Junts celebrará su congreso en octubre en Calella y “no se descarta” que asista Puigdemont
El partido busca atraer en beneficio propio a todas las inquietudes independentistas para reaccionar contra el pacto de ERC y PSC
Junts per Catalunya celebrará a finales de octubre en Calella (Barcelona) su congreso político para redefinir la estrategia del partido y para elegir sobre quién recae el liderazgo de la formación, una vez que el pacto de PSC y ERC ha apartado a Carles Puigdemont de la presidencia de la Generalitat y ha hecho añicos la unidad del independentismo. Junts ha informado que “no se descarta” la asistencia de Puigdemont a la cita de Calella, pese que permanece instalado de nuevo en Bélgica tras escapar de Barcelona, el pasado 8 de agosto, para evitar la detención que tenían preparada los Mossos d’Esquadra. Puigdemont, que durante la campaña electoral por las elecciones del 12 de mayo anunció que se retiraría de la “política activa” si no recuperaba la presidencia de la Generalitat, valora qué papel adopta de ahora en adelante.
El secretario general de Junts, Jordi Turull, subrayó recientemente que “no es imaginable un relanzamiento de la estrategia independentista sin la participación activa del president Puigdemont”. El expresidente catalán tiene su escaño como diputado, pero no ocupa ningún cargo en el organigrama de Junts. Una situación que podría variar a partir del próximo congreso del partido. La hipotética dupla formada por Turull y Puigdemont para controlar Junts implicaría apartar a Laura Borràs de la presidencia de la formación.
En 2022, Junts descartó celebrar su congreso en Cataluña y lo convocó en Argelers (sur de Francia) para hacer posible la asistencia de Puigdemont, sin que se tuviera que arriesgar a una posible detención por cruzar la frontera. Entonces era eurodiputado, una condición que ahora ha perdido y que le obliga a mesurar con tiento sus movimientos. Esta semana, no acudió a un acto de la Universitat Catalana d’Estiu en la localidad francesa de Prada, pese a que su presencia estaba anunciada.
Puigdemont sigue pendiente de la aplicación de la ley de amnistía y Junts subraya que “no se descarta” que pueda asistir al congreso. Pero, a nadie pasa por alto la situación de incertidumbre judicial que rodea al expresidente catalán y los condicionantes que hay sobre su capacidad de movimiento. En este sentido, esta vez se ha decidido buscar un lugar que, por lo menos, facilite el desplazamiento de la militancia.
El congreso, previsto para los días 25, 26 y 27 de octubre, está llamado a ser un punto de inflexión para decidir el futuro inmediato de Junts, en un momento en que el partido ha sufrido una merma de su influencia: solo controla la Diputación de Girona y algunos ayuntamientos medianos, como Sant Cugat del Vallès, Figueres, Valls, Vic o Calella.
El reglamento del congreso, que se aprobará este lunes en la reunión de la ejecutiva del partido, destaca que “con la pérdida de la mayoría independentista en el Parlament y la ruptura del bloque independentista” es menester replantear la estrategia para “construir una alternativa” al Govern que encabeza el PSC, con el apoyo de ERC y los Comuns. La premisa es “hacer de Junts per Catalunya el partido independentista de referencia para todos los catalanes”. Con ese objetivo en el congreso se va a promover la participación de aportaciones independentistas “que vayan más allá de las costuras estrictas del partido”.
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