El Colegio de Médicos alerta del “aumento de intrusismo” en Cataluña
El organismo ha denunciado 17 casos desde 2020 y pide aumentar la severidad de unas penas “ridículas”
El Colegio Oficial de Médicos de Barcelona (Comb) ha alzado la voz por el “creciente intrusismo” que sufre el colectivo de médicos de Cataluña. Ante el “cambio de tendencia” detectado, el instituto pide más severidad en las penas para “disuadir” un intrusismo que “pone en riesgo” a los ciudadanos y limitan “la confianza” en el sistema.
Desde 2020, el instituto se ha personado en 17 procedimientos penales contra empleados que han falseado sus datos colegiados o directamente no cuentan con ellos. En los últimos cinco años solo se había notificado un caso. La situación, planteada en una rueda de prensa en la sede del Colegio, “no es motivo de alarma”, según Jaume Padrós, presidente del Comb, pero obliga a hospitales y centros sanitarios a optimizar las tareas de “comprobación” para garantizar que quien se pone delante de un paciente sea realmente un médico cualificado. “Es una cuestión de seguridad clínica. Necesitamos la colaboración de los centros porque nos jugamos la confianza de los ciudadanos”, ha insistido Padrós. Según el Colegio, no existen datos comparativos con otras comunidades.
Existen dos perfiles de intruso: el que abre una consulta privada en un entorno alejado del contacto con otros profesionales; y el que directamente se infiltra en el sistema a través de la suplantación de identidad. “Al primero lo denuncian los ciudadanos tras intentar pasar desapercibido; y al segundo, lo detectan los profesionales”, responden desde el Colegio.
La pena prevista por el delito de intrusismo profesional va desde el pago de una multa a la imposición a penas de entre 6 meses y dos años de prisión en casos muy concretos, aunque el Colegio señala que la mayoría de casos terminan con riesgo de reincidencia. “Las sanciones no son suficientemente contundentes. Son insuficientes para no decir ridículas”, lamenta Padrós. “Hacer de médico sin ser médico no puede salir tan barato”, ha insistido.
Uno de los casos más sonados de intrusismo en el sistema sanitario fue el caso destapado el año pasado de la mujer que trabajó siete meses en el hospital de Berga (Barcelona). La falsa doctora empleaba en urgencias y el propio centro acabó cesando al responsable del Departamento de recursos humanos. “Ha habido varios casos sonados en los últimos años, muchos más que antes de la pandemia”, ha remarcado el presidente del Colegio.
Cuestionado sobre las causas de este aumento, Padrós ha señalado una “relajación y un abuso de confianza” los centros e institutos contratantes, aunque también ha mencionado la creciente movilidad de los profesionales. “Cataluña es un polo de dinamismo sanitario y estamos en una crisis demográfica. Faltan médicos y se ha abierto una brecha donde algunos se han querido aprovechar de la situación”, ha analizado.
El Colegio señala que los ciudadanos y los centros sanitarios pueden verificar la documentación necesaria a través del registro de colegiados, que es público. “Todos los ciudadanos tienen derecho de acceder a este registro a través de la web del Comb”, señalan desde el Comb.
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