Illa acusa a Aragonès de esconder la inacción del Govern tras la queja sobre el desfase de la financiación

En Comú Podem y Ciudadanos critican el tono triunfalista del discurso navideño del ‘president’ mientras que Junts opta por el silencio

EL presidente de la Generalitat, Pere Aragonès (izq), en primer plano. Detrás, el líder del grupo Socialistes - Units per Avançar, Salvador Illa (der), durante el último pleno del Parlament.Quique García (EFE)

El discurso navideño del president Pere Aragonès no ha gustado a la oposición en Cataluña. En su alocución, ayer martes, el también coordinador nacional de Esquerra Republicana...

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El discurso navideño del president Pere Aragonès no ha gustado a la oposición en Cataluña. En su alocución, ayer martes, el también coordinador nacional de Esquerra Republicana acompasó la petición al Gobierno central de un “financiación singular” para la Generalitat con la de negociar las bases del referéndum de independencia y aprovechó para también sacar pecho de los buenos datos de paro, la contratación de más maestros, personal sanitario y mossos y la llegada de inversiones de calado en tecnología. PSC, En Comú Podem y Ciudadanos coinciden en la crítica, aunque con matices: ven triunfalismo y una inacción en el Govern que, según el jefe de la oposición, Salvador Illa, se intenta ocultar con la excusa “permanente” del desfase del modelo de financiación que, ahí si coincide, es necesario mejorar.

Illa ha preferido esperar hasta una rueda de prensa de este miércoles en Cervera (Lleida) para valorar el discurso de Aragonès, que algunos de los otros líderes de la bancadas si valoraron vía X, la antigua Twitter, pocos minutos después de que fuera emitido. “Está claro que necesitamos una buena financiación, justa y acordada, pero también está claro que se usa como una excusa para no hacer el trabajo que toca”, ha dicho el también líder de los socialistas catalanes.

Pese a que Aragonès interpeló directamente a la oposición para que le permita sacar adelante los Presupuestos del último año de la legislatura, Illa solo se ha referido al tema a preguntas de los periodistas. “Si no se cumplen los acuerdos de 2023 no abriremos negociaciones para 2024″, ha asegurado el socialista. En la lista de pendientes están tres proyectos que el PSC considera estratégicos y que tensionaron la negociación, justamente hace un año, del acuerdo para las cuentas actuales: El proyecto de turismo de convenciones y casinos del Hard Rock en Tarragona, la ronda de circunvalación de la segunda corona de Barcelona, la B-40, y la ampliación del Aeropuerto de El Prat.

El PSC exigió entonces que cada una de esas iniciativas tuviera un desarrollo determinado durante este año y hace tiempo que el calendario saltó por los aires. Para el aeropuerto, cuya ampliación quedó en el aire después de que a Generalitat rechazara en septiembre de 2021 el proyecto de Aena, el pacto presupuestario establecía la creación de una comisión técnica para estudiar el futuro de la infraestructura. El texto dice que se ha de conformar antes de que que acabe este año y la Generalitat considera que ha de llegar una convocatoria del Ministerio de Transportes. En el caso del proyecto turístico, el compromiso era aprobar en el primer semestre el Plan Director Urbanístico del proyecto pero el trámite está embarrancado por un dictamen de impacto medioambiental. El caso de la B-40 es distinto, pues tras el tire y afloje sobre el convenio para delegar las obras, es ahora el Gobierno central el que necesita tiempo para analizar cuestiones técnicas.

En contra de los movimientos “divisivos”

El jefe de la oposición ha dicho que su deseo para 2024 es tener un Govern “que gobierne”. “El balance de los últimos diez años no da para balances triunfalistas”, ha añadido Illa, tras recordar los malos resultados en las pruebas Pisa, la falta de implementación de infraestructuras planeadas tras la sequía de 2008 y que ahora serían clave ante la fase de emergencia en ciernes o la pérdida de fuelle en la implementación de energías renovables.

Entre las cosas que Illa le ha afeado al republicano también está que no haya enviado, hace dos semanas, a la titular de Economía, Natàlia Mas, a la reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera. Es en ese foro multilateral donde se debatiría una eventual reforma del sistema de financiación autonómica, caducado desde hace años, pero la Generalitat insiste en no querer participar para dar prioridad a que se decida de manera bilateral. Illa ha asegurado que no apoyara ningún movimiento “divisivo”, en referencia también a la petición de pactar los términos de un eventual referéndum.

La idea de la falta de impulso del Ejecutivo la expresó también, el martes en la noche, la líder de la bancada de los comunes, Jéssica Albiach. “El discurso del president Aragonès es la demostración de que tenemos un Govern de buenas palabras y pocos hechos”, ha escrito la representante de los comunes en las redes sociales. Albiach calificó de “triunfalista” el balance hecho por el republicano y le afeó que no profundizara en la problemática de la vivienda y la “planificación ecológica”.

Ese último es el frente en el que En Comú Podem espera poder apretar a ERC. Los votos de los de Albiach son necesarios para que las cuentas salgan adelante, si además hay un acuerdo o con el PSC o con Junts. Aragonès, en las cuentas anteriores, hizo equilibros para mantener el proyecto del Hard Rock vivo, pero sin que se viera reflejado en partidas en el Presupuesto, y los comunes habían dado por buena esa fórmula. Esta vez, sí han condicionado el apoyo a llas cuentas a un desmarque nítido del Ejecutivo catalán del proyecto turístico.

Para Ciudadanos, el discurso ha sido “insignificante”. ”Otra vez amnistía, más imposición del catalán, traspaso de Rodalies y referéndum de secesión. El poder en Cataluña vive del y para el procès”, escribió también en Twitter el líder del partido en la Cámara, Carlos Carrizosa. El naranja también aprovechó para cargar contra los socialistas, a los que acusa de “resucitar un procés ya muerto” con los acuerdos a cambio de la investidura de Pedro Sánchez.

El silencio reina en las filas de Junts, los exsocios de ERC en el Govern. Algunos diputados, como Ramon Tremosa, han hecho referencias tangenciales al discurso, pero señalando las malas cifras de audiencia ( un 16,4% de la audiencia vio el discurso de Aragonès). El líder de Vox, Ignacio Garriga, escribió en X, el mismo martes, que el president “desprecia a la mayoría de catalanes” al no mencionar los problemas graves como “la inmigración ilegal creciente”.

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