primero que la solicite.
Este año, el proceso de asignación de plazas de FP ha vuelto a generar polémica y muchas críticas, tanto por su complejidad, como por la excesiva durada, que ha provocado que 8.139 se hayan matriculado durante la última semana de septiembre, cuando ya hacía dos semanas que el curso había empezado, con el desajuste que ello comporta tanto a los jóvenes (que van más perdidos en clase y deben recuperar contenidos y ponerse al día) como para los institutos (que van acogiendo a cuenta gotas los alumnos y no pueden acabar de formar los grupos que necesitarán).
El largo y tortuoso camino se inició en mayo, con la presentación de las solicitudes. Hasta mediados de julio no se publicaba la lista con las asignaciones, pero solo se podrían matricular los que habían logrado la plaza de la primera opción. Después, revisando de nuevo las vacantes, se revisaban las asignaciones que se habían hecho a mediados de julio para ver si se podía mejorar alguna de ellas; estos alumnos no se matricularon hasta la primera semana de septiembre. Cerrada la primera fase, el 12 de septiembre, el día que se iniciaba el curso en FP, se publicaba la lista de vacantes y empezaba un nuevo periodo de preinscripción y matrícula, que finalizó el pasado día 30.
Todo ello se ha saldado con un total de 61.573 alumnos matriculados y 11.325 vacantes, que ahora gestionarán los institutos y que podrá ocupar el primer alumno que la solicite. De hecho, la segunda fase quedaron fuera 5.500 candidatos, que ahora podrán volver a revisar si les encaja alguna de las opciones. La lista de plazas disponibles se pude consultar en la página web del departamento.
Pero uno de los datos que más llama la atención de todo el proceso, y que no es nuevo, es que un total de 17.867 alumnos que habían logrado una plaza, finalmente han decidido no matricularse. Una gran mayoría -8.367- corresponden a la primera fase, y lo más probable es que se deba a alumnos que finalmente no han aprobado la ESO o que hayan logrado plaza en la universidad. Otra parte importante -7.317- son lo que se debían matricular a principio de septiembre, y aquí podría ser que la opción no gustara a las familias y algunas optaran por irse a la privada. Los 2.183 alumnos restantes corresponden a la segunda fase de finales de septiembre.
El Departamento de Educación y Formación Profesional, de momento, no da una explicación a estas cifras y asegura que las está analizando con el fin de mejorar el proceso el año próximo. La nueva consejera, Ester Niubó, ha reiterado en varias ocasiones que una de las prioridades de este inicio de mandato es reformular todo el proceso, por un lado, para acortar los plazos y conseguir que todos los alumnos tengan asignada la plaza en julio, y por otro para ajustar más la oferta formativa con lo que demandan los alumnos.
En una entrevista a TV3 este jueves, Niubó condicionó la creación de nuevas plazas públicas de FP a los Presupuestos de 2025, pero se mostró más partidaria de potenciar la orientación y ajustar la oferta formativa, antes que aumentar el número de plazas.