El recibo del agua subirá un 11,5% de media al mes en Barcelona y en otros 22 municipios metropolitanos
El incremento de costes por la inflación y la sequía lleva al mayor aumento de tarifas de los últimos años
El recibo del agua subirá con fuerza el año que viene en Barcelona y en otros 22 municipios de su entorno. El Área Metropolitana de Barcelona (AMB) ha explicado este miércoles que ha autorizado a las suministradoras Aigües de Barcelona y a Aigües del Prat a que incrementen la tarifa del agua potable, después de que hace un mes Aigües Ter Llobregat (ATLL), que actúa como mayorista del agua, subiese su tarifa un 30% p...
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El recibo del agua subirá con fuerza el año que viene en Barcelona y en otros 22 municipios de su entorno. El Área Metropolitana de Barcelona (AMB) ha explicado este miércoles que ha autorizado a las suministradoras Aigües de Barcelona y a Aigües del Prat a que incrementen la tarifa del agua potable, después de que hace un mes Aigües Ter Llobregat (ATLL), que actúa como mayorista del agua, subiese su tarifa un 30% por el incremento de los costes derivados de la inflación y la sequía. Aigües de Barcelona, que abastece a la capital y a 22 municipios de su entorno, propuso una subida del 43% para compensarlo y AMB, como regulador, ha autorizado que la subida se rebaje al 25,8%. Es la mayor de los últimos años y llega después de siete periodos en los que las tarifas metropolitanas solo aumentaron una vez. Pero lo que el consumidor final verá en su recibo será un incremento del 11,5% en la capital catalana, y de hasta el 15% en los demás municipios, ya que la AMB ha decidido congelar las tasas que acompañan el suministro de agua. En cualquier caso, el incremento en términos absolutos será de 2,5 euros de media al mes por unidad familiar, que en una factura bimensual se traducirá en cinco euros.
El aumento de precios de la energía, la inflación y los efectos de la sequía han iniciado un ciclo de subidas de tarifas en el agua que finalmente llegará al bolsillo del consumidor. “Las consecuencias de la sequía no dejan de ser también económicas. Llevamos años en los que habíamos logrado optimizar los recursos, pero estamos en una situación límite”, ha explicado Martín Gullón, director del área de Ciclo del Agua en la AMB. Hace algo más de un mes, la Generalitat autorizó a la empresa pública ATLL a subir su tarifa por primera vez desde 2017, y lo hizo un 30%. El motivo fue el incremento general de costes y la necesidad de poner en funcionamiento al máximo las desalinizadoras de El Prat y Tordera, infraestructuras vitales en el contexto actual de sequía. También, paradójicamente, porque había descendido el consumo por habitante, lo que ha hecho subir el precio unitario de la energía. Esta subida de la tarifa por parte del mayorista de agua hacía prever que las suministradoras, que parte del agua que distribuyen la compran a ATLL, también subirían los precios.
La propuesta de incremento de tarifas que hizo Aigües de Barcelona fue del 43%, ya que le había subido el coste del agua que compra (aproximadamente un tercio del agua que distribuye, la compra a ATLL) y también todos los costes operativos, de tratamiento del agua, y los energéticos, entre otras cosas por la planta potabilizadora que tiene en Sant Joan Despí. Sobre esta propuesta, el AMB ha decidido autorizar a Aigües de Barcelona para que suba tarifas un 25,8%. Es la mayor subida que se recuerda. En 2013, justo cuando se privatizó ATLL (la titularidad de la empresa volvió a ser pública en 2019 cuando la justicia revocó el proceso de privatización), la mayorista del agua también subió tarifas un 70%, lo que llevó a la AMB a autorizar un incremento del 13% en las tarifas metropolitanas. En 2014 la tarifa metropolitana subió un 8,5% y al año siguiente un 2,74%. Los años siguientes, tras la llegada de Ada Colau a la alcaldía de Barcelona y a la presidencia de la AMB, la tarifa metropolitana o bien quedó congelada o bien se rebajó (en 2016 un -2,4% y en 2018 un -1,65%). La única vez en los últimos siete años que ha subido el agua en estos municipios fue el año pasado, con un incremento del 4,02%.
Entidades sociales como las plataformas Aigua és vida han criticado esta medida, que llega al mismo tiempo que las restricciones por la sequía. “En 2010 el agua fue reconocida como un derecho humano, y tiene que ser accesible económicamente, lo que implica no destinar más de un 3% de los ingresos a pagar los recibos”, recuerda la entidad en un comunicado, y añade que en la AMB el 9,7% de los hogares destinan más este porcentaje al pago de las facturas de agua, y que aún podría incrementar si la tarifa sube. La plataforma alerta que, según el Observatorio de Precios del Agua de la Agencia Catalana del Agua, la gestión privada ofrece de media unos precios un 22% más caros que la gestión pública, y que Barcelona es la región del Estado donde el recibo es más caro. “Reclamamos que no se permita un aumento tarifario en la AMB mientras Aigües de Barcelona obtiene unos beneficios anuales de 20 millones”, apunta la plataforma Aliança contra la Pobresa Energètica en X (antes Twitter). El vicepresidente de la Federación de Asociación de Vecinos de Barcelona, Albert Recio, explica que ya se temía una subida de tarifas porque Aigües de Barcelona lleva años presionando, “y ahora tienen un gobierno municipal más próximo a sus intereses”. Recio lamenta que se use “la sequía y la inflación como una excusa”, y cree que las tarifas tendrían ser progresivas según el consumo.
Lo que notará el consumidor
Pero lo que notarán los consumidores en su recibo del agua no será este incremento tan elevado del 25,8%. La AMB ha decidido congelar las tasas sobre las que tiene competencias, como la de tratamiento de residuos, y no tiene constancia de que las demás administraciones vayan a incrementar sus tasas. Como consecuencia, la subida de tarifas que se hará efectiva en el recibo será del 11,5% en Barcelona (donde hay más tasas incluidas en el agua) y variará en cada municipio según los impuestos que integren, en cualquier caso no subirá más de un 15%. Por ejemplo en L’Hospitalet de Llobregat, Cerdanyola del Vallès y Sant Climent de Llobregat el aumento será de este 15%.
En términos absolutos, el recibo aumentará de media 2,5 euros al mes por unidad familiar. La factura bimensual de media suele alcanzar los 48,46 euros, a lo que habrá que sumar, pues, cinco euros por el incremento de tarifas. Esta propuesta se llevará el próximo martes al pleno de la AMB, y tras la resolución de posibles alegaciones, está previsto que se apruebe definitivamente y entre en vigor a finales de febrero.
Aigües de Barcelona, que tiene 1,4 millones de contratos solo en la capital catalana, es una empresa privada que está participada en un 70% por la Sociedad General de Aguas de Barcelona, en un 15% por Criteria Caixa, y en un 15% por la AMB. En el caso de El Prat de Llobregat, a la que abastece la empresa pública Aigües del Prat, la subida será menor, porque esta ciudad tiene más acceso a recurso hídrico, que necesita menos tratamiento, y no compra tanta agua a ATLL. Esto se traduce en que la compañía aumentará su tarifa un 16,9%, pero el consumidor solo notará una subida del 10,1% y, en términos absolutos, de 1,4 euros al mes.
La AMB también prevé un aumento de las familias vulnerables que tendrán dificultades para pagar el recibo del agua en este contexto de sequía. En las 23 poblaciones a las que abastece Aigües de Barcelona hay 60.000 unidades familiares acogidas a la tarifa social, y se prevé que puedan llegar a las 100.000. Las familias vulnerables, según sus características, tienen bonificado al 100% el primer tramo, de seis metros cúbicos al mes, y el segundo tramo, hasta los nueve metros cúbicos.
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