Las aerolíneas apuestan por alargar temporada en el aeropuerto barcelonés de El Prat

El aeropuerto de Barcelona-El Prat está logrando este invierno varios hitos. El primero es acercarse a la plena recuperación tras la pandemia —en noviembre, el aeródromo barcelonés registró 3,9 millones de pasajeros, el primer mes del año en el que se superaron las cifras de 2019, y aunque en el conjunto del ejercicio todavía no se superará ese año récord en el que pasaron 56,2 millon...

El aeropuerto de Barcelona-El Prat está logrando este invierno varios hitos. El primero es acercarse a la plena recuperación tras la pandemia —en noviembre, el aeródromo barcelonés registró 3,9 millones de pasajeros, el primer mes del año en el que se superaron las cifras de 2019, y aunque en el conjunto del ejercicio todavía no se superará ese año récord en el que pasaron 56,2 millones de viajeros, se quedará cerca—. El segundo es crecer en rutas intercontinentales —este año Barcelona habrá estado conectada con 50 destinos de fuera del continente, lo que llevó a la directora del aeropuerto, Eva Valenzuela, a afirmar que se “en breve” se llegará a la máxima capacidad en este ámbito por las actuales condiciones de la infraestructura, pendiente de un proyecto de ampliación—. Y el tercer hito es avanzar hacia la desestacionalización: varios destinos que normalmente operan entre mayo y octubre, centrados en la campaña veraniega, están optando por alargar temporada a invierno y Navidad. Entre estos, hay algunas rutas intercontinentales a EE UU, Canadá o China.

Las aerolíneas que ofrecían asientos para destinos normalmente estacionales están viendo que, tras la pandemia, la demanda se ha fortalecido: la gente quiere viajar y aprovecha para hacerlo durante todo el año, no solo en verano. Y Barcelona, por cuestiones de clima y oferta cultural y de ocio, es un destino que puede satisfacer esta demanda como destino, pero también como punto de partida, con un volumen importante de viajeros que lo usan como aeropuerto de salida.

El operador público Aena explica que, de los 50 destinos intercontinentales que se han conectado con la capital catalana este año (tres más que en 2019), hay 37 que todavía están operando en invierno. Por áreas geográficas, de los 21 destinos americanos, 14 siguen operando; en Asia continúan las cinco rutas (Singapur, Seúl, Pekín, Shenzhen y Bakú); en Oriente Medio siguen seis de las ocho rutas; y en África, 12 de 16. Algunos de los destinos más importantes que siguen con su operativa son Montreal (operado por Air Canada), Atlanta (operado por Delta Airlines), Washington (operado por United Airlines) y Filadelfia (American Airlines). Por otra parte, las rutas a Shenzhen y Kuwait, que empezaron a conectar con Barcelona justamente esta temporada de verano, han decidido seguir en invierno.

La consultora Gestió i Promoció Aeroportuària (GPA), de la Cámara de Comercio de Barcelona, detalla que algunas aerolíneas no solo decidieron alargar la temporada de verano, sino que comenzarán la siguiente más pronto. Pone varios ejemplos: la ruta de Filadelfia de American Airlines decidió alargar su operativa hasta el 14 de enero, y tiene previsto avanzar la próxima temporada, empezando el 12 de febrero, prácticamente completando el año entero. Ocurre lo mismo con la ruta a Washington de American Airlines (la temporada se alargó hasta el 17 de diciembre y se retomará el 12 de febrero) o la de Boston operada por Level (la temporada terminará el 14 de enero y volverá a empezar el 12 de febrero). Por su parte, las rutas a Atlanta (Delta) o Montreal (Air Canada), con una frecuencia diaria cada una, han decidido directamente continuar todo el año, cuando antes solo lo hacía en verano.

La consultora de la Cámara de Comercio barcelonesa destaca también que en el último mes se ha inaugurado una nueva ruta europea con un fuerte tirón navideño, que conecta Barcelona con Rovaniemi, la capital de Laponia, en Finlandia, donde se encuentra el atractivo turístico de visitar el pueblo de Papá Noel. Esta ruta cuenta con un total de 3.174 plazas durante todo este mes de diciembre.

Con todo, la GPA detalla que el alargamiento de las temporadas para los destinos de EE UU no implica que las aerolíneas aumenten su oferta en asientos para coincidir con Navidad, sino que estos se mantienen estables con respecto a las semanas anteriores de diciembre.

De hecho, la previsión que hizo el aeropuerto de El Prat de la campaña navideña indicaba que habría un descenso en las operaciones con respecto a la campaña navideña de 2019: entre el 22 de diciembre y el 7 de enero la previsión es de 13.917 vuelos, un 8,6% menos que en aquella ocasión. Pero esta reducción tiene una explicación muy simple: hace cuatro años, las fechas festivas (que se considera que empiezan el 22 de diciembre) contaron con dos días más, ya que el día de Navidad fue un sábado. En la comparativa de la previsión de la actual campaña con la del año pasado, aún afectada por mercados que sufrían las restricciones de la pandemia, el aumento de las operaciones es del 17,5%.

Actualmente, los principales mercados del aeropuerto de El Prat por orden de importancia son el mercado nacional, Italia, Reino Unido y Francia, y la GPA no aprecia tampoco en ellos un aumento significativo de oferta de asientos coincidente con el periodo navideño: la oferta se mantiene estable en el incremento experimentado en los últimos meses, que acerca a El Prat a recuperar las cifras prepandemia.

Sin visado y más vuelos: un empujón para el turismo catalán a China

China se presenta en 2024 como un destino atractivo para el viajero catalán por dos razones de peso: el incremento de los vuelos directos con el gigante asiático y la eliminación de los visados para turistas. Desde el pasado 1 de diciembre y hasta, al menos, finales de noviembre del año que viene, las personas que viajen por placer o negocios al gigante asiático y vayan a permanecer allí menos de 15 días no precisan, como hasta ahora, de visado. La eliminación de las trabas burocráticas ha empujado a las agencias de viajes a organizar rutas de dos semanas por China y a presionar también a las aerolíneas que operan con ese país, y que después del parón que supuso la pandemia del coronavirus han relanzado los vuelos directos.

El pasado junio, la compañía Air China recuperó los vuelos directos (tres por semana) entre Barcelona y Pekín, que había dejado de funcionar ya desde finales de 2019, con el estallido de la pandemia. Desde agosto, además, otra compañía, Air Shenzen, ofrece también vuelos directos entre el aeropuerto de El Prat y Shenzen, al sur, cerca de Honk Kong y considerada una de las ciudades tecnológicas del país.

Hu Aimin, el cónsul de China en Barcelona, confía en que esas dos medidas sirvan para atraer a un número creciente de turistas catalanes hacia China. “Esperamos que los catalanes hagan buen uso de estos beneficios y aprovechen el tiempo para viajar a China para hacer turismo y para buscar oportunidades de inversión”, dijo en un reciente encuentro con periodistas en el que también había, entre otros, representantes de Air China. Aimin aseguró que ahora mismo operan cinco vuelos semanales directos entre Barcelona y China y se mostró confiado en que 2024 su número aumente. El cónsul recordó que, aunque los ciudadanos chinos sí precisan de visado para viajar a España, solo entre enero y octubre de este año más de 70.000 turistas chinos visitaron Cataluña, donde además estudian alrededor de 4.000 estudiantes chinos.

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