Cataluña afronta la recta final de la temporada alta con buena ocupación pero con menor gasto

La restauración, dependiendo de la ubicación y el tipo de comida, la que sufre más con un descenso de hasta el 25%

Un camarero sirve a unos clientes en Platja d'Aro, en una fotografía de archivo.David Borrat (EFE)

Los hoteleros de la Costa Brava, la Costa Daurada y el Pirineo de Girona afrontan el final de agosto con la sensación de que la ocupación ha bajado ligeramente respecto a 2023. Aunque a nivel nacional el sector turístico augura un nuevo récord anual con una mejora de las pernoctaciones de entre el 5% y el 7%, en Cataluña apuntan, inicialmente, una caída del 5%, sobre todo del turista nacional. Julio ha sido relativamente flojo. Responsables del sector calculan que la Costa Brava ha pasado del 90% al 85% de ocupación, esta se encuentra entre el 75% y el 80% en la Costa Daurada y, en el Pirineo, cae hasta el 65%. No obstante, no lo consideran un descenso alarmante teniendo en cuenta que 2023 fue un buen año por el efecto post pandemia. Como el principal objetivo del sector turístico catalán es esponjar la temporada, a pesar de la dificultad que reconocen que comporta, están esperanzados por las reservas que hay para septiembre y octubre, especialmente de visitantes americanos y británicos. La peor parte se la lleva la restauración. En algunas zonas han notado un descenso de hasta el 25%.

Cataluña es el destino más escogido por los turistas. Hasta junio habían pasado más de nueve millones por la comunidad. Los aeropuertos de Girona y Reus han experimentado ligeros aumentos, que en el caso del de Vilobí d’Onyar ha sido de un 0,7%. Sin embargo, el presidente del Gremio de Hostelería de Lloret de Mar —donde más turismo se concentra—, Enric Dotras calcula que la ocupación ha bajado un 5% de media, “dependiendo del tipo de empresa, gastronomía o ubicación”. Están sobre un 92%. No le preocupa, “porque se partía de un 2023 muy bueno, y porque este verano ha habido Eurocopa y Juegos Olímpicos”. Tampoco angustia la ligera bajada de cliente español, “porque se vuelve a la normalidad tras haber crecido durante la pandemia”, detalla. Además, han subido mercados como el inglés, el holandés, o el alemán. El objetivo es bajar la presión de julio y agosto y prolongar una época fuerte desde Semana Santa hasta octubre, aunque Dotras reconoce: “Pueden pocos, es muy difícil, porque se depende de vacaciones escolares y laborales”.

En el mismo sentido se manifiesta el presidente de los hoteleros del Alt Empordà, Miquel Gotanegra. “Lo que satisface es que si el tiempo acompaña podremos alargar la temporada. Con menos aglomeración los clientes se irán más contentos porque los precios serán más bajos y el servicio mejor”, afirma. Cree que, cada vez más, “quien se lo puede permitir hace vacaciones fuera de temporada alta”. Para la gerente del Grupo Costa Brava Centro, Judit Lloberol, “hay de todo, unos dicen que están trabajando igual y otros un 5% o un 10% menos. En primera línea les va mejor y al resto les cuesta un poco más”. “Julio no ha ido como esperábamos, veremos como acaba agosto”, apunta la empresaria. Tienen “reservas hasta octubre, sobre todo de americanos que vienen a hacer cicloturismo”. La ocupación, por ahora, está entre el 80% y el 90%.

En la Costa Daurada el promedio de ocupación en julio se situó en una horquilla de entre el 75% y el 80% y en agosto ha podido subir hasta el 90%. El 50% del turismo es nacional. El portavoz de la Federación Empresarial de Hostelería y Turismo de Tarragona, Xavier Guardià, asume que “los julios, ya no son los de antes”. Destaca las buenas cifras, a pesar de que el turismo ruso, que era un 7% del total, “es inexistente” pero “se compensa con el cliente irlandés que crece sobre un 20% cada año”. Entre abril y junio han tenido mejores cifras que en 2023 gracias al turismo deportivo. Considera que “el gasto es similar, pero se nota un descenso de las estancias”. Esperan una buena ocupación hasta noviembre gracias a Port Aventura.

En la Cerdanya, según la Presidenta de la Asociación de Hostelería, Núria Vidal, en julio les han ayudado a tener ocupación algunos acontecimientos deportivos. En agosto, como el año pasado, están todos los establecimientos casi llenos, con mucha ocupación en el puente. Sin embargo, quienes han notado un claro descenso han sido los restauradores. La presidenta de la Asociación de Bares y Restaurantes de la Cerdanya, Nati Bover, concreta la bajada en un 25% y describe un julio “garrafal”. “Hay mucha gente en la carretera, en súpers y en segundas residencias, pero estos antes de ir a un restaurante se lo miran mucho, echamos de menos a los pasantes”, sostiene. Una posibilidad es, como indica un hotelero de Begur, que “las viviendas de uso turístico hacen que se vea mucha gente, pero que esta no gaste fuera”. Bover tiene clara la contención de gasto: “antes se comía más de carta, ahora optan por menú, o son cuatro comensales y piden para tres”. La restauradora entiende al cliente, “ha subido mucho todo, desorbitado, cuesta ajustar precios, si lo repercutimos el producto no sale”, lamenta.

Barcelona: "Buena dinámica turística" y 87% de ocupación, según el Gremio de Hoteles

A falta de datos de julio y agosto, los dos meses más fuertes, y la perspectiva de la Copa del América hasta octubre, los datos disponibles de Barcelona, del primer semestre, indican que de enero a junio las pernoctaciones en hoteles, pisos turísticos y hoteles rozaban los 18 millones (17.910.326), un 4,9% más respecto a 2023 y un 5,9% más que en 2019, antes de la pandemia. La estancia media de los turistas en alojamientos alcanzó las tres noches, un 10,3% de variación respecto a 2019. Con las cifras disgregadas, los hoteles sumaban 10,6 millones de pernoctaciones, un 2,6% que en 2019 aunque algo menos. La ocupación en junio fue del 74,3% (0,1% menos que el año pasado) y la media de los seis meses, un 67,4%. Hay que tener en cuenta que enero y febrero son los meses más malos.

El director general del Gremio de Hoteles, Manel Casals, valora que "Barcelona está en una muy buena dinámica turística" y augura que "el verano no será distinto". "La previsión de la ocupacion de los hoteles para julio y agosto es del 87%, como el verano pasado, todavía ligeramente por debajo de antes de la pandemia", añade y destaca que la Copa del América es una "gran noticia sobre la recuperación de citas internacionales" y que "será un extraordinario escaparate de prestigio para la ciudad".

Por procedencia, de enero a junio, los turistas alojados en hoteles nacionales cayeron un 11,6% respecto al mismo periodo de 2023, mientras que los internacionales aumentaron un 6,6%. Los visitantes domésticos son un 15,2% frente a un 84,8% de internacionales. El colectivo más numeroso es el de estadounidenses, seguidos de turistas que llegan de Reino Unido, Francia, Alemania e Italia. Y se recuperan los que proceden de Asia, porque los que más aumentan, un 35% y un 26%, son los que proceden de Japón y China.

Los pasajeros del aeropuerto alcanzaron en junio los 26 millones, un 12,9% más que en 2023 y un 5,2% más que en 2019. En el Puerto, los pasajeros en cruceros casi alcanzan el millón y medio (1,4), con una variación respecto a 2019 del 6,2%. Y sobre el empleo, la afiliación en el sector de la hostelería en el segundo trimestre de 2024 aumentó un 5,7% respecto al mismo periodo del año pasado y un 4,5% si se toma como referencia 2019. Solo en junio, con todo, los contratos cayeron respecto a junio de 2023 (-11,2%) y el paro en el sector aumentó un 2,8%.

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