Hombres, jóvenes y enganchados a las redes: las similitudes entre los votantes de Aliança Catalana y Vox
Los votantes de extrema derecha de Cataluña se diferencian en la cuestión territorial, pero coinciden en la búsqueda de un “cambio” político y en la viralización de contenido digital
Desde las antípodas en materia territorial, a los votantes de Aliança Catalana (AC) y Vox les unen dos cuestiones: su pasión por las redes sociales y una alergia creciente a los medios tradicionales. No hay otros partidos en Cataluña que aprovechen más el espacio digital para impulsar aquellos contenidos que consideran relevantes políticamente, según el último informe del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) referente ...
Desde las antípodas en materia territorial, a los votantes de Aliança Catalana (AC) y Vox les unen dos cuestiones: su pasión por las redes sociales y una alergia creciente a los medios tradicionales. No hay otros partidos en Cataluña que aprovechen más el espacio digital para impulsar aquellos contenidos que consideran relevantes políticamente, según el último informe del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) referente a las elecciones catalanas, publicado este martes. Si los extremos se tocan, los simpatizantes de Aliança Catalana y Vox se encuentran en el corazón del algoritmo y la viralidad.
La entrada del partido independentista e islamófobo en el Parlament permite a los barómetros sociológicos oficiales establecer un primer marco ideológico del perfil de sus votantes. Y los datos del CIS reflejan varias similitudes de sus simpatizantes con los de la formación de Santiago Abascal. Su perfil coincide con el de un hombre (son los únicos partidos a quien votaron más varones que mujeres) joven, mayoritariamente menor de 44 años, activo laboralmente de clase media, que vota por la “necesidad de un cambio” y convertido en motor de la viralización política.
Según el CIS, el 51,2% de los votantes de Aliança y el 38,7% de Vox enviaron o reenviaron mensajes de whatsapp, tuits, posts o correos electrónicos relacionados con partidos o candidatos, por únicamente el 17,7% de la media. Y esta implicación digital de sus votantes parece clave en la expansión de un ideario ultra que escurre a través de los canales digitales los filtros de los profesionales de la información. Sea información contrastada o pura desinformación, los mensajes más extremos encuentran su sitio en la red y se expanden a través de la mensajería instantánea.
“La derecha y la ultraderecha utilizan la comunicación directa muy bien”, explicaron fuentes de ERC a EL PAÍS durante la pasada campaña de las europeas. “Se consideran outsiders del sistema y trabajan por estas vías en una época donde gana el algoritmo y donde cada vez la gente vive más en burbujas de percepción”, remarcaron. Los resultados de Aliança (entró por primera vez en el Parlament con dos diputados y más de 117.000 votos) y Vox (mantuvo los 11 diputados) parecen confirmar esta idea.
En esta línea, el barómetro confirma que los partidos ultra han arrinconado a los medios tradicionales: sus votantes se informaron principalmente por redes sociales durante la pasada campaña el doble que la media catalana (un 36,6% por los AC y un 28,8% por los de Vox; por el 16,2% global). También destaca el consumo en blogs o foros de debate no oficiales o colegiados. En cambio, el consumo informativo por televisión (18,2% de Aliança y 25,8% de Vox) fue notablemente menor que la media (35,8%), patrón que se repite en la prensa o la radio, aunque en menor medida. El escenario actual llevó al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a anunciar un plan anti-bulos que busca reducir la financiación pública a los medios con escasa voluntad periodística.
De Junts y ERC a Aliança
¿De dónde proceden los votos de Aliança? Según el CIS, mayoritariamente de Junts (el 37,5%) y de ERC (29,9%). En cambio, apenas se distingue un trasvase desde la CUP (1,2%). Aliança también recoge buena parte de votantes que en 2021 votaron en blanco (6%) o a formaciones menores sin representación parlamentaria (4,6%), lo que aviva la percepción de que capta a parte de la población que no encuentra respuesta entre los partidos tradicionales. Vox, en cambio, mantiene un 53% de fidelidad de voto y consigue captar antiguos apoyos del PP (18%), Ciudadanos (10%) e incluso socialistas (8,4%).
Ambos partidos coinciden en que sus votantes les apoyan principalmente “porque se necesita un cambio”, según la encuesta, un motivo que en ningún caso es destacable en el resto de partidos. Las respuestas del documento afloran un sentimiento de clase media entre los apoyos de Vox y AC. Entre un 46% y un 48% de sus votantes así lo aseguran, solo por debajo de Junts (53%) y PP (50%). También destaca el alto porcentaje (entre el 73,3% de Vox y el 79,6% de AC) de sus votantes que actualmente trabaja, una cifra notablemente superior a la media (56,7%).
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