Junts prepara un acto de apoyo al retorno de Puigdemont en la recta final de las negociaciones por la investidura en Cataluña
Jordi Turull busca una convocatoria masiva en el sur de Francia el 27 de julio
Junts per Catalunya busca hacer una demostración de fuerza en la recta final de las negociaciones por la investidura en Cataluña. El secretario general del partido, Jordi Turull, ha convocado un acto, que busca ser masivo, en el sur de Francia el sábado 27 de julio para prestar apoyo público a Carles Puigdemont, ante su posible retorno a Cataluña. El expresidente catalán se marchó a Bélgica en 2017 para evitar ser juzgado por su participación en la organización del referéndum del 1-O y ha comprometido su regreso al momento que haya un debate de investidura en el Parlament para escoger al próximo president de la Generalitat. Con independencia de si el elegido es él o no. Esquerra Republicana tiene la llave para decidir si hace presidente a Salvador Illa (PSC) o si se apunta al frente independentista que promueve Junts. En los últimos días, los republicanos han avanzado que las negociaciones con los socialistas son “fluidas” y avanzan a “buen ritmo”.
El mensaje que ha mandado Jordi Turull a la ejecutiva de JxCat relata que el objetivo de la convocatoria, un 27 de julio en el sur de Francia, es “dar apoyo al president de cara a su próximo retorno”. El acto, avanzado por El Nacional, servirá también para celebrar el cuarto aniversario de la creación del partido.
Puigdemont no ha anunciado cuando se producirá su vuelta a Cataluña, y existen dudas judiciales sobre el alcance que pueda tener para él la ley de amnistía. Sin embargo, el calendario de la investidura catalana fija como muy tarde para el 26 de agosto el debate parlamentario que debería servir para elegir un president. Tanto Salvador Illa como Puigdemont han manifestado que se ven capaces de recabar los apoyos necesarios para ser el próximo inquilino de la Generalitat. No parten de situaciones parejas. Illa, vencedor de las elecciones del 12 de mayo, es el único que puede alcanzar la mayoría parlamentaria de 68 escaños si convence a ERC y a los comunes de la conveniencia de un acuerdo tripartito. Junt mantiene que si ERC se apunta a un eventual frente independentista, con Junts y la CUP, la mayoría no será suficiente, se quedarían en 59 escaños, pero los diputados socialistas se verán forzados a abstenerse para facilitar la investidura de Puigdemont, a menos que quieran abocar a Cataluña a la repetición electoral.
Con la fecha tope fijada a finales de agosto, los tanteos se aceleran. Junts busca irrumpir en el último tramo de las negociaciones para exhibir el apoyo que tiene Puigdemont y poner a Esquerra en un brete. Los republicanos, afectados por un agrio conflicto interno, hacen equilibrios para no aparecer como un partido independentista descafeinado pero rehúyen seguir alimentando las ilusiones de Junts y Puigdemont. Esta semana, la portavoz de ERC, Raquel Sans, ha exigido públicamente a JxCat que antes de pedir apoyos para Puigdemont se preocupen de asegurarse que el PSC le allanará el camino: “Hemos dicho desde el primer momento que la aritmética hace necesaria la abstención del PSC”, dijo en rueda de prensa. Cualquier acuerdo que pueda alcanzar la dirección de ERC con otras formaciones deberá ser ratificado por la militancia.
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