Buenafuente, la radio que lo parió

“¡Gooooool! Un golazo clasifica al Reus Deportiu para la final de la Copa del Rey de hockey de 1990. A punto de comenzar la segunda parte, el Reus está jugando con una intensidad desmesurada...”, recuerda el locutor. “El Reus perdió esa final y en todo el tiempo que estuve en Ràdio Reus, no ganó nada”, aclaraba este martes el presentador, en referencia a lo que vivió realmente hace más de 30 años. Con un poco de retraso —una característica no del todo inusual— el humorista Andreu Buenafuente (Reus, 59 años) sube al escenario del ...

“¡Gooooool! Un golazo clasifica al Reus Deportiu para la final de la Copa del Rey de hockey de 1990. A punto de comenzar la segunda parte, el Reus está jugando con una intensidad desmesurada...”, recuerda el locutor. “El Reus perdió esa final y en todo el tiempo que estuve en Ràdio Reus, no ganó nada”, aclaraba este martes el presentador, en referencia a lo que vivió realmente hace más de 30 años. Con un poco de retraso —una característica no del todo inusual— el humorista Andreu Buenafuente (Reus, 59 años) sube al escenario del Teatre Victoria de Barcelona el reflejo de sus 40 años de radio en La ràdio que em va a parir (La radio que me parió), el monólogo en el que el presentador narra su recorrido personal por este medio al que tiene mucho que agradecer: “Todo lo que soy, si es que soy algo, se lo debo a la radio que me parió”.

Este 2024 San Valentín también ha sido el día de los enamorados de la radio: el pasado 14 de febrero, la Cadena SER inauguró la celebración de los 100 años de su primera emisora, Ràdio Barcelona, con una gala en la que Buenafuente hizo de maestro de ceremonias. “Preparando la ceremonia me di cuenta de que de los 100 años de la radio, me he fumado 40, casi medio siglo de radio. Cuando te repones del impacto del paso del tiempo te das cuentas de que hay muchas cosas que contar”, reconoció el presentador durante una entrevista el programa La Ventana de la SER. En La Ràdio que em va a parir Buenafuente se embarca un relato personal de la historia de la radiodifusión: desde los programas nocturnos a los deportivos, pasando por matinales y espacios de humor bajo una mirada íntima, tierna, honesta y haciendo alarde del humor y la ironía que ya son el leitmotiv de su carrera.

“El que vale, vale y el que no, para deportes”. Ese fue el mensaje de bienvenida que recibió un joven Andreu Buenafuente al cruzar la puerta de Radio Popular de Reus en 1982. Allí, un “guapísimo” Carles Francino le esperaba en su trabajo de las mañanas, para después pasar las tardes —”unas pocas”— en el instituto. “El niño que no había tocado un libro”, según su madre, o “el nen artista”, según su padre, fue haciéndose un hueco en el número seis de la calle de Casp, sede de Ràdio Barcelona. Y en el bar próximo a la radio, adonde acudía cada día a dejarse enamorar por las voces de los locutores de Radio Nacional y donde presumía —y asumía las consecuencias— de ser el subordinado del gran Xavier Sardà. Una época de “mucho trabajo”, que él define como encantadora y entrañable, como es el medio que “hace de todos los errores virtudes”.

“La primera vez que un político apareció en radio poniendo excusas” —durante la primera emisión de Ràdio Barcelona (EAJ 1) el 14 de febrero de 1924—, la Barcelona olímpica del 92, la música del estreno de Parque Jurásico, los primeros resultados del EGM son el contexto en el que Buenafuente enmarca a grandes referentes de la radio como Iñaki Gabilondo, Luis del Olmo, Constantino Romero, Julio César Iglesias, Josep Maria Tarrasa, Joaquín Prat o Rosa Badia. Profesionales que han marcado su recorrido por la radio musical, deportiva, matinal o nocturna y que han convertido a Buenafuente en el profesional que es ahora.

La Sociedad Española de Radiodifusión, la Cadena SER, El Terrat, HBO y el Teatre Victoria de Barcelona, cualquier presentación es válida para que Andreu Buenafuente―”más pesado que pionero”― provoque las carcajadas, lágrimas, recuerdos y aspiraciones de todos y este martes con un guiño especial a los amantes de la radio, “que nos parió”.

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